Lo que la mentira esconde - Yoonkook. Yoonmin. Jikook.

Capítulo 21

Terminen de disfrutar jeje.

El día para Yoongi había sido corto, no porque hubiera dormido todo el día, sino porque su padre había llegado de un viaje y mientras él trabajaba, su padre entró al hotel y lo convenció de irse juntos a casa y comer los tres.

Yoongi aceptó, nada le gustaba más que pasar tiempo con su padre, incluso saludaron a Jimin quien estaba en la cocina haciendo un poco de inventario sobre los alimentos. Ahí aprovechó el de cabello verde para robarle un beso, claro, disimuladamente por su papá.

Cuando llegaron a casa ambos descansaron un poco en el sillón mientras miraban televisión y comentaban cualquier cosa que se les viniera a la cabeza.

—¿Te parece si hacemos lasaña? —Propuso su padre.

—Suena bien —Yoongi asintió mientras ambos se levantaron para ir a la cocina y empezar a preparar la comida.

—Veo que no les falta nada —Su padre abrió el refrigerador observando muy bien.

—Siempre compro la despensa, no te preocupes por eso, a Kookie y a mí no nos falta nada.

Su padre asintió y ambos empezaron a poner manos a la obra. Calcularon cuanto tardarían para esperar a Jungkook quien llegaría en unas horas.

Mientras su papá se ocupaba de hervir la pasta de lasaña, los pensamientos de Suga divagaron en Jimin, mientras guisaba la carne.

El solo recordar su rostro hacía que Suga sonriera. Jimin tenía todo lo que alguien podía pedir en un chico. Era apuesto, sexy, lindo, tierno, con un buen cuerpo y trasero, lindos sentimientos, sueños especiales, responsabilidad admirable y desde luego bueno en el sexo.

Eso hizo sonreír aún más a Yoongi. Si algo tenía Jimin es que en el sexo era muy apasionado, siempre lo sorprendía con algo y sus intenciones se notaban a kilómetros. Incluso recordó el día que le dio la mamada en el trabajo, eso había sido muy atrevido y perfecto.

Así era Jimin. Muy pasional y travieso.

También recordó que ya habían tenido sexo en el auto, había pasado una noche que ambos dieron una vuelta y claro, las ganas siempre ganan, ellos sabían que con la mirada lo decían todo. La pena no existía en su relación.

—¿Por qué sonríes? —Preguntó su padre llamando su atención.

Yoongi reaccionó tratando de actuar normal mientras cocinaba.

—Solo recordé algunas cosas.

—¿Es Jimin, cierto? —Yoongi volvió a sonreír—. ¡Lo sabía, eres muy obvio, Yoongi!

—Papá...

—Es la verdad ¿Acaso crees que no los vi besándose en el trabajo? —Su padre soltó una risa—. Son unos traviesos —Suga tampoco pudo evitar reír.

—Solo fue un beso.

—Sí, claro. Aun no puedo creer que ese chico te haya puesto así.

—Bueno... Jimin es diferente.

A pesar que Yoongi nunca había tenido una relación oficial, sabía que con Jimin todo era diferente, incluso las personas que había conocido no se comparaban ni un poco a lo que era su chico de cabello naranja.

—Es tu primer novio, eso es entendible.

—Quiero hacerlo feliz —Suga dijo eso de nuevo con una sonrisa—. Me gusta verlo todos los días y causarle siempre una sonrisa, porque él me la causa a mí.