Capitulo 41.

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El problema de viajar con Fargan, es que el chico no se calla. Si no fuera por su autocontrol — el cual es poco, pueden darse una idea de como esta. — ya lo habría golpeado de seco en la cara.

Luzu no es un tipo que soporte estar mucho tiempo con personas, puede sacar una noche como máximo rodeado de esas ratas. Aun así, puede pasarse días en su casa y sin contacto alguno. Recientemente ha dejado de lado una de sus costumbres, el sexo, todo por la persistente y repugnante voz en su cabeza. Vuelve una y otra vez a pensar en eso.

— ¡Luzu! — se quejó Fargan cuando, una vez más, dejo de prestarle atención.

Luzu se tragó su suspiro sufrido, no tiene idea de cuando este hombre dejo de parecer consumido por la bruma y se volvió tan descarado. Antes no habría pasado más de unas horas a su lado, buscando desconectar su mente de la nueva información escupida por labios que huelen a alcohol.

Ahora que esa bruma se fue, Luzu pudo ver algo de esa personalidad descarada y optimista de hace años. Chasqueando la lengua, giro su cara para mirarlo cuando sintió un tirón en su brazo.

— ¿Cuánto falta de viaje? — pregunto cruzándose en brazos. — ya han pasado dos días, siento que voy a contarte todos mis secretos y no cobrarte.

Ugh, chico, que alguien lo saque de este sufrimiento.

— Solo un día más. — respondió breve.

— De todos modos, ¿Qué esperas encontrar en ese pueblo? — pregunto esquivando una rama particularmente peligrosa que Luzu dejo caer. — Vegetta ya fue y no encontró nada.

— Algún día te cortaran la lengua por saber demasiado. — dijo Luzu entre dientes, ignoro el 'Lo intentaron' que soltó el otro y debatió entre contárselo o no. Se encogió en hombros. — El idiota desesperado no sabe dónde buscar. Ese pueblo es...donde nació.

Fargan lo miro entonces, fijamente y sin saber que pensar. Pudo escuchar las cuerdas en su mente, buscando que palabras decir después. Pasaron unos minutos en silencio caminando por el bosque, hasta que se dignó a hablar.

— Estas yendo al Valle de los Lamentos. — dijo, su voz hueca. Parecía que enterró sus sentimientos y dejo a lo demás hacerse cargo. — el chico que hemos estado buscando todo este tiempo ¿Es un jodido hibrido?

Luzu puede entender la ironía y crueldad en toda la situación, solo alzo una ceja en respuesta. La historia de los híbridos nunca le intereso demasiado, recuerda haber pensado que ninguno de ellos tuvo la determinación suficiente para luchar por lo que querían. Al final, algo más grande que ellos termino por devorarlos.

Nunca empatizo demasiado, hasta ahora. Cuando considero la idea de que el chico que buscan es o fue un hibrido. Ese que atormenta sus mentes es un mitad humano y mitad bestia. Un hibrido que al parecer fue importante para ellos en su momento, pero ¿Si lo fue porque acabaron así las cosas para los de su raza? ¿Es esto un plan elaborado para vengar a los suyos? ¿O es algo mucho más grande?

Con la poca información que tienen en sus manos, no pueden hacer más que teorías locas y retorcidas.

— Aun así, sigue siendo extraño. — opino Fargan después un buen rato en silencio. — si es hibrido se hubiese quedado, es evidente que tiene influencia en nosotros y si quisiese venganza nos habría destruido desde dentro.

— Es lo que hubiese hecho tú, Fargan. — se escuchó decir Luzu, sus ojos siguieron el camino lleno de flores delante. — no sabemos nada de él más allá de los sueños.

Recuerdos. — corrigió el búho.

Ninguno de los dos sabe que les espera en el Valle de los Lamentos. Quizás es solo un pueblo desolado, destruido, consumido por la naturaleza a su alrededor. Pero, si Luzu se dio cuenta de algunas cosas. A medida que se acercan al Valle la voz se vuelve más silenciosa.

Y que su negación está desapareciendo con la voz.

 ─── ── ── ───

Ahora que la pared de 'primer beso' fue destruida Rubius se siente atacado, muy atacado. Porque él — y gran parte de Karmaland. — pensó que sería el atrevido de la relación, siendo completamente desvergonzado para todo. No sucedió de ese modo.

Es Vegetta quien no mantiene sus manos quietas, el hibrido oso no habla solo del ámbito íntimo, sino el casual. Rubius se encuentra erizándose cada vez que una mano pasa por su cadera. O en sus manos, pequeños roces en la yema de sus dedos.

Willy y Luzu obviamente se dieron cuenta del cambio entre ellos. Ni siquiera se esfuerzan en ocultar su diversión, se miran entre ellos y sueltan risas, resoplidos, como dos niñas chismosas.

Los últimos dos días fueron mucha calma, algo que ellos bebieron como hombres en el desierto. Necesitaban esta tranquilidad para poder continuar la misión sin desmoronarse. Planificar que hará después y estar preparados para la llegada de alguien más. Es como un instinto ahora, saber cuándo vendrá alguien.

Un cuerpo lo aplasto donde estaba acostado, en el sillón del comedor con los ojos cerrados y esperando quedarse dormido. Soltó 'Oufh' ahogado e inentendible por el peso, vio una mata de pelo negro. Pensando del diablo.

— El libro de los Dioses puso algo. — hablo Vegetta tranquilo, le tendió el libro con vagancia.

...

¡¿Qué?! 

Continuara...

Les sirvo el capitulo 41 ¡Vuelvo a publicar! ¿Qué tal quedo? Dejen estrellita. 

☆ Extrañaba actualizar y extrañe un montón sus comentarios. 

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