Cuando se abre la puerta, sale con un pantalón de chándal, corto, cómo de costumbre, y solo el pantalón, con ayuda de una toalla se está secando el pelo. Me fijo, buscándole las heridas, pero solo encuentro cicatrices. Hasta que me encuentro con sus ojos. Me mira, serio.
- ¿¿Estás bien gorrión??.- me dice con dulzura.
Su cara ya no está en tensión, hasta juraría que sonríe.
- Si.- balbuceo.
- Menos mal que llegué justo a tiempo.- dice con preocupación en sus ojos.Este hombre, parece una escultura, tallada por alguien que quiere materializar lo que es la virilidad masculina. Mueve sus brazos y se marcan sus músculos mientras frota su pelo con la toalla.
- Quería pedirte disculpas, Lo siento.- le digo sin pensarlo, de repente.
- Me siento en la obligación de cuidarte, estás en desventaja contra dos lobos, eres muy pequeña, gorrión.- sonríe.Su sonrisa me hace sonreír.
- Después de lo que has visto supongo que tendrás un millón de preguntas que hacerme...- dice esperando una respuesta.
"El lobo blanco", entonces no ha sido mi imaginación, era él.
Asiento con la cabeza.
- ¿Por qué eres un idiota prepotente a veces?.- Procedo.
El suelta una carcajada escandalosa que le sale de lo más profundo, de tal modo que me contagia la risa.
- ¿Eres un lobo?.- acierto a preguntar.
- Más o menos.- responde.- según lo llaman en la aldea, soy poseedor de "El Instinto", que es la capacidad de verse como un Lobo. Es algo con lo que se nace.- ¿Te transformas desde pequeño?
- No... Se activa en la edad de la pubertad más o menos, yo no me lo esperaba, cuando un día de repente, me vi como un lobo y además, fue algo que me resultó muy difícil controlar. Por eso cuando he llegado a la cabaña después de la pelea con los lobos, no quería que te acercaras a mi, por que aún tenía el instinto activo, en ese momento el animal interno lo tenía muy cerca y podía resultar peligroso.
- Pensaba que estabas de lo mas irritado y enfadado conmigo.
- No, solo estaba intentando protegerte, gorrión.- Dice mirándome a los ojos.Suelta la toalla y se sienta a la mesa, en frente mía.
- ¿Te sale solo? - Creo que se me nota la curiosidad.
- No, con el tiempo he aprendido a "llamar el instinto".Estoy alucinando, todavía me cuesta creer que he visto a un hombre convertirse en un lobo gigante, pero ahí está, contándome gustosamente cómo lo consigue, mientras come tan tranquilo.
- ¿Queda algo de ti cuando eres un lobo?
- Cuando yo tengo el instinto activo tengo un cierto grado de conciencia, pero algo muy profundo. Soy prácticamente un animal, puedo resultar peligroso. Por eso cuando nací, mi padre construyó está cabaña, para que aprendiese a controlar el instinto lejos de la aldea. Es muy impredecible cuando alguien tan joven puede transformarse en un lobo de esas características.
- ¿Todos los habitantes de la aldea os transformáis?
- En absoluto, solo se transforman hombres, mujeres no, es más ni siquiera todos los hombres, mi padre tiene la capacidad de "llamar al instinto", mi abuelo también.Si no fuese por que he visto con mis propios ojos al lobo blanco que él esconde, pensaría que me está contando la trama de una película.
Ni siquiera estoy comiendo, lo escucho atentamente, con la boca abierta.- ¿Por qué solo hombres? ¿Y por qué solo algunos podéis "llamar al instinto"?
- Te voy a contar algo de una forma muy resumida. Cuenta una leyenda en la aldea, que una noche de luna de sangre una loba preñada dio a luz un bebé humano, según esa leyenda los que podemos llamar al instinto somos sus descendientes.
Y lo de que solo los hombres podemos activar el instinto... pues sinceramente no sabría decirte por qué, es así... es lo único que sabemos.- ¿Eso tiene algo que ver con tu temperatura corporal?
Me mira confundido con la pregunta.
- Lo digo por que normalmente apenas llevas ropa...
Se echa a reír.
- Supongo que sí, algo tendrá que ver, pero yo también lo hago por qué para mí es más cómodo. ¿Sabes la cantidad de ropa que he roto las veces que iba vestido, al llamar al instinto?. Es más hoy mismo me he cargado unos pantalones, menos mal que tengo algo de ropa escondida fuera de la cabaña o habría llegado desnudo.
Mi mente sin querer visualiza esa imagen, y noto el calor en mi cara, agacho la cabeza e intento comer para disimular...
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En la Boca del Lobo
RomanceTU BODA: Un día que llevas planeando prácticamente toda tu vida, pero: ¿Y si acabas siendo secuestrada ese mismo día, y te ves en una cabaña en medio del bosque?, ¿Y si te dicen que estás ahí por qué quieren protegerte de lobos salvajes que quieren...