Cap 34

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Los escorpiones aparecieron detras de ellos, eran color negro con marcas verdes por todo sus cuerpos.
-¿Que son esas marcas que tienen?-pregunto Andres
-Eso es su veneno.-explico Raul-Un escorpion normal tiene su veneno en la punta de su cola, pero estos son literalmente un bomba viviente, no explotan si no su veneno sale disparado en todas partes a gran velocidad.-
-¿Y como evitamos una explosion de veneno y mas de un escorpion que nos puede cortar a la mitad?-pregunto Andres.
-Se necesita reflejo, pero ese ataque solo lo tienen la criaturas con poderes psiquicos, por ejemplo la cobra.-explico Robert-Pero los escorpiones de maldicion deben quedarse quietos para hacer la explosion de veneno.-
Todos alegraron al saber eso, pero los escorpiones se acercaban mas y mas.
-Papá, eres un dragon agujero negro, ¿no puedes hacer un agujero de gusano enfrente de nosotros y llevarnos hasta la salida?-pregunto Hermes.
-No, podria causar que un agujero negro se quede y se trague todo.-le respondio
Se acabaron las ideas, y los escorpiones estaban demasiado cerca.
-Ya se un hechizo de velocidad.-sugirio Mikasa.
-Pero no sabemos como hacerlo.-dijo Hermes.
-Es porque nos lo enseñaron en la clase de defensa y ofensiva, y ustedes se durmieron-siguio Mikasa.
-¿Como que te dormiste?-pregunto Sophie a Hermes.
-Mikasa haz el hechizo.-grito Hermes.
Los escorpiones se acercaban mas y mas.
-Dadicolev Draco.-grito Mikasa.
Los cuatros dragones se alejaron de los escorpiones a toda velocidad y llegaron a la salida.
-Al fin llegamos.-dijo Andres tirado en el piso.
-Mikasa eso fue genial,¿Mikasa?-Hermes miro a la salvadora.
-Estoy cansada, ese hechizo me agotó por completo.-Mikasa se bajo del lomo del Sophie y se volvio a transformar, igual que Raul.
-Muy bien descansemos un rato, porque nos espera la carta y no sabemos lo que podria pasar.-dijo Robert acostandose en el suelo con su esposa aun transformado y con sus hijos pequeños.
Estuvieron asi por media hora.
-¿Segura que estas bien?-preguntaron los demas a Mikasa.
-Si, solo cansada ya les dije.-les respondio.
Se podia escuchar a los escorpiones en la oscuridad de la cueva.
-Alparecer se fueron a continuar su letargo.-dijo Raul aliviado.
-¿Como es que conoces tanto de esos escorpiones?-pregunto Andres.
-Cuando tenia 4 años yo vivia en una aldea nomada, mi familia eran los lideres,-Raul miro hacia al piso al contar su vida-, estabamos preparando todo para movernos pero un hechizero aparecio, ofreciendonos proteccion y comida pero lo rechazamos, sus ojos empezaron a brillar y unos escorpiones de maldicion aparecieron.-
Todos se miraron entre si, nunca vieron a Raul tan triste antes.
-Los escorpiones le lanzaron veneno a mi gente y los conviertieron en piedra, solo uno pocos sobrevivieron, entre ellos yo y mi familia, pero mi mamá murio porque una gota del veneno la toco.-Raul termino de contar su historia y se fue a un rincon triste, todos lo miraron apenado.
-Raul ven con nosotros.-dijo Sophie.-acurrucate como los pequeños junto a nosotros.-
Raul fue y se acosto junto a los padres de Hermes. Al acostarse, sintio el amor de una madre que no sentia desde hace mucho y empezo a llorar. Recordando las aventuras que tuvo de pequeño, las risas, los sueños y sus padres.
-Lo sentimos.-dijeron los demas.
-Esta bien.-les respondio Raul.
Todos se juntaron para consolar a Raul y funciono tanto que se quedo dormido junto a los pequeños.
-En la escuela se veia feliz y todo, nunca lo vimos asi.-dijo Hermes.
-Eso ya no importa, lo que importa es que dejo de cargar ese peso.-le contesto Sophie, mirando a Raul aun transformado y los pequeños acurrucados juntos.
Los rugidos de los escorpiones se fue apagando hasta que se oyo silencio.
-Sagiretios.-dijo Andres.
Tomo a los pequeños dragoncitos y los acomodo en el suelo. Sus escamas se estaban volviendo oscuras como la noche.
-Estan desapareciendo.-dijo Hermes.

Evoker y la legendaria carta del dragon de rubyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora