No desistir

3.9K 428 10
                                    

"Bostezó saliendo de su despacho, cansado, cuando se encontró con Sasha. ¿Qué estaba haciendo allí?

—Hola, compré helado, creí que sería una buena oportunidad para pasar tiempo juntos, y hablar ¿No lo crees? —sonrió.

—A-Am, gracias, Sasha, pero justo me estaba yendo para mi casa. La niñera debe irse en quince minutos, y-

—¿Niñera? ¿Hoy también debes cuidar a la bebé? Creí que tú y la madre de la niña se turnaban los días.

—Creíste mal —le dijo pasando por su lado, caminando hacia la parada del autobús.

—Está bien, entonces podemos comer el helado en tu casa.

—Sasha, no quiero ser grosero, pero no.

—¿Por qué no?

Se giró, y lo miró serio.

—La gente aquí es muy conservadora, no quiero que hablen mal de tu familia. Tú te irás, pero ellos viven aquí, éste es su hogar, y si te ven conmigo, sabiendo que yo soy gay, hablarán.

—A mí no me importa, y a mi familia tampoco.

—Pero a mí sí —le dijo tajante, parando un taxi—. Lo siento Sasha, pero lo mejor es no vernos —pronunció antes de subir, dejando solo al joven azabache."

—¿Qué te pasa?

—Tal vez tú me entiendas, no lo sé... Cuando mamá se fue de aquí, tú estuviste diez años sin ella, sin saber siquiera que iba a volver.

—Sí, creí que jamás iba a volverla a ver, mucho menos que tú existías —pronunció Ketall.

—Estuviste con otras mujeres ¿Verdad?

—Sí ¿Por qué me preguntas eso?

—¿Y alguna fue especial? ¿Alguna pudo haber ocupado el lugar de mi mamá?

—Si hubiese sido así, yo no habría estado soltero cuando ustedes llegaron. Nadie fue como tu madre, siempre supe que ella era especial, la indicada, y por eso la hice mí umi'et. Nosotros nos presentamos como tal en el kok'ta, y tú resultaste de esa unión —sonrió.

—A eso me refiero, no importa con cuántas personas pude haber estado en éste tiempo, yo jamás olvidé a Mafet. Nadie me ha hecho sentir algo igual.

—Y nadie lo hará, hijo, porque tú ya lo has elegido como tu shi-e'tu —sonrió suavemente.

—Pero él ya no me quiere en su vida, y con justa razón —pronunció afligido—. Y cada vez que lo veo, que lo pienso, sé que jamás podré continuar mi vida sin él. Sé que quizás pueda encontrar otras parejas, ser feliz, incluso tener hijos, pero Mafet ocupará un lugar en mí, que nadie más podrá reemplazar. Y ahora que estoy más grande, maduro, sólo puedo pensar que quiero mi vida a su lado.

Ketall suspiró y le dio unas palmadas en el hombro, antes de abrazarlo.

—Pasó mucho tiempo, la vida de ambos ha cambiado mucho en estos años. Si tú realmente sientes eso por el muchacho, no deberías de desistir tan fácilmente, pero tampoco te desesperes si nada resulta como esperas. Dale su tiempo, búscalo para hablar, sin hacerlo sentir presionado, sin forzar nada ¿Entiendes?

—¿Tú sabes quién es la madre de su hija?

—Ni siquiera sabía que tenía una hija —pronunció sorprendido—. ¿Le gustan las mujeres también?

—Tal vez, no lo sé —murmuró Sasha.

...

Los hijos de Kanat'maDonde viven las historias. Descúbrelo ahora