—Yo iré contigo —le dijo con la mirada triste.
—¿Me quieres ayudar a escojer una novia?
Negó con la cabeza.
—N-No, sólo ayudarte a ver q-que no la hallarás ahí —pronunció afligida.
Él la miró confundido y luego le sonrió, tomándola de la mano.
—De acuerdo ¿Ya sabes qué quieres comer?
—Algo muy dulce.
—Mm, creo que aquí no sirven Kanat —sonrió.
***
Estaban ambos en el cine, donde no habían muchas personas, ya que no estaban en vacaciones y a las cinco de la tarde aún habían personas trabajando o en la escuela.
Kanat lo miró, Batiet estaba concentrado en la película, comiendo unas palomitas, y luego miró hacia abajo, respirando profundo.
Tomó el balde de palomitas que él tenía sobre los muslos, quién se inmutó, y lo dejó en la butaca de al lado, y luego se pasó a la de él, sentándose en sus muslos.
Instintivamente, el castaño la abrazó, mirando la pantalla.
—¿Qué pasa? —murmuró.
Ella comenzó a ronronear, y pasó sus labios sobre el cuello de él, apoyando sus manos en el pecho de Batiet, antes de besar suavemente su piel.
El muchacho sonrió, antes de mirar hacia abajo.
—¿Qué hac-?
Un gruñido bajo se escapó de su garganta, cuando ella suavemente pasó su lengua por su cuello, subiendo hasta su mandíbula. Y aunque no quisiera, su cuerpo reaccionaba a ella.
Escucharla ronronear, que lo estuviera besando y lamiendo de ese modo, y encima sobre sus muslos, no era una buena combinación.
Kanat subió sus manos por sus hombros, y lo escuchó ronronear también, profundo, grave, haciéndola estremecerse. Batiet cada vez olía mejor, y aquello la estaba excitando.
Subió sus manos hacia su cuello, y acarició suavemente su cabello, sin dejar de besar su cuello, animándose a darle pequeñas mordidas.
—K-Kana, sal de encima —le dijo tomándola de las caderas, levantándola de sus muslos... Para que no sintiera su erección.
—No —ronroneó.
—Por favor, sal de encima mío.
Ella negó con la cabeza, y se abrazó a él, subiendo con suaves besos por su rostro, dirigiéndose a su oído, lamiendo su lóbulo, haciéndolo gruñir.
Sintió su respiración pesada, y cómo la abrazaba con fuerza a él. Kanat volvió a bajar a su cuello, y cuando sintió que Batiet dejaba de sostenerla, se sentó sobre sus muslos una vez más, acomodándose sobre su erección para poder sentirla, gimiendo.
—Kana —gruñó, con los ojos cerrados, al borde de mandar todo al diablo.
—Mio, eres mío —ronroneó deseosa, buscando sus labios.
Pero él negó con la cabeza, apretando sus dedos en las caderas de ella.
—Estamos en el cine.
—Vamos al baño —le pidió suplicante, a más no poder.
—Y-Yo.
Lo tomó de la nuca, apretó sus dedos en el cabello de él, y lo besó deseosa, sintiendo como él le correspondía con la misma intensidad, devorando su boca, apretándola contra su erección.
Se puso de pie, y a duras penas ella se bajó de él, saliendo ambos rápidamente de la sala del cine, para ir directo al baño de mujeres.
Batiet cerró la puerta, colocándole el seguro, y la tomó nuevamente para besarla, que ella se subiera sobre él, enredando sus piernas en su cintura.
Sí, eso es lo que ella más quería, ser suya.
...
"Tal vez, te había elegido desde antes que nacieras..."

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Los hijos de Kanat'ma
Science FictionLibro especial de la serie Bestias, con algunos de los hijos de los protagonistas ❤️ Inicio: 18/02/20