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Usando mi mano derecha hice a un lado la cortina roja de la tienda que se interponía entre Freya y yo, al mandarme a llamar con tal desesperación solo puedo esperar malas noticias. Las Tierras de Sangre resultaron ser tierras infértiles, un extenso terreno de tres millas de radio. Al caminar, fácilmente se podían notar las cenizas y aun se divisaban algunas ruinas que quedaron como resultado de la primera rebelión. En este lugar murieron los  Alphas del Norte y otros miles de lobos y vampiros, su sangre hizo que este lugar no pueda volver a albergar vida jamás. Llegamos antes del amanecer, Freya tenía atajos y por primera vez en mi vida monté un alce gigante porque aquí, los caballos no existen, establecieron un perímetro seguro y construyeron un campamento, solo hacía falta un detalle: la llegada de los aliados.

 —Mira  —caminó rodeando la gran mesa sobre la cual, se encontraba un mapa que señalaba las rutas de emboscada y ataque. Llegamos hace unas horas y el sol no está muy lejos de alcanzar el punto más alto, mi tiempo se está terminando. —Bien sabes la razón por la que he solicitado tu presencia.

—Se perfectamente cual es esa razón su majestad y me temo que no tengo idea alguna del porqué Giselle aun no ha regresado con el rey Alpha  y su ejército —Debía pensar en una manera de persuadir para esperar por más tiempo sin embargo, no estoy en tales condiciones.

—Cuando prometí que acabaría con tu rey —se paró justo frente a mi, mi valor ahora, se asemejaba al de un polluelo enfrentándose a un halcón— no mentía.

—Estoy consiente de ello majestad —se giró nuevamente al mapa como queriendo descifrar la dirección que tomará el oponente ara atacar— Entonces... me ayudarás a exterminar a todos o huirás de aquí.

Mi corazón se tensó, si Giselle no volvía aun, podía significar una mala noticia pero tampoco podía aferrarme a la idea de recibir desventuras, Chris y yo estamos en medio de una cuerda floja, lo que sea que decida nos atará a los dos, Yona ha regresado, ellas estarán a salvo, pero dos humanos en una guerra de seres sobrenaturales... creo que no puedo huir —Si su majestad está de acuerdo, planeo unirme a sus filas y luchar a su lado en contra de los hombres lobo y los vampiros— tal vez sea una locura pero si me atrevo a escapar, no tenemos a donde ir, al menos si muero Chris recibirá ayuda de Freya.

—A mi parecer has tomado una decisión favorable... te otorgaré una armadura y una— una ráfaga de viento cortó nuestra conversación y al girar en dirección a la entrada de la tienda pude notar a una muy cansada y herida Giselle sosteniéndose de la cortina para no desplomarse en el suelo. Al verme abrió aún más sus ojos, caminó hacia mi con el brazo extendido.

—Mira... ellos... Matts...— Extendí mis brazos para alcanzar su cuerpo del cual hace un par de segundos Giselle había perdido total control, noté raspones en sus brazos y marcas en sus muñecas, de seguro usaron plata. Sus ropas estaban manchadas con sangre y estaba demasiado pálida.

—Llévenla a la tienda de Mira y llamen a un doctor— la voz de Freya puso a los guardias a trabajar, uno de ellos salió del lugar a toda velocidad, a buscar al doctor, supongo, otro guardia cargó a Giselle y lo seguí ignorando por completo que la reina se quedaba sola.

Al entrar en mi tienda sorprendí a Chris sentado sobre mi cama, este al ver lo que sucedía se hizo a un lado, tomé un paño y lo humedecí en agua, si bien es cierto que las heridas de los lobos se cierran rápido, la sangre seca se pega en la piel así que, comencé a limpiar su tez. El doctor llegó a los pocos minutos de la partida del guardia, y examinó a la loba, por suerte todo iba a estar bien y, aunque no nos dijo exactamente el tiempo que le tomará despertar aseguró que no pasará de hoy. 

El silencio había tomado la forma humana e iba de un lado a otro danzando sin parar hasta que la voz de Chris lo mató, él estaba sentado en el borde de la cama que los guardias colocaron para mi, y yo, en un diván junto a nuestra única esperanza. Jugaba con mis dedos y de vez en cuando miraba en dirección a Giselle esperando verla despierta, . 

Luna Perdida (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora