Hyakkimaru, tú siempre has sido la persona a quien más he admirado. De vez en cuando me llegan los recuerdos de nuestra niñez. Muchas veces yo hacía travesuras y tú te echabas la culpa para que nuestro terrible padre no me regañara o lastimara. Siempre me defendiste de bravucones en la primaria y compartías conmigo tus juguetes o discos de música sin pensarlo. A pesar de esto, hubo algo que nunca fuiste capaz de compartir conmigo, me lo arrebataste guardándolo recelosamente solo para ti, y eso fue el corazón de Dororo.
— ¡No, esto no puede ser! —Grité con desesperación mientras vaciaba mi mochila y dejaba que todo cayera al suelo—¡No las encuentro por ningún lado!
Presa del pánico ignoré mi mochila lanzándola a un lado para comenzar a esculcar entre mis ropas. Hyakkimaru ya estaba más que acostumbrado a mis agudos gritos, por esta razón optó por ignorarlos y sentarse tranquilamente en el suelo para comenzar a guardar todas las cosas en mi mochila de nuevo.
— Es imposible, tampoco están aquí. —Le dije mientras bajaba la vista hacia él—. Perdí mis llaves del departamento.
— ¿Crees que se te cayeron? —Preguntó al tiempo que miraba con interés mi lapicero con forma de conejo.
— Es probable que se cayeran mientras huía.
Me fue imposible no volver a verme afectada por la tristeza al darme cuenta de todo lo que me seguía pasando por culpa de esos tres imbéciles. Apreté mi mandíbula y desvié la vista reprimiendo mis lágrimas. Sabía que verme llorar preocuparía a Hyakkimaru, como no deseaba hacerlo me obligué a mí misma a reprimir mis sentimientos.
Hyakkimaru se levantó al tiempo que dejaba escapar un pesado suspiro, ya habiendo guardado todas mis cosas en mi mochila le sacudió un poco el polvo que tenía y me dijo con serenidad:
— No te preocupes, no es tu culpa. Voy a escribirle un mensaje a Mio para decirle que pasaremos a su trabajo para que pueda darte sus llaves...
— ¡No, no puedes hacer eso!
— ¿Por qué no?
— Mira como estoy, Mio nee no puede verme en este estado. —Agregué con indignación, auto examinándome—. No puedo mentirle diciendo que me caí o algo así, ella me conoce muy bien, se daría cuenta de inmediato de que le miento...
— Entonces dile la verdad.
— Tampoco puedo hacer eso. —Mis ojos humedecieron, comencé a jugar con mis manos para distraerme con algo—. Ella se preocuparía mucho por mí al saberlo, tanto que estoy segura que incluso querría salir del trabajo. No puedo hacerlo, no puedo molestarla de ese modo.
Permanecimos en silencio por unos segundos, de reojo pude ver como Hyakkimaru me observaba con preocupación y tristeza mezcladas. Se acercó a mí, y me respondió con suavidad mientras acariciaba mi cabeza con ternura:
— Tal vez no ahora, pero después estaría bien que le contaras lo que pasó. Ella es tu amada prima, se preocupa mucho por ti y te quiere, necesitas su apoyo también. No creo que debas dejarla al margen de esto.
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Las notas de mi corazón [Dororo AU]
FanficDororo es una jovencita que ha quedado huérfana a sus cortos trece años de edad. Sin más apoyo que el de su querida prima Mio, decide mudarse a Tokio con ella. Tras este gran cambio, el mundo gris y plano de Dororo comienza a llenarse de color de nu...