Capítulo 39

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Noto el peso de Liam encima de mi, mientras lo escucho reír.

- No puedes vivir, ya estás enterrada.

Nashua sigue aullando, creo que puede verme desde dónde está, por qué sus aullidos empiezan a ser lamentos. Gritos de dolor, de sufrimiento. No puedo verlo, solo puedo oírlo, lo que me hace arrancar a llorar por la impotencia de la situación, lo están matando y a mi me tienen completamente inmovilizada así que supongo que no saldré viva de este callejón. Creo que hemos perdido, nuestro amor no estaba destinado a que fuese algo real, solo el sueño que vivimos en la cabaña.

Su llanto animal se apodera de mi alma, mi cuerpo quiere rendirse, pero el sentimiento que me procesa mi vínculo no se rinde, aunque eso solo pueda llevarme a más sufrimiento.

- ¡¡¡NASHUA!!! – grito, desconsolada. – ¡¡NASHUA, NASHUA!!

Me desgarro la garganta, intentando tener algún tipo de comunicación con él.

Pataleo, muerdo y araño, intentando quitarme de encima una muerte segura. Hasta que recuerdo algo…
“Cuando soy un lobo, tengo conciencia humana, en el fondo” eran las palabras de Nashua un día que estábamos en la cabaña.

- ¡¡Os ha engañado!! – grito con todas mis fuerzas – ¡¡Os ha contado una gran mentira!!

Parece que los lobos no me oyen, Liam me mira confuso.

- ¿¿Qué estás diciendo?? – pregunta Liam sorprendido.

Yo sigo gritando, intentado llamar la atención de los Tala.

- ¡¡¡EH, TALA!!! – insisto. – ¡¡Este tío os ha mentido!!, ¡¡No tiene en su propiedad ninguna finca!!
- ¿Qué haces?, ¡cállate! – me dice Liam apretando la mandíbula.

Me pone una mano en la boca intentando silenciarme, lo que no se espera es que se lleva un buen mordisco por mí parte. El da un grito de dolor y me insulta, pero yo aprovecho para moverme un poco, al menos para ver a Nashua y los lobos.

Nashua está en el suelo, Onawa, el lobo negro lo sigue teniendo cogido por el cuello. Pero Tayen que está encima, inmovilizándolo, está mirando hacia mi, creo que me ha entendido.

- ¡¡Tala, no hay ninguna finca!!, ¡¡Os ha mentido!! ¡¡Estáis haciendo todo esto para nada!!
- ¡Cállate, joder! – Liam empieza a preocuparse.

El lobo marrón se pone en pie, dejando de paralizar a Nashua. Que con una pata delantera le da un zarpazo al lobo negro y se lo quita de encima. Lo aparta de su cuello. Aunque no se levanta. Cuando el lobo negro intenta morder otra vez a Nashua, el hermano lo para. Y empiezan a comunicarse con sonidos caninos.

Liam está muy enfadado e intenta por todos los medios hacerme callar, tapándome la boca con las dos manos, y a golpes intento retirarlo. Forcejeando con el, yo sigo dando gritos.

- ¡¡Vais a cargar con mi muerte y con la de Nashua, para nada!!, Él se va a ir con todo el dinero, a la ciudad y os dejará aquí tirados, sin finca, y acusándoos de asesinos!!

Liam ni corto ni perezoso, me suelta un bofetón. Pero se lleva un buen susto, cuando levanta la cabeza y se topa con dos lobos enfadados justo delante.

- ¿La habéis creído a ella? – intenta defenderse - ¡Tenemos un trato!
- Estoy diciendo la verdad – intento explicarme. - si no, ¿¿Por qué no quiere que siga hablando??

Los lobos empiezan a gruñir, mirando a Liam. Justo detrás de ellos está Nashua en pie, haciéndome gestos con el hocico, lo que entiendo es que quiere que vaya con él.

Mientras los lobos se acercan a Liam con el pelo del lomo encrespado y soltando gruñidos a la par, él va retrocediendo paso a paso, retrocediendo para mantener la distancia con cada paso adelante que dan los lobos, hasta el punto que queda Liam contra la pared y yo tumbada en el suelo entre los dos lobos. Lentamente me muevo, para ponerme a gatas. Poco a poco y suplicando, procuro salir de ahí en medio gateando, sin llamar la atención.

Salgo de ese círculo prácticamente ilesa, me pongo en pie y echo a correr hacia el lobo blanco. El agacha la cabeza, y lo abrazo, rodeándole con mis manos el hocico, inundando mis pulmones con su aroma, pero solo un instante.

Mi lobo me hace gestos agachándose con lo que entiendo que quiere que me suba a su lomo, encima. Yo de un salto me subo inmediatamente, me agarro bien al pelaje y Nashua echa a correr por la entrada del callejón, dejando atrás a dos lobos enfadados y a un hombre que probablemente no salga vivo de allí.

En la Boca del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora