XXIX [200715]

722 108 0
                                    

JiMin pudo ver como esos hombres tomaban por la fuerza a su madre y hermanas para después encerrarlas en el cuarto donde dormía su padre y madre.

Y a el lo encerraron en la propia, empezó a llorar de desesperación pues no sabia que pasaría con su lobo.

— ¿JiMin que ocurre?. — Pregunto su madre tratando de mantener la calma.

— Ahora no les puedo explicar todo. — Limpio sus lágrimas. — Pero necesito ir con JungKook, siento que papá podría matarlo. — Se desespero con sus propias palabras.

— ¿Por qué haría eso?. — Dijo ChaeYoung.

— Dije que no podía explicar todo. — Miro a su alrededor.

Empezó a desesperarse, las ventanas eran estrechas, la puerta se encontraba cerrada, no tenía salida alguna, estaba atrapado en cuatro paredes mientras su padre probablemente este matando o hiriendo a JungKook.

Muy en el fondo sabia que su mayor podría cuidarse pero también sabía que ahora estaba roto, no tenía las mismas virtudes de antes.

Se sentó en su cama a tratar de pensar en algo, pero de pronto una imagen llegó a su mente y ojos; se veía como NaYeon metía la espada en un tablón flojo del piso.

Y con eso supo que podría salir, buscó en el piso, pisando todos los lugares hasta que uno se movió más que otro, se agachó para intentar sacar la madera la cual si pudo extraer.

Sus ojos se hicieron azul brillante al ver la espada, y al tocarla miles de recuerdos llegaron a el, pero hubo uno en especial que le dolió en todo su ser; NaYeon cortando la marca de JungKook.

No espero más y con esa misma espada empezó a golpear la puerta de madera, hasta que esta empezó a romperse poco a poco.

Cuando pudo salir soltó un suspiro aliviado y se dirigió a sacar a su madre y hermana.

— Quiero que se queden aquí. — Aún tenia sus ojos encendidos.

— No. — Negó su madre.

— Nosotras vamos contigo. — Expreso su hermana.

Y a JiMin no lo quedó más que dejarlas venir, los tres se movieron hasta llegar a los caballos, cada quien tomó uno y el que los guió fue el.

El era el más desesperado de todos, por primera vez sentía no llegar a donde su gran lobo se encontraba.

Pero supo que su destino estaba cerca cuando escucho el chillido de un lobo. Dejo su caballo sin importale y se dirigió hasta JungKook.

Lo que se encontró fue a su padre y a todos esos hombres dando golpes a el lobo, sin ninguna clase de piedad por el.

Los ojos de JiMin se oscureciendo al mismo tiempo en el que la noche llegó.

— Padre. — Llamó.

— ¿Qué mierda haces aquí?. — Pregunto furioso. — ¿Acaso quieres acabar muerto como el?. — Amenazó.

— Lo que no quiero es terminar como usted. — Contra atacó. — Con un ego del tamaño de Asia, siendo arrogante y mentiroso. —

— ¡Respetame soy tu padre!. — Grito.

— El padre que conozco no es un idiota. — Río. — No se que le ocurrió para que hiciera esto. — Sonó decepcionado.

— ¿Qué me ocurrió?. — Pregunto. — Lo que ocurrió es que tu estas con un hombre. — Se acercó más a el. — Eres una vergüenza para mi. — Hablo con odio.

— Soy un hombre que ama a otro hombre.  — Afirmó. — ¿Y que?, al final de todo es amor. — Sonrió. — Y no me interesa si soy una vergüenza para ti, lo que me interesa es que te atrevas a herir a la persona que amo. — Sintió su sangre hervir.

— Ese lobo, esa bestia. — Se burló. — En lo que tu discutias conmigo, probablemente el ya esta muerto. —

— ¿Qué?. — Sus ojos se tornaron nuevamente azul.

Y ahí fue donde JiMin entendió que era una trampa, una en la que el había caído, era cierto que mientras hablaban o más bien discutían JungKook podría estar muriendo.

En ti esta mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora