#25

1.1K 166 43
                                    

#MesGiyuuTan
Algo extraño para practicar.

(11/03/2020)

:. :. :. :.

Él siempre está sentado en la parada de autobús del otro lado de la calle. Lo ve en las mañanas cuando toma el trasporte para el trabajo, y cuando regresa en la tarde el muchacho sigue ahí, esperando por algo.

Cuando es temprano y hace frío, no distingue algo que le cubra el cuerpo más allá de esa sudadera verde de siempre, ¿no lava su ropa? A Giyuu le parece muy extraño ese desconocido pero busca ignorarlo porque sea lo que sea no es de su incumbencia, cada quien decidía como vivir su vida.

Los días pasan y la vista se ha tornado común; el extraño jamás levanta la mirada del suelo y eso le ayuda un poco para no caer en la incomodidad de verse descubierto en su acoso. Ha pensado en cruzar hacia el otro extremo, aparentar tranquilidad y tal vez hablarle un poco para descubrir si estaba bien porque ya no era natural.

Se estira un poco, tomando la decisión de finalmente entablar conversación con el chico sin embargo, el camión ha llegado y sus planes se ven frustrados, tal vez era el destino. Toma asiento y mira por la ventana sin esperar nada llegando a sorprenderse cuando la cabeza pelirroja se alza en su dirección mostrando sus ojos grandes y rojizos que le observan brevemente antes de que comience su andar.
No deja de pensar en el suceso por lo que resta del día con las ansias por regresar lo más pronto al lugar y, definitivamente, dirigirle la palabra.

Listo, Tomioka baja las escaleras de metal hasta pisar concreto, espera a que el humo propio del vehículo se disipe pero, ¡oh, sorpresa! La figura masculina no se encuentra del otro lado, está ahí, justo frente a él vistiendo las mismas ropas de siempre, con la postura de siempre pero sin la mirada gacha, como nunca.

"Debo decir algo ahora". Se dice con fuerza de voluntad recorriendo su cuerpo y decide tomar asiento junto al muchacho como quien no quiere la cosa. Piensa en qué decirle sin sonar estúpido, no funciona.
Respira pesadamente, acumulando valor porque iniciar una plática nunca ha sido su fuerte y nunca lo será.

—Buenas noches —, comienza cortésmente y el brinco que su acompañante hace le toma desprevenido, aún así continúa —¿sabes? Siempre te veo en las mañanas antes de irme al trabajo; no es intencional, lo prometo, pero me parece curioso —. La voz le suena ronca y deseaba no haber arruinado la oportunidad.

Los orbes brillantes sólo lo examinan de pies a cabeza, la respingada nariz olfatea como si se tratara de un sabueso, se siente expuesto y un poco ofendido. ¿No era agradable? Repentinamente el otro se alza para plantarse delante de su cuerpo con expresión incrédula.

Los labios se abren y pronuncian palabras confusas para el moreno —No se supone que me puedas ver.

"¿Qué ha dicho?"

—¿Disculpa?

—No se supone que me puedas ver. Los vivos no me pueden ver, ¿por qué tú sí? —Su tono era de miedo pareciendo absurdo en la situación.

Giyuu no parece salir de su trance sino hasta que el pelirrojo toca su hombro con manos frías; corre lo más lejos que puede hacia su hogar y pretender que nada ha sucedido esa noche.

(...)

No lo vuelve a ver la siguiente vez, ni todos los demás días y la culpa le carcome con lentitud. Quizá perdió una oportunidad única por su cobardía, tampoco consiguió saber su nombre u otra cosa.

Suspira al ver como de nueva cuenta debe subir dentro de la máquina de metal con asientos duros. Ya no hay alguien que pueda ver por el cristal tornándose en un momento algo triste.
Siente presión a su costado y voltea con molestia en sus facciones topandose con una sonrisa radiante y ojos bonitos que le dañaban los nervios.

—Te fuiste y ya no pudimos hablar —. Escucha y no parece ser que alguien más lo hiciera —Mi nombre es Tanjiro, es un gusto conocerte.

—Mi nombre... — Susurra intentando no llamar la atención de los demás pasajeros —Me puedes decir Giyuu.

—Giyuu-san, tenemos mucho de qué hablar.

Under the Wisteria TreeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora