Side to side || Ruwigetta. ||

Capítulo 36.

Luzu y Rubius se las arreglaron para romperse cada uno hueso. Realmente no se sabe cómo, o al menos Willy no tiene idea. Ayer a la noche se fue agotado, pasado de alcohol y con la consciencia más tranquila.

— ¿Cómo es que Rubius se rompió la pierna? — pregunto Vegetta con lentitud, sus ojos miraron al hibrido. Este sonrio vacilante. — ¿Y Luzu la muñeca?

Luzu solo se encogió en hombros, sostiene su muñeca con cariño. Le duele como una perra, puede ver. — puede que hayamos tomado algunas copas más después de que ustedes se fueran a dormir.

— Me di cuenta. — dijo con ironía Vegetta.

— Ehh, no me acuerdo como lo hicimos. — confeso Rubius, su pierna arriba de su cama. — me desperté así.

— Creo que corrimos por la casa. — Luzu frunció el ceño tratando de hacer memoria.

Willy tuvo ganas de moverle la pierna rota a Rubius — quiere hacerlo con Luzu también pero el chico lo golpearía antes de hacerlo. — pero el hibrido no deja de hacer mueca dolorosas a cada segundo.

Vegetta y él se despertaron más tarde de lo normal con resaca. Comieron el desayuno en un silencio cómodo antes de que Luzu apareciera en la cocina sosteniendo su mano, una sonrisa ligera y sin el hibrido. Cuando subieron — sabiendo que algo había pasado, intuición de líderes. — vieron al que faltaba acostado en la cama medio sollozando y queriendo golpearse la cabeza contra la pared. Agréguenle un dolor de cabeza feroz.

Al parecer pensaron que era buena idea seguir bebiendo mientras que ellos se fueron de dormir, es un milagro que en medio de la noche no los haya escuchado. Willy es de tener el sueño ligero, debe a haber estado muy cansado.

— Estuvimos un rato en el baño también. — siguió Rubius rascándose su pelo ya despeinado.

— Y en el sótano.

Los ojos de Willy y Vegetta pasaron a cada uno mientras habla.

— ¿Tenemos sótano? — pregunto Rubius confundido.

Ahora Luzu frunció el ceño también confundido. — ¿Creo...?

— Bueno ¡Ya! — exclamo Vegetta deteniéndolos de seguir hablando, Willy tuvo que morderse el labio para no reír. — Dioses denme paciencia.

Paciencia es lo que le falta siempre, pensó Willy ladeando la cabeza apretando la mandíbula — no rías, aguanta, no rías. —, ignoro con mucha gracia la mirada acusadora de Rubius.

— Veámosle el lado positivo, sano bastante rápido. — comento Rubius con una sonrisa, el enojo de Vegetta se fue bastante rápido al verlo.

Luzu murmuro en lo bajo algo parecido a 'es magia, tío'. No lo pudo escuchar muy bien. Sin embargo, Willy recompuso su cara sin emociones y se cruzó en brazos. Tomo una inhalación, lo soltó en un suspiro. Cualquier risa se fue.

— ¿Los Dioses no pueden arreglarlo? — pregunto Willy.

— No. — negó el hibrido. — tienen poder para hacerlo, pero el cuerpo humano es demasiado frágil para soportarlo. Si tuviésemos contacto con nuestras Doncellas es probable que se canalice mejor la magia, pero están en nuestro mundo. No pueden venir sin que las Doncellas de aquí se den cuenta.

— Hablando de las Doncellas, ¿Cómo son ellas aq- — comenzó Vegetta, el hibrido lo interrumpió con bastante fuerza.

— Ese es un tema que hablaremos luego. — corto, los dos se miraron fijamente mientras que el cuarto se llenó de un silencio pesado. — es información importante, lo sé. Pero hay una razón para hablarlo después, solo confía en mi ¿Si?