INTERNADO// Taegi [TERMINADA]

Felicidades, ahora callate

Suga

Llevaba 1 año ya de completo silencio alrededor de mi, varios engaños y mentiras me dejaron como ahora estaba pero realmente no hacía mucho daño, a la larga te acostumbras e incluso te gusta, pensaba que pasaría el resto de mis días así sin que nadie me molestara hasta que escuche la puerta viendo entrar a alguien como si nada.

— ¿Y tú qué demonios haces aquí?

El chico era bastante alto, se notaba fuerte pero aún tenía cara de niño, me miró bastante curioso de abajo hacia arriba, no me contestaba así que solo le volví a hablar preguntándole si era tonto, por fin me respondió y tras una larga charla de por qué si debería irse, no se fue, si, no se fue.

Tuve que ceder ya que realmente aquí no ponen a nadie más que no tengan habitación aunque realmente no me molestaría dejarlo dormir afuera, termine de darle mis claras ordenes de sueño quería que se acercara a mi, ni a mis cosas, el acepto mostrándome una sonrisa cuadrada bastante bonita, borre mis pensamientos y seguí ignorándolo en lo que él se acomodaba

— ¿Cómo te llamas?

Cierto olvidaba que nadie acá sabe mi nombre real, de hecho no puse mi nombre real en ningún dato por si debían llamar a mi madre así ella no sabría quién demonios es suga, diría que es número equivocado y jamás se enteraría de lo que realmente hago aquí, de todas formas a ella no le importa, hace demasiado que no le importaba.

-Solo dime Suga

El obviamente no se quedo conforme y me estuvo preguntando cada 5 minutos si ya le daría mi nombre, me estaba irritando tanto que le aventé el libro que estaba leyendo.

-¿¿¡¡Quieres callarte??!! ¡Me tienes arto! ¡¡Y solo llevas 3 horas aquí!!

Me miro muy confundido diciéndome que solo llevaba 30 minutos, genial el es tan irritante que ya siento que lleva una eternidad aquí, le volví a repetir que se calle pero comenzó a contarme que le gustaría ver el lugar, que no sabía dónde estaban los salones ni nada, yo solo lo ignoraba, no quería saber la historia de su vida.

-Felicidades, ahora ¡cállate!

Me miro más dolido y pero aún así después me sonrío aceptando, se acosto en su cama quedándose dormido, me sentí más aliviado de que se callara y me voltee para hacer lo mismo pero entonces me llego un sentimiento que hace mucho no le llegaba

Culpa.