Capítulo 35: Tormenta

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—¡Feliz navidad! —dice Ava, sosteniendo a Scorpius con un brazo y un vaso de cerveza de mantequilla con el otro. Pronto, todos los presentes juntan sus copas y vasos en el medio para brindar alrededor de la mesa ratona de Ava que contenía varias botellas de cerveza, servilletas y snacks muggles.

—¡Y felicidades, Ginny! —agrega Hermione, mientras toca el todavía plano abdomen de la pelirroja. Ésta la observa con ira, y se dirige a todos los presentes.

—Los mataría a todos ustedes por tomar una copa de champagne —habla con enfado, mientras sostiene un vaso con pura y cristalina agua. En la otra mano, sostiene un gran pedazo de turrón navideño en el que pensaba ahogar sus penas de embarazada —. No entiendo cómo lo hiciste, Ava. ¡Son nueve meses, largos y tortuosos nueve meses!

—¡Ginny! —le dice Harry ante su actitud. Sabía que Ginny había estado con muchos nervios por el embarazo y que las hormonas comenzaban a alterarla, pero nunca la vio tan enojada.

—¿Qué? Lo siento, pero es la verdad —se excusa la pelirroja, mientras se echa en el sillón.

—Primero nos quitas una boda grande y linda, luego la alegría de la navidad. Qué egoísta, Weasley —le dice Hermione sentándose a su lado. Ava por su parte baja un poco la música y se sienta en el sillón enfrente a sus amigas junto a Draco y le pasa a éste a Scorpius. El niño estaba ganando peso y ya no podía tenerlo en sus brazos débiles mucho tiempo. 

—Harry y yo queríamos estar casados, lo de la celebración grande... no nos emocionaba —se explica ella.

—Es cierto, además ustedes ya tuvieron bodas grandes. ¿Qué quieren de nosotros? —pregunta Harry. A él no le emocionaba la fiesta, el gasto y la celebración, simplemente quería estar comprometido para toda la vida con una pelirroja increíble.

—Qué divertida la vida de un Gryffindor, viven entre bodas y embarazos —murmura Blaise, pero todos los presentes lo escucharon ya que la canción sonando en el equipo de música muggle de Ava había terminado.

—¿Qué dices serpiente? —le retruca Ron —. ¿Algo en contra de nosotros porque Daphne no quiere casarse contigo?

—Ay, eso no es cierto —interrumpe Daphne antes de que Blaise se enfadara con Ron por la respuesta —. Sí quiero casarme con él, es Blaise quien no me lo propone.

—Porque no necesitamos un papel que nos diga que nos amamos —se excusa el moreno. 

—Bueno, a veces ese papel es lindo —responde Luna —. No todos lo queremos, pero es un pacto de amor de verdad. Le estás diciendo a la persona con la que estás, que la vas a amar pase lo que pase.

—Mucho romance por hoy, ese papel no sirve de nada si no hay acción —dice Theo riendo por demás, el alcohol ya había llegado a afectarlo puesto que comenzó a beber desde temprano. Él y Luna habían sido los primeros en llegar tras su viaje a las colinas de Irlanda.

—Deben disculpar a mi novio, no sabe comportarse cuando bebe —ríe Luna —. Una noche en el alojamiento de las colinas, decidió que era buena idea volver a esconder mis zapatos para que me aleje descalza.

—¡Theo! —lo regaña Ava.

—¿Qué? Perdón, estaba ebrio.

—Yo ya te perdoné —le habla Luna con cariño mientras besa su mejilla. Aun les sorprende a todos los presentes lo bien que se llevaban ambos.

—Bueno, ¿quién quiere... —un potente trueno interrumpe a Blaise antes de finalizar su pregunta, iluminando la sala por la gran cantidad de ventanales de la casa de Ava. El cielo parecía derrumbarse, mientras más truenos sonaban a diferentes distancias y la lluvia torrencial comenzaba a caer.

Outsider III - Draco MalfoyWhere stories live. Discover now