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Desperté con un HORRIBLE dolor en el cuello, nunca había viajado tanto tiempo, aun quedaban tres horas para aterrizar aunque no era mucho parecía que un minuto pasaba cada mil años, ya no tenía sueño y ni siquiera tenía un celular.--Legando a Florida me compro uno--pensé, Einar me dijo que no necesitaba tanto dinero porque para los lobos todo era gratis, aún así traje lo suficiente para un celular.

*

Tú, mi más anhelado sueño
La vida te ha preparado para el día en que todo comience.

Eres una loba y tu deber está con los tuyos.

Me quedé dormida y Joss me despertó para que abrochara el cinturón antes del aterrizaje, esa frase estaba de nuevo en mi cabeza, no sé si estoy haciendo bien al ir a otro mundo a hablar con esa tal Freya, mis padres, de seguro están decepcionados de mi.

recuerdo**********

Tenía dieciséis años, mi padre tenía una reunión importante, firmaría un contrato con la empresa de cosméticos más grandes de Corea, el país más experto en cosmetotogía del mundo y mi madre y yo debíamos estar presentes porque esos países tenían otra etiqueta.

-Sonríe y no me falles-. Dijo mi madre antes de entrar a la sala de reuniones, el hombre también estaba acompañado de su familia y sirvieron almejas, hace dos años me enteré que soy alérgica, no quise comer pero como mis padres no sabían porqué me vi obligada a digerirlos aunque me cueste la vida.

Cuando mi paladar sintió el sabor de las almejas envió una señal por todo mi cuerpo, luchaba con migo misma para poder tragar todas las almejas y tocia en el acto, eso fue una ofensa para el invitado el cual se retiró muy disgustado.

Después de eso permanecí encerrada por dos días en mi cuarto sin comer, lloraba pero nadie atendía mi llamado. Jenna me llevó a la sala y mi padre me golpeó en la cara diciendo que era una vergüenza y que se arrepentía mil veces el haberme elegido en el orfanato. Cada palabra dolía, cuando salí de ese lugar pensaba que mi nueva familia sería muy cariñosa conmigo pero era todo lo contrario.

fin del recuerdo***

Hasta ahora mis padres me han dicho mil veces que nunca podría hacer algo sin ellos pero aquí estaba, a punto de hacer algo que ni yo me hubiera imaginado.

El aterrizaje fue rápido, salimos del aeropuerto para tomar un taxi, como aterrizamos en Miami no será difícil llegar al puerto.

-Primero quiero comprar algo-. Dije.- No me tardo, esperen aquí.

-Iré contigo-. Dijo Joss, -En caso de que necesites ayuda. Asentí y comenzamos a caminar.-¿Qué es eso tan importante que quieres comprar?

-Un celular, no he sabido de mi mejor amiga en mucho tiempo y eso me preocupa, además no se que pasó con mis padres.

-Entiendo-. Llegamos a una tienda de Apple y compré un iPhone porque así no podrían rastrearme, lo activé y marqué el número de Ela, cuando contestó sentí un gran alivio. Comencé a hablar con ella mientras junto a Joss seguía caminando hacia donde estaban los otros.

-¡¡Mira!!-. Dijo Ela.- Te extrañé muchísimo, no he sabido nada de ti por una semana, me tenías preocupada.

-He estado algo ocupada.- Dije con una gran sonrisa.

-¿Dónde estás?-. Quería contarle todo pero no podía, no quería que se metiera en problemas además mi padre tenía mucho dinero y podría haber intervenido la señal de su celular.

-Eso no importa, estoy bien, sabes iré a un lugar por un tiempo, no me llames que no responderé, cuando nos volvamos a ver te contaré todo lo prometo. Solo quería llamarte y decirte gracias por ayudarme ese día, realmente lo aprecio.

Luna Perdida (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora