III [200430]

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Uno cosa debo decir ¡JiMin no es bueno disimulando!, a pesar de que tenía curiosidad por saber que le había pasado al tatuaje que poseía en el torso no le pregunto pero era tan obvio con su mirada.

— ¿Puedes dejar de mirarme?. — Y entonces JiMin se dio cuenta de lo obvio que era.

— Perdón, es que quería preguntarte algo. — Se levantó. — ¿Qué le paso a tu tatuaje?. —

Y en ese momento los ojos de JungKook se oscureciendo más de lo que ya estaban, se levantó con mucha furia en su cuerpo, no supo detenerse ante esto dandole un fuerte golpe en la mejilla izquierda, enseguida JiMin acabo tirado en el suelo.

— ¡Que sea la primera y la ultima maldita vez que me preguntas eso!. — Grito descargando toda su ira.

Pero después de eso reacción, volvió en sí, muy tarde. Vio que JiMin no se levantó y entonces sintió mucho miedo pero desaparecido al verlo removerse un poco.

— Yo... — Se quedó sin habla.

JiMin se levantó un poco hasta quedar recargado en un árbol, cerro los ojos del dolor que tenia en su mejilla, llevo su mano derecha hacia está y la tocó, miro para ver si esta tenía sangre y lo tenia.

— Lo siento, no era mi intención. — Intento acercarse.

— ¡Aléjate de mi!. — Grito JiMin con temor a volver ser lastimado.

— Déjame arreglar lo que hice. — Se acercó por completo y entonces JiMin intento alejarse pero fue en vano pues el lobo era fuerte.

— ¡Sueltame!. — Lucho por soltarse. — No me lastimes otra vez. — No supo cuando empezó a llorar.

— No lo haré, perdóname. — Lo cargo.— Déjame enmendarlo. — Suplico y entonces JiMin asintió.

Rápidamente el lobo tomó mas fuerte a JiMin entre sus brazos y lo llevó hasta un lugar donde jamás imagino tener otro humano, la vida da muchas vueltas.

— ¿A donde vamos?. — JiMin lo miro confundido.

— Te curare en mi casa "humana". — Sonrió por lo que acababa de decir.

No tardó mucho para que llegasen a la dichosa casa, JiMin pudo observala de reojo creyó poder ver que era de madera como una tipo cabaña por así decirlo.

— Bienvenido a la casa del lobo. — Sonrió intentando a contentar a su nuevo conocido.

— Ni lo intentes, aún estoy enojado. — Hizo un puchero.

— Uhm. — Pensó. — Ya dije que lo siento. — Frunció el seño. — Entremos. — Abrió la puerta y entro con un JiMin en sus fuertes brazos.

Al entrar y dejar al menor en un sofá este pudo sentir la calidez de toda la casa, era tan acogedora, había una chimenea, taan romántico le parecía, se imaginaba una cita o un día con su persona especial sentados cerca de la chimenea.

Miro como JungKook daba vueltas en su propia sala buscando algo, y entonces entró a lo que parecía una habitación, salio de ella con una playera la cual se puso inmediatamente.

— Iré por unas cosas para curarte. — Y entonces se fue.

JiMin busco con la mirada algún reloj que le dijese la hora pero fue en vano pues no encontró ni uno.

— ¿Qué buscas?. — Pregunto con una manzana en la mano y en la otra lo que parecía una caja.

— La hora. — Volvió a mirar.

— ¿Te da miedo que tu padre te regañe?. — Pregunto burlón.

— Por supuesto, ¿Quien no tendría miedo de su padre?. — Pregunto mientras sentía su cuerpo temblar un poco.

— Yo nunca le tuve miedo. — Sonrió y el otro frunció el seño.— Probablemente por que nunca me salte una ceremonia. —  Soltó una risa.

— Eres tan malo. — Hizo otro puchero.

— No soy malo, soy malomalisimo. — Y entonces el pequeño sonrió. — Por fin te ríes, pensé que me odiarias por el resto de tu vida. — Suspiro dramáticamente mientras tocaba su pecho.

— Mi madre no me enseñó a odiar. — Lo miro enojado.

— No te enojes, solo estoy bromeando. — Se sentó alado de JiMin. — Hablamos tanto, que se ha puesto más roja tu mejilla. — Y entonces saco alcohol y un algodón. — Lo siento si no soy gentil. —

— Se cuidadoso. — Cerró los ojos tratando de no pensar en el dolor que sufriría.

Remojo un poco de algodón en el alcohol y lo llevó lentamente hasta la mejilla lastimada de JiMin, el mayor vio como este apretaba los ojos.

— No seas llorón. — Susurro.

— No lo soy. — Abrió sus ojos.

— No parece. — Se burló de el.

En ti esta mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora