Outsider III - Draco Malfoy

Capítulo 23: Sentencia

"Querido Draco: arribé a las instalaciones hace aproximadamente una hora. Estaba cansada por el viaje, se sintió muchísimo más largo de lo que realmente fue. Apenas llegué tomé una ducha, la habitación es realmente linda. Me recuerda a Hogwarts.

Te extraño. Sabía que esto iba a pasar, sabía que la culpa iba a seguir presente en todo mi cuerpo. Estoy tratando de no extrañarte, no es justo para ti, pero tampoco para el equipo que espera que esté en óptimas condiciones para jugar.

Te amo, mi amor. Te escribiré nuevamente mañana para contarte cómo fue mi primer entrenamiento."

—¿Has recibido noticias de Ava, cariño? —pregunta Narcissa, que había estado observando a su hijo por largos segundos. La puerta de su habitación se encontraba abierta, por lo que no le pareció de mala educación interrumpirlo.

—Sí —responde él, desde el escritorio, mientras le quita unas galletas a su lechuza para dárselas a Hazza, la lechuza de Ava. Se gira para observar a su madre, quedándose con los brazos cruzados y la mirada hacia el cielo raso de su habitación.

—¿Cómo te sientes? —pregunta, aunque no hacía falta ser su madre para darse cuenta que un día sin Ava había sido suficiente para que Draco se sintiera mal. Narcissa lo comprende, no es que no pueda estar veinticuatro horas sin Ava, es que sabe que estará así por unos meses más.

—Solo —responde luego de unos segundos—, pero no es novedad en la vida de un Malfoy.

—Si tú quieres sabes que puedes ir a visitarla, puedo ir al Ministerio sola y... —comienza a decir, pero una mirada de Draco la interrumpe. No hacían falta palabras para que madre e hijo tuvieran esa clase de conexión. 

—Mamá, nunca te he preguntado por qué cambiaste tanto últimamente. Sinceramente he estado pensando quién diablos es mi madre y por qué a veces actúa cómo actúa —dice de repente, sorprendiendo a Narcissa. 

—¿A qué te refieres? —pregunta por inercia, aunque estaba muy segura de qué le pasaba.

—Sabes a qué me refiero. Tú me apoyabas en mi relación con Ava, durante toda mi relación me dijiste que esa chica era buena para mí —comienza a hablar, recordando con nostalgia sus tiempos de adolescencia en Hogwarts.

—Sí, porque realmente lo pensaba. Jamás imaginé que una chica de Gryffindor pudiera estar con alguien de Slytherin, pero no me sorprendió cuando me contaste que ella se enfrentó a todos sus amigos por ti —le responde, mientras se sienta en la cama de Draco—. Siempre supe que Ava era una buena chica, Draco. Sobre todo cuando, después de saber lo que pasó en tú sexto año de Hogwarts, siguió junto a ti.

—¿Entonces por qué? ¿Por qué fuiste así con ella? —le reclama. Había querido tener esta conversación hacía tiempo, pero por diferentes motivos siempre terminaba cancelándola.

—Draco —duda ella—, hay cosas que entenderás mejor cuando seas padre. 

—Sí, bueno, ya perdí la oportunidad de serlo así que será mejor que me lo expliques —le dice con ira. Narcissa siente su pecho estrujarse, si bien Draco y Ava eran por obvias razones los más afectados, ella había perdido un nieto. Había tenido la oportunidad de convertirse en abuela y empezar de cero con aquella criatura.

—Durante tus años de Hogwarts pude convencer a tu padre para que no interfiera en la relación, pero después debías casarte con Astoria y lo sabías —agrega la rubia mujer, sintiéndose ahora avergonzada por seguir aquellas tradiciones.