Lloro desconsoladamente, mientras que el no para de reírse, parece que está disfrutando de mi miedo.
Intento deshacerme de él, pataleo, me retuerzo, grito. Pero eso hace que el lo disfruté más. Se baja los pantalones, y empieza a darle tirones a mis braguitas.
- No, por favor… por favor… por favor… - Suplico llorando.
- ¡Que no te resistas!Un puño, aparece de la nada, un puño que, de un golpe que le propina en la cara, hace que me lo quite de encima, cayendo al suelo. El miedo de repente desaparece, su olor tan característico me invade, me embriaga, me rodea.
- ¡¡Nashua!!. - digo entre sollozos.
Él no me mira, me da la espalda andando hacia Liam, con su melena suelta, sin camiseta y descalzo. Solo con un pantalón gris.
- ¿Quién coño eres tú? – dice Liam, mientras le sangra la boca.
- Aquí las preguntas las hago yo. – contesta Nashua, serio, realmente irritado. - ¿Qué pensabas hacerle?Yo me subo la ropa, cómo puedo, y sin abrocharme el pantalón, huyó a gatas hasta la pared de uno de los almacenes donde me hago una pelota y desde dónde puedo ver lo que está pasando.
- ¡¿Pero qué te has creído?! – Dice Liam mientras se pone en pie.
Claramente es más alto que Nashua. Pero el no conoce a mi vínculo.
- ¿Crees que por ser más alto, tienes algún tipo de posibilidad de salir vivo de aquí? – Le dice Nashua apretando los dientes. – ¡¿Que pensabas hacerle?!
- Mira, no sé quién eres, ni que pretendes, pero esa que está ahí es mi mujer. - Dice Liam con la cabeza alta y señalándome con el dedo.- te estás metiendo donde no te importa, esto es asunto mío.De repente levanta el puño y le da de lleno a Nashua en la cara, que hace que se tambalee sin llegar a caer, pero Nashua contrataca, le da otro golpe en la mandíbula con el puño cerrado, que hace que Liam caiga de espaldas otra vez. Nashua se le echa encima y le da un puñetazo tras otro. Nunca, jamás, habría si quiera imaginado que Nashua podía alcanzar ese nivel de furia.
- ¡¡¿¿Qué pensabas hacerle??!! – Repite mi vínculo, dando un golpe tras otro. - ¡¡Dilo!!, ¡¡Vamos!!
Liam no contesta, “va a matarlo”. Un sonido ronco y grave, sale de la garganta de Nashua mientras lo golpea. “Páralo, va a matarlo”.
Me echo encima de él, le agarro un brazo y tiro hacia mi, con todas mis fuerzas
- ¡¡Para, vas a matarlo!! – grito, mientras tiró de su brazo sin ningún resultado - ¡¡Nashua, por favor!!
Él para, repentinamente, gira su cabeza, hacia mi, y me topo con sus ojos verdes.
- Mi pequeño gorrión. – Dice en un susurro. – El iba… iba ha…
- Estoy bien – le digo tirando suavemente de su brazo y llevándomelo conmigo.Consigo ponerlo en pie, tiene las manos llenas de sangre y Liam no se mueve “¿Esta muerto?”
- Si, parece que está muerto. – Me contesta, ha debido imaginar mis pensamientos por la expresión de mi cara.
- Todo esto es por mí culpa. – le digo con preocupación.
- Tu no tienes culpa de nada, gorrión. No voy a consentir si quiera, que alguien pueda pensar que tiene derecho a hacerte daño. – dice endureciendo el tono.Nos miramos a los ojos un instante, pero nos interrumpe Liam, tosiendo. Levanta la cabeza del suelo y nos mira.
- No me jodas que te has tirado al indio – dice con desprecio.
- Este cabrón quiere más… - el tono de Nashua se endurece.Da un paso hacia Liam, y yo me posiciono delante de él, para pararlo. Le pongo las manos en su pecho.
- No puedo dejar que cargues con una muerte en tu conciencia. – Le suplico.
- Puedo hacerlo… - dice sin apartar la vista de Liam. – y además, gustosamente.
- ¡No, para! por favor… - le empujó hacia atrás. – dame un momento, necesito su móvil.
Me acerco a Liam, hasta que estoy a su altura, el sigue tumbado, tosiendo.- Dame el móvil – le ordenó.
El sonríe, es un sádico.
- No puedo hacer eso, me vas a delatar.
- Eres un imbécil, deberías estar muerto. – le digo sin escrúpulos.Me agacho, y empiezo a cachearlo, busco en sus bolsillos hasta que doy con el teléfono. Ni siquiera se resiste, parece que no puede moverse. Me pongo en pie, y me lo guardo. Rápidamente vuelvo con Nashua.
- Mira qué bien, ¡pero si estamos todos! – dice alguien, al fondo del callejón
Son dos hombres, morenos, se parecen mucho, pero uno es algo más alto que el otro.
Nashua me agarra y me sitúa detrás de él.
- Son los Tala, quédate tras de mí.
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En la Boca del Lobo
RomanceTU BODA: Un día que llevas planeando prácticamente toda tu vida, pero: ¿Y si acabas siendo secuestrada ese mismo día, y te ves en una cabaña en medio del bosque?, ¿Y si te dicen que estás ahí por qué quieren protegerte de lobos salvajes que quieren...