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Duele, duele como nunca me lo imaginé, no es un dolor que pueda curar con un bálsamo, es un dolor que no puede curarse así muera, porque el amor por una persona te persigue hasta en el mundo de los muertos...

No recuerdo a mis padres, el orfanato fue una tortura, o lastimabas o te lastimaban, mis padres adoptivos nunca me quisieron, estaba sola en el mundo, amor era lo que más necesitaba pero nadie me lo había dado hasta hoy, Matts se comportó muy diferente a todos con quien me he topado, besó mi frente, nunca alguien lo había hecho, me dio amor y afecto, lo que sentí era tan hermoso que cuando recordé que no era yo misma sino Giselle sentí celos de ella, porque ella tiene todo lo que a mi me falta.

Ese día Tessa me dio un recorrido por toda la casa, para que pudiera ubicarme bien, era inmensa, tal como un castillo, había un salón de baile mas grande que la casa de mis padres, todo era hermoso, el decoro era de la edad moderna, algo antiguo pero elegante.
Tessa dijo que nos reuníamos con Matts para la cena porque él trabajaba todo el día, asi que teníamos el día para nosotras, confieso que al principio esta idea me parecía de lo más tonta pero creo que todo irá bien, una vez que tenga mis poderes podre ir a por Freya y acabar con todo esto. No olvido la promesa que me hizo venir aquí, solo espero que cuando regrese ya hayan encontrado a mis padres.

-¿Cuántos años tienes?-. Pregunté porque todo el día una cosa me ha estado dando vueltas en la cabeza.

-¡En dos días cumpliré diecisiete y al fin conoceré a mi mate!-. Dijo muy emocionada pero la verdad mi sorpresa fue que aparentaba más edad.

-¡Felicidades!-. Dije mientras la abrazaba, ya había anochecido. Estábamos en mi habitación, por suerte Matts y Giselle dormían separados hasta la boda, eso me daba una ventaja aunque a decir verdad me sentía muy cómoda a su lado. Mañana comenzaría a recorrer el castillo, esta vez para encontrar la pócima del ley alpha. Tessa pasó la noche conmigo a pesar de tener su habitación, la verdad tenia un poco de miedo porque era la primera noche que pasaba aquí.

Matts***

No puedo conciliar el sueño, durante la cena, Giselle seguía emanando ese extraño olor que me embriagaba sin poder evitarlo, realmente su olor cambió demasiado, quizá es porque Asher al fin la está aceptando como mi mate.

-Eso no lo haré ni muerto, Giselle nunca será mi Luna, es cierto que su olor ha cambiado un poco pero aun no sabemos porqué, después de todo ella es una bruja, no me quito de la cabeza la idea de que nos hizo algo-. Dijo Asher interrumpiendo mis pensamientos.

-No es cierto, Giselle nunca haría algo contra nosotros y no la llames bruja, su olor es por un nuevo perfume tal vez, pero no es brujería, de eso estoy totalmente seguro.

-Aún así, algo raro está pasando, nunca he hablado con Yona pero ahora la siento ligeramente más distante.

-Deberías hablar con ella, no la he visto desde que Giselle se convirtió en mi novia.

-Eso es por su culpa, a estas alturas ya debería saber que nunca la aceptaré y como una niña caprichosa se encierra y no quiere salir, eso es realmente patético.

-Habla con ella, es el único modo de averiguar porqué el olor de Giselle cambió y ahora hasta tú te interesas en ella.

- ¡Es solo por su olor! Nada tiene que ver con Giselle, solo de pensar que tan exquisito olor viene de semejante mujer me dan nauseas.

-Mejor me duermo, mañana veremos como van las cosas, tú habla con Yona y preguntale por el olor de Giselle.

-Esta bien pero recuerda que me debes un favor.

Mira ***

Desperté antes de Tessa, caminé hacia el baño, me asee y coloqué un ropa ligera pues el cielo estaba despejado y hacía un poco de calor. Abrí la puerta y caminé hacia el balcón, la vista era realmente hermosa pero la altura era demasiada, aun no sabía como escapar una vez que tenga la pócima, podría hacer una cuerda de sabanas, o escabullirme hasta salir. Pero debía encontrar la pócima primero y esperar un espacio oportuno para robarla.

Salí de la habitacion en direccion a la cocina, aun era temprano pero tenía algo de sed. Me tomó por sorpresa el hecho de que Kara estuviera allí, pero era la encargada de la casa así que eso era obvio.

- Buenos días señorita Giselle-. Dijo Kara mientras sacaba un pay del horno.

- Buenos días Kara-. Dije acercándome a ella para tener una mejor vista del delicioso pay. -¿Cómo ha estado?-. Pregunté con una gran sonrisa pero creo que a Kara no le ha gustado lo que he dicho.

-¿Perdón?-. Dijo sin más, me pareció una persona dulce y cariñosa, --como la madre que nunca tuve-- pensé.

-Pregunté que cómo ha estado-.

- Bien, he estado bien, pero ¿Por qué esta tan temprano en la cocina?

- Tenía un poco de sed y vine por un vaso de agua-. Dije mientras tomaba un vaso de la alacena y sacaba agua de la nevera. Pero en cada cosa que hacía sentía la mirada de Kara sobre mi.

-¿Cuánto tiempo falta para que la comida esté lista?-. Pregunté para calmar el ambiente hostil que se había generado en la cocina.

-10 minutos señorita Giselle-. Dijo Kara mientras comenzaba a limpiar el lugar.

- Bien-. Dije mientras caminaba a la puerta. -Iré a cambiarme y bajaré a desayunar-. Salí de aquel lugar, estaba muy nerviosa y ya estaba cambiada así que iría solo a dar una vuelta;es cierto que mis padres trataban al personal como si no fueran humanos pero ellos eran los únicos que pasaban conmigo en la casa así que gracias a ellos no tenía que estar sola todo el día. Por eso nunca los trato mal. Porque son personas y tienen sentimientos.

Subí al segundo piso por las escaleras en forma de espiral y entré al pasillo. Habían seis puertas, tres a cada lado, es decir seis dormitorios. Tessa dijo que eran para los invitados. La habitación de Giselle era la penúltima del lado derecho y la de Matts era la primera del lado izquierdo. En el espacio que había entre las puertas habían cuadros que Giselle pintó. Eran muy hermosos. Caminaba con mi vista en las pinturas y cuando estuve frente a la habitación de Matts, la puerta se abrió de golpe, él me tomó del brazo y me jaló al interior de la habitación, me pegó a la pared, con una de sus manos rodeó mi cintura y acercó su cabeza a mi cuello comenzando a respirar profundamente...

-¡Mía!...

Luna Perdida (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora