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Recordé todo, desde que estaba en el aeropuerto hasta que llegué a Oslo, mi cabello era negro al igual que mis ojos pero porqué, por qué cambiaron en la aldea. Einar me sacó de mis pensamientos.

-Tranquila, no sé porqué estás así pero supongo que tanto tu cabello y tus ojos no eran así cuando llegaste.

-N...no...claro que no.-Dije, todavía estaba perdida, hacía demasiado frío. Einar me llevó a una cabaña alejada de las demás, había una fogata en el medio y no dudé en acercarme, até mi cabello de nuevo porque no quería verlo, me asustaba mucho y no sabía que pasaba.

Él me acercó una taza de agua caliente y la acepté gustosa.

-¿Sabes por qué estoy aquí?¿Sabías que vendría?

-Tu abuela me lo dijo, en un sueño-. Por lo visto estas personas creen más en los sueños que el cualquier otra cosa, espera...-¿Mi abuela?

-Sí, no atendiste nada de lo que te dije mientras veníamos aquí ¿verdad?

Negué con la cabeza, él suspiró -En pocas palabras Freya, la reina de Alfheim, el hogar de los elfos ha declarado la guerra a nuestro pueblo, basándose en que enviamos tropas para atacar su palacio.

-¿Y eso es cierto?

-Claro que no, mil años de paz arruinados en segundos, no sabemos quien lo hizo pero la reina no quiere escuchar las justificaciones de nadie, pero escuchará la tuya.

-¿La mía? ¿Por qué la mía?

-Porque eres más de lo que piensas, eres la hija de Egil, descendiente directo de Geri, tu madre Vera, era la hija del rey de los elfos oscuros, tu abuela, fue bendecida por Odín en persona por ser la más sabia de la aldea. Posees mucho poder-. Volé en mis pensamientos por un instante luego mil preguntas invadieron mi mente.

-¿Quien es Geri? ¿Qué son los elfos oscuros?¿Odín?

-Odín, el dios más benevolente de los nueve mundos, él nos ha dado todo lo que hoy conocemos, Geri, su lobo más confiable, Odín le otorgó la libertad y Geri bajó a la Tierra, su descendencia se marcaba por su fuerza y su magia, tienen apariencia humana pero pueden transformarse en grandes lobos. Los elfos oscuros, han vivido en el bosque tenebroso desde que Odín los expulsó por intentar conquistar los nueve mundos, estas criaturas tienen poderes extraños y peculiares, pero esconden sus orígenes, así son más fuertes. Tus padres se conocieron en una época de guerras y a pesar de las circunstancias se enamoraron, los elfos oscuros nunca lo aceptaron, expulsaron a su princesa y ella vino a vivir aquí con tu padre, luego te tuvieron, una niña sana, diferente a cualquier otra, tienes poderes que los demás no tenemos y tú, eres la única que puede hablar con Freya y prevenir esta masacre.

Esperé un rato y luego eché a reír, de verdad me causaba gracia que por un momento pensé que todo eso era verdad. ¿Yo? hija de monstruos de dudosa procedencia, no lo creo. Pero Einar me miró a los ojos con seriedad lo que hizo que dejara de reírme.

-No es verdad, no existe ese tal Odín, ni esos elfos, ni ese lobo, todo es una religión vana que se maneja aquí, nada más.

-Es verdad.-Dijo él muy serio.

-¿Y mi cabello? ¿Por que se puso blanco?

-Tal vez es por el frío, eres descendiente de Geri y es probable que así sea como te adaptas al frío.

-Un momento, dijiste elfos oscuros, Freya los gobierna?

-No.- Eso me confundía aun más, no era nada para Freya porqué iba a ir yo.

-En realidad, Freya odia a los elfos oscuros.

-¡Estás loco, si odia a los elfos oscuros no hay razón justa para que vaya!

-No lo hará, porque también eres hija directa de Geri, y él tiene más poder que Freya, no te hará daño. ¿Ahora me crees?

-No lo se, ¿mi cabello es blanco no? Al menos eso demuestra que no estás loco.

Y la verdad no sabía si era yo la loca por creer en todo lo que dijo. En eso un lobo gigante entró en la tienda, era gris y tenía unos colmillos muy grandes. Lo que pasó a continuación no se como explicar, simplemente en un momento estaba el lobo y luego estaba un hombre, eso fue increíble, me dejó con la boca abierta.

--Esta bien, si es una nueva película de crepúsculo voy a golpearlos a todos--pensé, odiaba esas películas, más porque no me atraía mucho lo de lobos y vampiros.

-Cuidado con la saliva dijo aquel hombre. Lo miré a los ojos, los tenía grises, muy hermosos.-soy Ivar, mucho gusto.

-Mira .-dije agachando la cabeza.

-Queras decir Dahlia.- Agregó Einar a lo que quedé totalmente desconcertada.

Mira ... ese es mi nombre, aunque no estoy segura de que si alguna vez fue mío.






Luna Perdida (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora