Una montaña rusa de Emociones (IzukuxNejire)

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Por lo menos ya no tengo una razón para seguir con vida, pero porque me siento incluso más triste que de costumbre.

Mi corazón empezó a latir y mis lágrimas salieron de mis ojos sin parar, pese a que mate al doctor la lluvia sigue cayendo pero en menos cantidades.

Ella está acercándose a mi, no se si valió la pena en algún momento.

Cyando ella estaba en frente mío me extendió sus brazos y me dio un abrazo, ¿no me odia?.

-¿Eh?.

Lo único que pudo salir de mi boca fue ese intento de hablar.

-Hola Izuku, ¿tienes frío?

-¿Eso importa?.

-A mi si me importa.

Mi mente se quedó en blanco quería decir algo pero ella empezó a acariciarme la cabeza.

-¿Me odias?.

-¿Por qué lo haría?.

-Por qué acabó de matar a alguien.

-Aunque está mal y no pueda hacer nada frente a eso, y aún así estoy enamorada de ti.

-¿Por qué?.

-¿Por que?.

-¿Por qué estas enamorada de mi?.

-Ninguna razón específica.

-Entonces si no me amaras entonc...

-Pero te amo.

Callando me solo disfrute de la sensación de calor que ella me transmitía, mis sentimientos estaban diferentes, no estaba triste pero tampoco neutro como cuando tomo antidepresivos, sino estaba feliz.

La lluvia caía sobre nuestras cabezas intente movemerme pero ella no me dejaba.

-Puedo preguntarte algo.

Estaba mirando a hacia abajo, su cabello tapaba sus ojos que no he podido ver incluso cuando venía hacia aquí.

-Claro.

-¿Vas a volver a dejarme?.

-¿Te he dejado?.

-Lo acabas de hacer.

-Perdón.

-No quiero que te disculpes, quiero que me digas que no vas a dejarme.

-...

-¿No te importo?.

-Si, si lo haces.

-Prometeme eso, que vas a estar bien por lo menos.

-Prometo estar a tu lado.

Ella levantó su cabeza mostrándome sus ojos azules que ahora estaban llorosos y con una sonrisa que irradiaba felicidad.

-Vamos.

Como si el cielo reflejará su estado de ánimo se empezó a despejar de habdo ver un hermosos cielo azulado.

Ella se acercó a un árbol y se sentó, sus blancas piernas estaban extendidas en el húmedo pasto.

-Duerme, no ceo que hallas dormido bien.

-¿No podría dormir en el campamento?.

-Se que tampoco dormirías en una tienda de campaña.

-¿Por qué crees eso?.

-Mirio me lo dijo.

Me senté al lado de ella y me intente recostar en su hombro, pero ella me empujó y deje mi cabeza en sus piernas.

-Son cómodas.

-Son tuyas.

Cuando me acosté solté un comentario sin pensarlo, ¿en serio?, pero igualmente están calientes.

Ella empezó a jugar con mi cabello.

Antes de poder disfrutar completamente de la sensación caí dormido.

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Otro capítulo, mañana no hará capitulo, espero.

Adiós que tengo que dormir