Runaway || Albalia

Capítulo 33

—¿Crees que debería ir a verla? —Le comenté a Sabela, estábamos las dos tumbadas en la cama de mi habitación.

—Ayer dijiste que ibas a pasar página.

—Lo se pero lo que me dijo ayer Miki me dejó preocupada.

—Ella está mal, pero tu también y fue Natalia la que te dejó a ti. No se yo si fuera tu... no iría. —Respondió mi amiga.

—Ya, pero no sabes por qué esta así.

—¿Y tu lo sabes?

—No pero tu tampoco sabes por todo lo que ha pasado Natalia y si tiene que ver con eso... —Solté un suspiro.

—Ya, yo no se toda la historia, no debería hacerme caso. —Comentó. —Yo solo quiero verte bien Albita y si crees que ver a Natalia es lo mejor para ti pues adelante.

—Igual no es lo mejor para mi pero según Miki tal vez sea bueno para ella.

—Hay una cosa que se llama egoísmo positivo ¿sabías? Ella decidió acabar con lo vuestro, ahora deberías mirar por ti.

—No puedo hacer eso. —Solté otro largo suspiro.

—Lo se. No has cambiado ni un poquito. —Me sonrío mientras acariciaba mi cara. —Me tengo que ir, el tren sale en menos de una hora.

Nos levantamos de la cama y le acompañe a la puerta donde estaba Dani con sus maletas preparado para llevarla a la estación. Le di un fuerte abrazo.

—Gracias por venir y sacarme de la cama. —Le dije sinceramente. —Te voy a echar de menos.

—Y yo a ti. Espero que nos vengas a visitar pronto.

Me despedí de ella con un beso en la mejilla antes de que desapareciera por la puerta junto a mi chofer.

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La clase de lengua se me estaba haciendo más larga que de costumbre, sinceramente me daba absolutamente igual cómo se analizaba la frase que ocupaba dos lineas en la pizarra en ese momento. Cuando por fin sonó el timbre me levante dispuesta a salir al recreo con mis amigos pero Noemí me lo impidió.

—Alba por favor, ¿puedes quedarte un momento? —Me pidió la directora a lo que yo asentí mientras mis amigos y el resto de mis compañeros salían de clase. —Quería hablarte de mi sobrina.

—Yo eh... ya le dije que ya no estábamos juntas.

—Si, lo se pero estuve ayer con ella y la vi mal pero no me quiso decir qué le pasa, su madre me ha dicho que lleva varios días así. ¿Tú sabes qué le ocurre? No me quiero meterme en cosas que no me conciernen, es solo que estoy preocupada y tal vez sabrías algo que me deje más tranquila.

—Natalia no me habla. —Respondí soltando un suspiro. —Mucho menos voy a saber qué le pasa.

—Vale, gracias de todas formas. Siento si te he incomodado de alguna forma.

—No tranquila, entiendo que esté preocupada. Si me entero de algo se lo diré.—Respondí con una sonrisa triste.

—Muchas gracias Alba.

Ignorando todo lo que me había propuesto para pasar página, mi mente volvió a centrarse solo en Natalia el resto de la mañana. saqué mi móvil y escribí a Miki.