“¿Los lobos?, Conoce a los lobos, ¿El mandó a los lobos a matarme?” eso me distrae un segundo, que el aprovecha para atraparme, da un salto y se tira encima de mí, así que caigo al suelo y me llevo en la cara un buen golpe, en el hueso de la mejilla.
El pone su antebrazo alrededor de mi cuello, mientras que estoy bocabajo, pero con el forcejeo consigo llegar a su brazo con mi boca, y le muerdo, le muerdo fuerte. Hasta que notó un sabor metálico en mi boca. Liam da un grito de dolor y aparta el brazo, pero sigue encima de mi.
- ¡Eres una maldita zorra! – me grita.
Con el forcejeo consigo girarme y quedar bocarriba.
- ¡¡Socorro!! – grito con todas mis fuerzas.
- ¡Vas a conseguir que vengan los lobos!, ¡Cállate! – me agarra por las muñecas.
- Eres un cabronazo, ¿¿Qué sabes tú de los lobos??
- Cariño… - dice sonriendo, mientras acerca su cara a la mía – veo que conoces a los hermanos Tala.
Se echa a reír a carcajadas.
- Estúpidos Lobos – continua riéndose. – Tenían que haberte matado el día de accidente, eres una mujer pequeña que mide algo más de metro y medio, deberías haber sido un aperitivo para los dos lobos enormes que llevan dos semanas persiguiéndote.
- ¿Has pagado a dos lobos para que me maten? – ahora entiendo muchas cosas.
- ¿Pagado? No… Esos malditos indios no quieren dinero, quieren tierras. Cómo la finca que tú padre nos regalo el día de nuestra boda. Ellos te matan, y yo les regalo la finca. Acordamos eso hace un año, cuando tu padre me confesó en secreto que iba a regalarte la finca, junto con una buena cantidad de dinero como regalo el día de nuestra boda. ¿Para que cojones quiero yo una finca aquí, en este pueblucho? Así todos salimos ganando… Yo me quedo viudo con todo el dinero y ellos se quedan las tierras.
- ¿Llevas un año planeando mi muerte? – le pregunto con sorpresa.
- Tienes que reconocer que soy la ostia como actor.
- También tienes que reconocer que tú plan a sido una mierda. Estoy viva y tienes mis dientes marcados en un brazo. – le suelto con maldad.
- Al revés, me has dado tiempo, zorra. Tu padre aún no ha puesto la finca a mi nombre como me prometió la semana pasada, si los lobos hubiesen aparecido aquí con tu cadáver, no habría tenido nada que darle a cambio… De esta forma te mato yo, y no tengo tanta urgencia por hacer el cambio. Tu padre está muy ocupado llorando y no hace lo que me prometió. Maldito viejo inútil.
La ira me llena el cuerpo, me repugnan sus palabras pero no puedo mover ninguna extremidad. Así que sin pensarlo, le escupo en la cara.
- ¿No aprendes, no? – me dice con rabia, apretando los dientes. – se te acabó el tiempo. Vas a morir. ¿Últimas palabras?
- ¡¡¡NASHUA, NASHUA!!! – grito con todo mi ser, sin saber realmente si alguien si quiera puede escucharme.
La única forma en la que puedo despedirme de él es diciendo su nombre, hasta que pueda dejar de hacerlo.
Pero entonces Liam hace algo que no me espero, une sus manos con las mías por encima de mi cabeza, para poder aguantar mis manos, con solo una de las suyas. Se levanta de encima y me aguanta las caderas con una de sus rodillas. Con la mano que le queda libre, empieza a bajarme los pantalones…
- ¿Qué demonios estás haciendo? – grito con horror.
- Me debes la noche de bodas, cariño. Y voy a cobrármela ahora mismo, en un rato estarás fría e inerte. Y eso ya es desagradable – su boca se dobla en una sonrisa
- ¡NO!, ¡¡¡Socorro!!!
- ¡Cállate, imbécil! No te resistas o te va ha doler mucho más.
Me da tirones de mis pantalones, dejándome en bragas. Y empiezo a llorar como una niña pequeña mientras el se desabrocha el cinturón.
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En la Boca del Lobo
RomanceTU BODA: Un día que llevas planeando prácticamente toda tu vida, pero: ¿Y si acabas siendo secuestrada ese mismo día, y te ves en una cabaña en medio del bosque?, ¿Y si te dicen que estás ahí por qué quieren protegerte de lobos salvajes que quieren...