Capitulo 3.

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No es su culpa, realmente no lo es. Puede gritarles a los dioses para que ellos le respalden inclusive. No quiere estar en la situación en la que esta ¿Bien? Solo necesitaba un respiro de pensar tanto. Ideo un plan tras otro pero ninguno funciona por completo en E. Karmaland.

No es su culpa ¿está bien?

Rubius no quiere estar en medio de un momento caliente entre el Luzu y Auron de este mundo. Cualquier lugar seguida mejor que estar aquí. Todo empezó igual desde que llego, levantarse, pensar en un plan y luego pasear por el pueblo. Además de organizarse en la mansión.

El día es caluroso, así que no muchas personas salen de la frialdad de sus casas. A mitad de camino fue mucho el calor que estaba soportando, así que decidió ir lago que está detrás de la casa de Willy — o lo que supone que es la casa. — alejándose unos cuantos metros por las dudas.

Sin nadie alrededor se atrevió a mojarse el pecho sin sacarse la camisa, el pelo y debajo del antifaz. Sin importarle que parte de su pantalón se mojase se metió al agua. Soltando un suspiro placentero por la frialdad que ahora recorrer por su cuerpo miro alrededor.

Solo para quedarse igual de quieto que una pared.

Se atrevió a parpadear, asegurándose que lo que está viendo no es una fantasía culpable y retorcida de su mente. No muy dentro del bosque puede ver a Luzu y Auron, los de esta realidad, en una posición bastante atrevida. El más chiquito de ellos debajo de Luzu, este con una de sus manos metidas bajo de la sudadera y la otra sosteniendo los brazos de Auron.

Hablando de Auron, su cara no está retorcida en lo que Rubius llamaría placer. Frunce el ceño mientras que aprieta sus dientes y está a nada de patearle las pelotas a este Luzu.

Ahora Rubius se pregunta qué debería hacer ¿dejar que el calvo toxico se salve solo o entrometerse para joder la situación? Auron tomo la decisión por él. No solo fue una patada, fueron dos. Aprovecho el silencio tenso que se formó por su llegada para patear a Luzu en el estómago y las pelotas.

Rubius hizo una mueca. Eso realmente debe doler, tiene razón, por la manera en que Luzu se hace volita y jadea por aire. Tardíamente se dio cuenta que solo Luzu lleva puesto antifaz, uno rojo.

— ¡Joder hombre, no quiero follar en un bosque! — exclamo enojado, se levantó más rápido de lo que parpadeo. Agarro una mochila tirada oculta por el árbol.

— Z-Zorra. — escupió Luzu, tomando fuerza de quien sabe dónde se levantó y gruño. — no estabas tan negado antes.

La boca se Auron se torció entre la vergüenza y el enojo, Luzu le guiño un ojo el descarado. Aprovechando la distracción Rubius salió del agua lo más silencioso que pudo, tomo sus zapatos y sin dejar de mirarlos camino lejos de ahí.

Luzu capto de reojo movimiento por su derecha y giro su cabeza para mirar a la persona que los interrumpió.

— Hey, tu. — llamo, agarrando el brazo de Auron sin mirar. Este también casi se escapa.

Rubius se quedó completamente quieto y por poco retuvo el escalofríos que le subió por la espalda. Giro solo su cabeza para mirarlo, viendo como la mirada de este Luzu recorre todo su cuerpo, hasta que su sonrisa se convirtió en algo rayando a la sensualidad.

— No eres de por aquí. — dijo casual, se cruzó en brazos sin soltar la mano de Auron.

— Uh. — dijo Rubius estúpidamente, no quiere mirarse a sí mismo para saber porque Luzu le está mirando así. — pero no son la misma persona. — Se recordó a sí mismo, se aclaró la garganta y sonrió vacilante. — Hola, soy Rubén. Me mude hace unos días.

Side to side || Ruwigetta. ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora