Decisiones

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Summy estacionó el auto a unas calles de su casa, para poder hablar, sin que los niños pudieran escuchar. Miró hacia adelante, y luego hacia su costado, donde estaba la castaña sentada.

—Iba a contártelo, sí la vi, fue hace una semana, pero sólo fueron unos minutos. Cep me dijo que ella se encontraba muy mal, que quería hablar conmigo. Pero te juro que no pasó nada, Lekie.

—¿Por qué no me lo dijiste entonces?

—Porque tenía miedo por tu reacción, yo no sabía cómo ibas a tomarlo, y no quiera discutir contigo.

—Siempre nos contamos todo, en eso se basa la confianza, poder hablar de lo que sea.

—L-Lo sé, pero tenía miedo.

Ella respiró profundo, y luego miró hacia abajo.

—Tal vez necesitas un tiempo.

—No.

—Para ver qué quieres realmente, para-

—Lekie, no

—Para comprobar si la amas aún o no.

La tomó de los hombros y la obligó a que lo mirara.

—No, no necesito tiempo ni nada, porque no estoy inseguro de lo que siento por ti. Tú eres mi compañera, mi mujer, y nadie podrá cambiar eso. Y si acepté verla, fue para aclararle justamente eso.

—Me iré con los niños a casa de mis padres, cuando resuelvas tu vida, búscame.

—No, Lekie, no me hagas esto —le dijo con lágrimas en los ojos, antes de abrazarse a ella—. Por favor no te vayas, no te lleves a los niños. Ustedes son todo lo que tengo, son mi familia, no podré estar sin ti, sin ellos. Eres mi soporte, mi otro pilar ¿Lo recuerdas? Somos un equipo.

—Sí, soy tu pañuelo para secar tus lágrimas, las vendas para sanar tus heridas, el calor cuando tienes frío, los brazos cuando te sientes solo... Pero no soy lo suficiente como para que me veas como tu umi'et. Y lo acepté, sabía que jamás ocuparía ese lugar, pero creí que podrías amarme de todos modos.

—Lekie eres mi mujer, mi compañera, por favor entiende eso. Ella jamás ocupará el lugar que tú tienes para mí. Si tengo que elegir, mil veces te elijo a ti, jamás te cambiaría.

Se alejó de ella al sentir su tristeza, y observó su rostro, sintiéndose tan desecho. La tomó del rostro y la besó.

—Te amo, eres todo lo que elijo, hoy, ayer y siempre, te amo.

Los besos eran especiales entre ellos, ya que no siempre los habían... Pero no eran suficiente en ese momento.

Lo alejó de ella, con delicadeza, y negó con la cabeza.

—Vayamos a casa, ya es muy tarde, y mis padres deben irse.

—Está bien —pronunció bajo, angustiado.

***

No solía llorar, muy rara vez lo había hecho, y ésta no sería la excepción. Summy había salido a hacer unas compras con sus hijos, y ella había aprovechado el tiempo para preparar la ropa de sus hijos.

Todo lo que llevaría para su viaje.

Cuando había conocido a Summy, había sido ese apoyo emocional que él necesitaba para poder sanar, para poder salir adelante por su pérdida.

Ella era su amiga, y sabía que terminar involucrándose con él sentimental, e íntimamente, tendría consecuencias. Es así como había llegado su primer hijo.

Luego de que el niño naciera, Summy había empezado a quedarse en su departamento, pero ellos ni siquiera habían definido su relación.

Y cuando ella quedó embarazada de su segunda hija, ambos decidieron buscar una casa, donde vivir y formar una familia... Pero Lekie siempre supo que era el apoyo de Summy, que él buscaba en ella fortaleza.

—¡Mami! ¡Mira lo que papi me compró! —entró sonriendo Minre a la habitación, enseñándole una gran paleta de colores.

—Que rico, mi amor —sonrió suavemente.

—Mami ¿Para qué es el bolso?

—Iremos de viaje unos días a casa de los abuelos.

—¡Sí! ¡Dei! —exclamó emocionada, saliendo corriendo de.la habitación—. ¡Iremos a la casa de los abuelos!

—¡Sí! ¡Nieve! —exclamó feliz el mayor.

Summy se fue a la habitación de sus hijos, y vio a Lekie doblando la ropa.

—Creí que ya habíamos aclarado esto.

—Yo también.

—Lekie.

—No voy a hacer la mala en la historia que te ate por tener hijos. Si al volver a verla, tuviste tantas dudas, hasta me ocultaste su encuentro, es porque aún hay cosas que no has resuelto con ella. Y yo ya no quiero esto —le dijo quitándose el anillo que él le había regalado—. Aún podemos trabajar en equipo siendo padres, no pareja.

...

Los hijos de Kanat'maDonde viven las historias. Descúbrelo ahora