Lo que la mentira esconde - Yoonkook. Yoonmin. Jikook.

Capítulo 26

Yoongi no observó toda la pelea de Jungkook porque lo había ido a buscar. No. Yoongi vio toda esa escena porque necesitaba ubicar quien era el cabrón que lo molestaba.

Estaba esperando sí, pero no necesariamente por su hermano, sino porque quería ver bien a ese Taeyang y a sus amigos de los que Jungkook le había hablado.

Y los vio.

Vio como intimidaban a su hermano y a Taehyung, vio cómo se burlaban de ellos, vio como Taeyang provocó a Jungkook murmurándole algo. Vio todo lo que debía ver para saber quiénes eran esos hijos de puta que golpearía.

Se reprendió un poco cuando su hermano golpeó al más algo y ambos cayeron al suelo, incluso pensó que Taehyung se metería pero lo detuvieron. Pudo ver con claridad como Taeyang golpeó a Jungkook y después lo pateó un par de veces hasta que llegaron los profesores.

Yoongi observó muy bien los rostros de cada uno de ellos. Se reían, se burlaban a pesar de las cosas. Fijamente puso sus ojos sobre cada uno de ellos.

Y Yoongi también sonrió. Sonrió porque sabía perfectamente lo que iba hacer.

Ya le había comentado a Namjoon que unos idiotas estaban molestando a su hermano y necesitaba ayuda para detener las cosas, por supuesto el moreno no se negó y aceptó ayudar a Suga en lo que necesitara.

Antes de llegar a casa, pasó a casa de Namjoon para pedirle que le consiguiera un bate de béisbol de metal, el más alto aceptó asegurándole que no se le olvidaría y claro, también otras cositas que ambos necesitaban.

Cuando llegó a casa buscó a Jungkook hasta verlo en su cama completamente dormido, pudo ver un par de pastillas en su mesita de noche y supo que había ido al hospital. En ese caso Yoongi no se molestó.

Mientras lo miraba pensaba perfectamente lo que iba hacer con esos idiotas que molestaban a su hermano.

Jungkook no era un chico problemático, siempre fue sumiso en ese aspecto y Suga lo sabía, lo sabía muy bien porque él era quien lo golpeaba y su hermano nunca ponía resistencia.

Su padre tenía razón, él prefería mancharse las manos de sangre antes que hablar.

Y eso iba hacer.

Se dio una ducha y al salir volvió a ver a su hermano en el cuarto, cruzó sus brazos mirándolo tan plácidamente durmiendo, incluso le pareció tan tierno que tuvo ganas de acercarse y tocarlo.

Pero no lo hizo.

Solo hasta que el menor despertó y le pidió que se alistara.

Cuando dejó a su hermano con Jimin y Hoseok, dijo que iría por Namjoon y eso hizo. Solo que no con la intención de volver.

—¿Trajiste todo?

—Todo —Aseguró el moreno mientras se colocaba unos guantes negros—. Tu bate está en el asiento trasero.

Suga asintió mientras manejaba directo a la escuela de Jungkook. No era fácil de adivinar que esos idiotas estarían castigados y saldrían algo tarde.

Yoongi estacionó el auto enfrente de la escuela mientras encendía un cigarro.

—¿Nos quedaremos aquí?

—Solo vamos a esperar un poco.

—¿Cuántos son?

—Tres o cuatro, no sé. Pero a los otros también será bueno darles un aviso.