Under the Wisteria Tree

Para la Fecha

No tengo control sobre mis acciones y realmente solo se me ocurrían cosas agridulces para su cumpleaños. ¡Pero esto va con mucho amor!
#FelizCumpleañosTapioka

(08/02/2020)
Arte: W51Ku
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Este día no es el preferido de Nezuko. Si estuviera en su poder lo borraría del calendario y pretendería que no existe. Le molestan los octavos días del mes de febrero.

No es como si en Japón fuera una fecha especialmente relevante o que sea algo que le afecte directamente en su persona. En realidad es algo más sentimental que le lastima, no a ella, sino a su hermano.

¿Por qué Giyuu Tomioka tuvo que decirle sus sentimientos a Tanjiro antes de partir? ¿No se los pudo llevar a la tumba y dejarle vivir en paz hasta el día de su muerte? Ahora su adorado hermano mayor se atraganta en llantos intercalados en esta fecha desde hace tres años. La muchacha dejó de intentar consolarlo desde la segunda ocasión pues entendió que no había poder en la Tierra que detuviera el pesar amargo que cargaba su pariente. Le dolía, le quemaba no poder ayudarlo y sólo hacer oídos sordos a los lamentos ajenos le apena, así que no saber qué hacer más allá de huir a los brazos de su amado para darle privacidad al pelirrojo.

No odia a Tomioka, no podría odiar al hombre que le salvó y que le dio amor a Tanjiro a pesar de no ser explícito. Claro que el chico Kamado le quería y es más que obvio que nunca se lo dijo. Nezuko lo sabía, no era estúpida y de verdad le gustaba creer que después de derrotar a Kibutsuji ambos usuarios del Aliento de Agua podrían vivir en paz juntos. Pero el destino es un maldito.

Odia la fecha, la odia con cada partícula de su ser. Detesta cuando el día anterior Tanjiro se muestra particularmente callado y frío; repudia el día posterior cuando el chico luce tan fuerte como de costumbre pero en el interior está tan jodido que la pena le brota en la mirada.

Y una vez más, ella escapa de la Finca de Agua a visitar a Zenitsu quien no necesita preguntar pues nadie es ajeno al ritual que Tanjiro práctica sin falta en cada aniversario del natalicio de Giyuu, en su memoria.

Nezuko se pregunta, ¿sería distinto si esos sentires hubiesen sido confesados cuando aún era tiempo? Seguramente su hermano le hubiera podido amar libremente y el moreno lo habría amado tanto como su actitud tranquila le permitiera y aún cuando la muerte del Pilar de Agua fuese inevitable, le invadirían recuerdos de un amor bien vívido y no los pensares vacíos de una posibilidad que no se dio con el sabor amargo de una confesión amorosa salida en el soplo de un último despido y la presión de labios resecos sabor a sangre, tierra y desespero.

Después de la velada ella regresa cuando sabe que el rastro de lágrimas a sido limpiado del rostro juvenil y atractivo. Hierve su sangre, metafóricamente hablado claro está, pues sin necesidad de palabras sabe que sin importar que alguien le confiese su amor, Tanjiro nunca aceptará a nadie dado que su corazón será fiel al hombre que se lo arrebató con apoyo incondicional, gestos toscos, conversaciones incómodas y miradas cálidas.

"Oh, Tomioka-san, usted fue amado tanto en vida como en muerte." Piensa ella mientras sirve el té observando el cansancio y la añoranza en el único ojo bueno que tiene su acompañante. Los pétalos del árbol de glicina que florece todo el año caen, Tanjiro aspira con fuerza para dejar escapar un suspiro lastimero.
Nezuko llora pero se recupera lo más rápido que puede sentándose al lado del muchacho vencedor.

En el suave viento helado que aún sopla en rezago del invierno que se marcha, la misma felicitación sincera junto con la promesa dulce brota de los labios que no saben emitir una mentira.

"Feliz cumpleaños, Giyuu. Siempre te amaré".

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Esto sucede cuando aún se tiene la presión del último capítulo del manga en la garganta.