27. Vocalista

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— ¿Nunca se han sentido como si solo fueran piezas en el juego de mesa de alguien, y cuando están a punto de llegar a la meta, ese alguien ríe cruelmente, los toma y los regresa de nuevo a la línea de salida? —Preguntó Saburota con voz apagada.

— ¿Por alguien te refieres a "Dios"? —Inquirió Taho con sarcasmo.

— Claro que no, yo no creo en Dios. —Continuó Saburota soltando un bufido—. Pero si creo que la vida a veces puede ser injusta.

Tras escuchar esto los tres soltamos un suspiro de resignación y continuamos comiendo en silencio. Después de lo sucedido con Mio había citado a Saburota y a Taho en "Happy Food" en la tarde para contarles lo sucedido. No había tiempo que perder, entre más rápido decidiéramos que iba a pasar con nuestra banda tras el abandono de nuestra prodigiosa vocalista era mejor.

Ya que nadie agregó nada más a las frases depresivas pero realistas de nuestro líder, Taho carraspeó en voz baja y volvió a hablar con inseguridad:

— Bueno... Creo que es el peor momento para decirlo, pero... Yo también estaba pensando en que lo mejor era dejar la banda tarde que temprano.

Saburota miró incrédulo a Taho, al tiempo que se quedaba boquiabierto. Por mi parte tomé el tenedor que estaba al lado de mi plato y lo apunté peligrosamente a la yugular de mi hermano menor.

— ¿Estás seguro de lo que dices?

Pregunté con una voz baja y sombría a la que Taho solo pudo mirarme confundido y tragar saliva. Saburota continuó hablando tomando mi tenedor y bajándolo lentamente:

— Daigo, no puedes amenazar a tu hermano menor con un tenedor...—Acto seguido tomó su respectivo cuchillo y de igual manera lo apuntó al cuello de Taho observándolo con malicia—: Apúntalo con un cuchillo, es mucho más filoso.

— No hagan esas bromas tan crueles...—Suplicó Taho entre risas nerviosas.

— ¿Quién dice que es una broma?

Respondí fríamente, Taho abrió sus ojos desmesuradamente y forzó una sonrisa. Le dirigí una rápida mirada a Saburota, con lo cual entendió que Taho en verdad se lo estaba creyendo, lo mejor iba a ser dejar de bromear de una vez. El baterista dejó caer el cuchillo sobre la mesa, torció la boca y desvió la vista impaciente.

— Lo siento mucho...—Susurró Taho bajando la mirada con tristeza.

— Taho, no quiero otro bajista que no seas tú.

Confesé con voz dolida, cerrando mis manos en puños con fuerza sobre la mesa. Taho me miró por varios segundos con dolor para volver a bajar la vista, sus labios temblaron levemente, simplemente no tenía idea de que responder.

— ¿Acaso hice algo malo para que quieran dejarme? —Continué con una baja voz apenas audible para después completar en mi mente—: "Ahora solo falta que Dororo entre por la puerta, me diga que me odia y que no quiere volver a verme".

— Hermano... Todos sabemos que mis habilidades musicales no se comparan a las tuyas y a las de Saburota-san. —Me respondió finalmente con voz raposa—. Creo que, si sigo con ustedes, solo estorbaría...

— Si practicas arduamente, estoy seguro que...

— ¡Lo he intentado! —Taho alzó su voz con frustración—En verdad lo he intentado, pero no importa que tanto me esfuerce, simplemente no puedo alcanzarlos. Yo... me he dado cuenta que no quiero que esto sea mi futuro, amo la música, pero no es mi pasión como lo es para ti...

Apreté mi mandíbula al escuchar sus palabras, Taho me sostuvo una mirada nerviosa y triste. Dolían, las palabras de mi hermano menor me dolían, pero aun así ese dolor no era tan intenso como lo que me había hecho sentir Mio horas antes ¿Por qué era así? Probablemente era porque Taho nunca me había mentido, él nunca se había atrevido a engañarme como ella lo había hecho. Ese día pude entender que la traición dolía más que la sinceridad.

Las notas de mi corazón [Dororo AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora