Bajo el árbol de glicinas, en aquél pequeño lugar alejado del mundo, la gente va y viene aplastando los pétalos que caen. Pero las historias se conservan como susurro en el viento.
Relatos que abarcan la relación entre Giyuu Tomioka y Tanjiro Kamad...
—¿Estás seguro de tus padres no notarán que no estás? — Preguntó Giyuu con incredulidad ante la actitud despreocupada del muchacho quien, al escucharlo, despegó su vista del camino delante de él.
—Hace tiempo que "me fui a la cama", no habría necesidad de preocuparse, Giyuu-san —. Responde con emoción en su voz, cada vez más entusiasmado ante su travesura —No lo pienses mucho, Giyuu-san; he estado esperando este concierto desde hace tiempo, ¿qué mejor que ir contigo?
Tomioka sonríe con ligereza porque Tanjiro le trae tranquilidad y esa cita la tenía planeada desde hace meses. Además, ¿qué probabilidad había de que sus suegros descubrieran el elaborado plan del pelirrojo?
[...]
Mientras tanto, en la Casa Solar:
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