Capítulo 11

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Es miércoles y después de terminar mi clase de francés escucho mi teléfono sonar indicando que me llaman, me levanto de mi cama y me dirijo a donde está, en la pantalla veo el nombre "Mark" y atiendo.

Llamada...

-Hola- escucho la voz del hermano de mi mejor amiga.

-Hola Mark.

-Perdón que te llame así de pronto, necesitaba hablar con alguien.

-No Mark, tranquilo. ¿Estás bien?

-¿Podemos vernos?

-Claro, dime dónde.

-¿Te parece si vamos a la piscina del nuevo club?- espero que el destino se ponga de mi lado por una vez en la vida y no toparme con Nick.

-Bien- accedo no muy convencida.

-¿Te paso buscando?

-Si, genial.

-De acuerdo, en 30 minutos paso por ti.

-Perfecto, nos vemos- cuelgo.

Fin de la llamada...

Realmente no me extraña nada de esto, Mark y yo somos bastante unidos, le tengo muchísimo cariño y confianza.

Cuando necesito la opinión de un chico respecto a algo siempre recurro a él, cuando Mark tiene un problema y necesita hablarlo con alguien que no sea Juli o sus amigos siempre me llama, y yo no tengo problema con eso.

Mark está saliendo con una chica desde hace unas semanas pero Juli siempre me dice que él está enamorado de mi y que cree que aún no consigue a alguien que cambie ese sentimiento. Yo lo adoro pero lo veo como un gran amigo y ya, y de verdad espero que pueda conseguir a una chica increíble a la cual ame con todo su corazón.

Me coloco unos shorts de jean claros, una camisa blancas con letras blancas que dicen "Nirvana", con unos converses negros, unos collares a juego y unos lentes. Ato mi cabello en un semi moño, tomo mi teléfono y bajo hasta la sala a esperar a que Mark llegue. En cuanto escucho la bocina de auto salgo y subo junto a él.

-Hola- lo saludo y dejo un beso en su mejilla.
-Gracias por acceder Jess- dice.
-No hay de que.

Mark conduce hasta el club y en camino platicamos de distintos temas variados, al llegar aparca el auto, bajamos y caminamos hasta la piscina, no puedo evitar recordar todo lo que sucedió aquel día.

-Sentémonos en una mesa- Mark me saca de mis pensamientos.

Lo sigo, tomamos asiento a la orilla de la piscina y él pide unas bebidas.

-Yo... no se ni siquiera por que pero siempre termino llamándote a ti... Terminé con Eva- suelta.
-¿Por qué?- pregunto sorprendida.
-Jess... yo solo... no se, no estaba enamorado de ella- me mira a los ojos y yo permanezco en silencio- no quiero contarte mis penas, solo necesitaba distraerme de todo el desastre, quería estar contigo y olvidar todo por un rato.
-Pues estamos en la mismas... yo también necesitaba olvidar todo- admito.
-Disfrutemos este día entonces.
-¿Qué haremos?- le pregunto.
-¿Qué te parece empezar por lanzarnos de ese trampolín?- señala en trampolín más alto.
-Sabes que le temo a las alturas- digo.

Pues si, la chica "ruda" que boxea y sabe cuidarse sola le tiene miedo a las alturas.

-Y sabes que yo también.
-Lo hago si tu te lanzas primero- sonríe.
-Bien.

Nos quitamos la ropa quedando solo en traje de baño y subimos la escalera del trampolín, Mark sube y voltea a verme muy asustado, cierra los ojos y se lanza. Volteo hacia abajo y lo veo salir del agua.

-¡Te toca!- grita y yo asiento no muy segura.

Ya en el trampolín noto la altura y me pongo un poco nerviosa, es más alto si lo ves desde arriba, cierro los ojos y solo me dejo caer, siento esos segundos de vacío en los que mi corazón subió hasta mi garganta y luego mi cuerpo golpeó contra el agua sintiendo mucha tranquilidad. Salgo del agua, veo a Mark sonriendo y solo empezamos a reír.

-Eso fue increíble- digo entre risas, que creo que son por los nervios de lo que acabo de hacer.
-Ni que lo digas.

Salimos de la piscina y volvemos a la mesa donde estábamos sentados antes.

-Vamos a caminar por el club- propone.
-Vale.

Nos secamos, nos colocamos la ropa y empezamos a caminar por el lugar, muchísimos fashbacks de Nick y yo en el club viene a mi mente... basta.

-¿Sabes jugar bowling?- le pregunto y él niega.
-No.
-Yo tampoco, pero podemos intentar.

Caminamos hacia donde se encuentra el bowling y alquilamos una de las canchas, nos colocamos los zapatos adecuados y tomamos unas pelotas.

-Bien, empieza tú- dice y eso hago.

Tomo la pelota e intento imitar a una chica que juega en otra de las canchas y lo hace bastante bien. Lanzo la pelota y logro golpear 4 de los bolos.

-No eres tan mala- me anima y yo sonrío.
-No, soy malísima- me burlo y él ríe- tu turno.

Mark se levanta, toma la pelota y la lanza, pero esta se va por el canal sin tocar ninguno de los conos.

-Fue un buen intento- lo animo y el me mira con una ceja alzada.
-Fue patético.
-Un poco- admito y ambos reímos.

El resto del día la pasamos jugando bolos y después cenamos en uno de los restaurantes del club, cuando ya son las 8 Mark me lleva a casa.

-Jess, gracias por haberme acompañado hoy, aunque no te hayas dado cuenta realmente me ayudaste más de lo que necesitaba- me agradece cuando llegamos a mi casa.
-Para eso estoy Mark, no me agradezcas. A mi también me ayudó este día, hacía tiempo que necesitaba un momento así donde olvidara todo así sea por una horas- sonríe y nos quedamos en silencio- debo irme, gracias por traerme- le agradezco y me volteo para abrir la puerta.
-Jess- me llama y volteo a verlo nuevamente.
-¿Si?- me observa sin decir nada, como si le costara hablar.

Mark se acerca a mi y se lo que piensa hacer, pero no puedo dejar que suceda, si nos besamos estaría jugando con sus sentimientos y no pienso hacerle eso.

-Mark, no lo hagas- susurro intentando no sonar mala persona y para no ponerlo incómodo, pero realmente creo que es imposible que esto no sea incómodo.
-Yo... lo siento.
-No, tranquilo. Solo necesito que tengas claro que te adoro, pero eres mi amigo y no quiero darte una señal equivocada- explico.
-Si, no te preocupes.
-Hasta luego Mark- me despido, salgo del auto y él solo sonríe a medias.

Enamorado de una espíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora