Under the Wisteria Tree

#1

Esto iba para el primer día del #MesGiyuuTan porque me propuse escribir algo para cada día. Iniciaba el día 15/02 pero publiqué tarde. Ahora debo un día.

(16/02/2020)

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[Omegaverse]

—Papi, ¿qué es un orgasmo? — La pregunta de su pequeña cría le había tomado desprevenido. Es decir, estaba de lo más tranquilo del mundo sentado escribiendo una carta a la señorita Koinatsu y no se preocupó al ver a su adorable nena de cabellos rojos gatear hasta su regazo.

La tinta goteaba de su pincel manchando la cremosa hoja, pero eso había quedado en segundo plano pues los ojos curiosos de la pequeña Kie lo observaban con insistencia. Del otro lado de la habitación le llega el aroma de Giyuu, una mezcla entre terror e incredulidad.

Tanjiro voltea levemente su rostro, mirando después de un ajetreado día los ojos de su pareja, y le frunció el ceño. No lo culpen, sigue molesto con el moreno desde lo que pasó en la mañana.
Detener su entrenamiento con los demás era una falta de respeto. ¿Qué se creía? Su alfa, sí, ¡pero eso no es suficiente!

Mira de nueva cuenta la pureza de la pequeña aún sin saber qué contestar.

—Kie —, la voz de Tomioka suena tosca para el gusto de la niña —¿de dónde sacaste esa palabra?

—¡El señor Uzui me dijo que es un regalo! — Exclama con sus manitas al aire —Que es algo que las parejas se dan entre sí y creí que ustedes me podrían decir a qué se refiere.

Sí, definitivamente mañana tres mujeres iban a quedar viudas cortesía del Pilar de Agua. El mundo no lo iba a extrañar de todos modos.

Su boca se abre sin algo concreto que contestar; una mentira piadosa en pos de alejar las cosas inapropiadas del vocabulario de Kie.

—No lo sé —. Dice Kamado en su lugar, luciendo tan radiante como de costumbre. Esperen un momento...

"¿A qué se refiere?"

—No lo sé, Kie —. Repite mientras le acomoda entre sus piernas.

Se gira lo suficiente como para mostrarle a los ojos azules la maliciosa risa que se formó en sus labios. Giyuu traga ante la expresión que usualmente le prendería de excitación, ahora estaba preocupado.

—No lo sé porque nunca he tenido uno —. Finaliza y no necesita mirar el rostro de su alfa para saber que le ha destruido el orgullo.

"¡Qué indignación!"

No se arrepentía de nada, se lo merecía por herir su honor. Pero lo más seguro para Tanjiro era tener a su cría cerca y regular su expulsar de feromonas, un hombre ofendido como su pareja podría buscar venganza.

Ya quería verlo intentarlo.