Se deshizo de mí con brutalidad, aterricé en mi cama de malas formas. Estaba nervioso, lo notó, al estilo Duquesa se lanzó en la cama del fondo, bajo la ventana, apoyó la cabeza sobre sus brazos observando el techo gris.
—La Duquesa Wadlow me mandó a buscarte —me acomodé entre la manta descansando mi rostro en la almohada. Retomé el contacto con la daga, me quedó bastante claro que las intenciones del salvaje no son altruistas —. Te espera mañana en la noche.
—Les he dicho a todos que somos amantes —aclaró sin venir a cuento, le habló de Briseida y me salta con amantes.
—Eres un imbécil —escupí serena —. Sindil fue testigo.
—Primero, no me tutees, me hablas de usted, maleducada...
—Discúlpeme, quería decir que sois un imbécil —lo interrumpí, clavarle la daga o asfixiarlo con la almohada me tentaban.
—Insolente, deberías respectarme, sin mí estarías prisionera —. Con cada segundo lo aguantó menos, de sus labios salen puras bobadas. ¿Qué diferencia hay entre estar prisionera en una celda y ser la prisionera de los Wadlow? Ninguna, si hubiera barajado la tortura de aguantarlo me hubiera entregado.
—El respecto se gana, sería tan amable de decirme la segunda.
—Te voy a contar una historia, érase una vez un caballero, el más apuesto de todo el reino, todas se mueren por él —. ¿Enserio me viene con estas? Continúo relatándome animadamente —. El caballero tiene un gran corazón y les regala su gran amor a todas las bellas damas, una noche se encontraba una doncella y otra lo buscaba. La mujer que lo buscaba lo encontró con la mala suerte de que lo pilló con otra.
—Confirmado, sois un completo imbécil —me trata como una niña pequeña contándome un cuento cutre de lo que ha sucedido esta noche.
—Déjame terminar y lo entenderás todo —prosiguió hablando —. La exploradora fue sorprendida por un soldado borracho que intentó forzarla, el caballero apuesto se encontró en una incómoda situación así que decidió fingir que no conocía a la dama en apuros para que la sexy rubia que lo acompañará no estallará en cólera. En unos minutos se deshizo de la otra y regresó con su dama de ojos verdes, el borracho se enfrentó al caballero, en un accidente con un rastrillo el violador terminó muerto. La niña inocente se tapó la cara con ambas manos, no logró enterarse de lo ocurrido. Regreso en sí cuando el caballero la sacó del establo. Al final todos se enterraron de la historia carnal del caballero con la doncella castaña de los hermosos ojos esmeralda, a excepción de ellas las demás mujeres se convirtieron en fieras recriminándoles a ambos su romance secreto. Los amantes se salvaron de ser castigados porque el astuto caballero mintió diciéndoles a todos que ella sería su esposa y por eso no podía permitirle a nadie que tocará a su amante. ¿A qué soy genial?
—Sois el rey de los imbéciles —cambié de posición dándole la espalda al gran mentiroso. Sería incapaz de idear una mentira tan convincente, tendré que ser más cuidadosa con él.
—De nada Leah, ya sabes que contar cuando te pregunté.
La incomodidad se apoderó de la habitación, solo podía escuchar nuestras respiraciones. La situación en sí me superaba, mi día desastroso empeoró de la peor manera posible, <<asesina>> me recriminé una y otra vez.
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De Cunas Altas
Romance"El cuento de la criada en una pesadilla atrapada" Cuentos, cuentos y más cuentos. Estoy harta de que siempre tengamos que ser rescatadas, quiero ser mi propia heroína. Nadie salva a terceros de forma gratuita, esta sociedad está basada en tres prin...