Lo que la mentira esconde - Yoonkook. Yoonmin. Jikook.

Capítulo 17

Había tenido mucha suerte de que las cachetadas que Taeyang le había dado, no le hubieran lastimado la cara. Se miraba el rostro en el espejo tratando de buscarse alguna herida, tampoco quería que su padre le preguntara algo.

Yoongi lo lastimaba muy fuerte y ahí sí que corría al espejo para verse el daño, ahí sí que le preocupaba en verdad. En este caso la diferencia era mucha, los golpes de Taeyang habían sido simples caricias delante de los de su hermano, pero aun así no quería que su rostro estuviera lastimado, aparte que Suga no lo había golpeado y si le veía un golpe también preguntaría quien lo golpeó.

Porque solo Suga podía golpearlo. Solo él.

La herida de su nariz ya no se veía mucho, solo como un pequeño rasguño, golpes ya no tenía pero si leves dolores por el idiota de Taeyang, fuera de eso, no tenía nada.

Yoongi había organizado otra cena invitando a Jimin a la casa, obviamente su padre tenía que estar ahí, aparte que eso hacía sentir más cómodo a Jungkook porque estaba seguro que si se quedaba solo con esa pareja, vería cosas que no quería ver.

Terminó de arreglarse el peinado y salió de su habitación.

Cuando llegó a la sala su padre estaba sirviendo todo en la mesa con su hermano, Kook solo los miró sintiéndose algo inútil por no saber en qué ayudar, aunque si lo hubiera querido Suga lo hubiera mirado de una mala manera, por eso mejor se quedó quieto y justo en ese momento el timbre sonó.

Con pasos rápidos llegó hasta la puerta abriéndola y dejando ver al de cabello naranja que tenía una sonrisa en el rostro.

—Hola, Jungkook —Saludó, Jimin.

—Hola, Jimin, adelante —Kookie se hizo a un lado para que Jimin pudiera pasar.

Una vez que el de cabello naranja entró, Yoongi caminó rápidamente hasta él para darle un beso en los labios. Jungkook los miró rápidamente y después fue hasta el comedor donde su padre acomodaba los platos.

—Bueno, es un gusto volver a verte por aquí, Jimin.

—Lo mismo digo, señor —Jimin y el mayor se dieron la mano y después todos se sentaron para cenar.

Como la primera vez, Jungkook estaba a su lado de su padre sin decir nada, solo comía, asentía y de vez en cuando levantaba la mirada o le decía una palabra muy corta para no ser grosero.

La verdad era que estaba muy cansado, no tenía ánimos de seguir en la mesa pero por no ser grosero con su padre y por qué no quería recibir una golpiza de parte de Suga, se quedó ahí.

—¿En serio era muy competidor?

—Debiste verlo cuando jugaba basquetbol en la escuela, era muy, muy bueno.

—Eso tengo que verlo.

Jungkook alzó la mirada entendiendo el nuevo tema de conversación, cuando Yoongi jugaba basquetbol.

No iba a negarlo, su hermano era muy bueno en ese deporte y su padre y él iban a apoyarlo cuando su equipo jugaba.

—Podrías inscribirte en el partido de fin de semana que organizan cerca de aquí, Yoongi, así podríamos ir toda la familia a apoyarte —Animó su padre.

—Ahhh, no lo sé, creo que estoy algo oxidado con eso —Dijo con un leve sonrojo que para Kook era curioso, su hermano no era así, aunque ahora con Jimin, todo era posible.

Pero claro, solo con él, porque cuando su padre y Jimin se iban, podía volver a ser el mismo monstruo golpeador que no dejaba vivir en paz a Jungkook.