Runaway || Albalia

Capítulo 29

—¿Me he pasado mucho? —Me preguntó Nat riendo.

—Mira no sabía si morirme de amor o de vergüenza.

—Pero no te ha molestado ¿no?

—Me a gustado Nat. Supongo que porque una de las cosas que mas me gustan de ti es que estás como una puta cabra. —Contesté aun con esa sonrisa boba que se me había puesto mientras me cantaba la canción.

Estábamos las dos solas afuera, sentadas en unas escaleras. Después de terminar su "actuación" ambas salimos para que Nat pudiera fumar. Apoyé mi cabeza sobre sus hombros y suspiré.

—Es una mierda que mi madre odie lo que tenemos. —Dije con tristeza. —Incluso ahí dentro parecen comprenderlo mejor que ella.

—Es cuestión de tiempo que lo mire de otra forma Albi. ya verás como al final lo acepta, es tu madre y quiere verte feliz.

—Tú y yo sabemos que los padres no siempre buscan eso.

—Lo tuyo y lo mío no es comparable Alba... —Me pareció notarla molesta por el comentario.

—Tienes razón, perdona. —Nat dejó un beso en mi cabeza indicando que no pasaba nada. —Mejor voy a dejar de pensar en mi madre, se supone que esta noche era par eso. Cuéntame tú, ¿qué tal en tu casa?

—Alba te quiero pero como sigas hablando de nuestros problemas creo que te voy a dejar aquí solita y me voy a ir. —Bromeó. —Venga, vamos dentro. Hay una fiesta en la que todo el mundo está hablando de nosotras.

Se levantó tendiéndome la mano la cual cogí con gusto, cuando entramos dentro el DJ dijo que solo quedaban 15 para que eso acabara. Creí que iba a irme de allí sin haber escuchado ningún comentario desagradable por parte de alguno de los asistentes, solo bastó pensar en ello para que sucediera.

—¿Cuánto cobráis por veros follar? —Un chico rubio de pelo rizado que no había visto nunca apareció de la nada con sus amigos. Me fijé como Natalia apretó su mandíbula intentando contenerse.

—Callate la puta boca Tristán. —Contestó Damion enfadado.

—Intentasteis follaros a eso y por eso ahora sois lesbianas ¿verdad? Una noche conmigo y se os quita la tontería. —Sus amigos se rieron. Lo único que sentía en ese momento era un asco profundo por todos ellos.

—Mira chaval. —Dijo mi novia con rabia agarrándole de la americana que llevaba puesta. El tal Tristán no parecía sonreír tanto ahora. —Ni se te ocurra volver a...

—Que esta pasando aquí. —Interrumpió Noemí.

—Directora. —Comenzó a hablar el chico. —Creo que debería vigilar mejor a que clase de gente permite el paso en este colegio.

—Tienes razón Tristan, me aseguraré de que a partir de ahora las personas que falten al respeto a otras por cosas como su orientación sexual, no vuelvan a entrar en este centro. —Contestó la directora dejando al chico descolocado. —Tal vez hoy haya sido el acto de tu graduación, pero no olvides que aun queda mucho curso. Ahora cada uno por su lado.

Dijo esto ultimo mirando a su sobrina, antes de marcharse seguida de aquel chico y sus amigos.

—¿Estáis bien chicas? —Preguntó Afri. —Tristán es la persona más desagradable de segundo. Siempre anda por ahí jodiendo al resto. Si no lo han expulsado todavía es porque sus padres son probablemente los mayores inversores que tiene el colegio.

—Sí tranquia, habríamos tenido demasiada suerte si no hubiese pasado algo como esto. —Contesté. Marina me acarició el hombro en señal de apoyo.