VI [200502]

842 115 3
                                    

Al terminar de comer decidieron ir a explorar el bosque, más bien era JiMin el que quería conocerlo pues casi no iba a este por que a pesar de que "los lobos no estan" aún hay peligros, animales letales o ese tipo de cosas.

— ¿Estas listo?. — El lobo respiro el aire puro y refrescante que los árboles producían.

— Claro que si. — Dio un paso hacia afuera.

El alto aprovecho que el pequeño no le veía para poder empezar a transformarse en el gran lobo que antes habíamos conocido, cuando JiMin pudo verle le brillaron los ojos al mirarlo de nuevo en esta forma.

— Eres un lobo tan intimidante e imponente. — Le dio una mirada a toda su forma lobuna.

— Si tu supieras. — Miro al suelo. — ¿Quieres subirte encima mío?. — Alzó su mirada.

— Te refieres a ¿Qué te monte?. — Sonrió sorprendido.

— Si, serias el primero en hacerlo. — Se acercó a el.

— Si quiero. — Dirigió su mano a su cabeza apunto de tocarla. — ¿Puedo tocar tu pelaje?. — Pregunto antes de hacerlo.

— Mmh. — Pensó. — Está bien. — Se acercó aún más.

Y con esto ya permitido JiMin dejo que su mano tocará su cabeza, para luego pasarla por su lomo y sentir lo suave que era su pelaje, acercó su otra mano para poder sentir más este maravilloso tacto.

— Es tan suave. — Río bajito.

— Se acabó. — Se alejo. — Sube antes de que me arrepienta. — Se agachó.

— Genial. — Y con mucho miedo se subió arriba del fuerte lobo. —  Pensadolo bien, me da algo de miedo. — Dijo cuando ya estaba arriba.

— Ya estas encima, es muy tarde. — Se levantó del suelo y rápidamente sintió los brazos de JiMin abrazarlo mientras cerraba los ojos.

Resto importancia y entonces empezó a caminar hasta hundirse un poco en el gran bosque.

— No veras el bosque si sigues abrazandome y cerrando los ojos. — Susurro. — No te dejare caer, confía en mi. — Le dio seguridad.

— Apenas te conocí hoy. — Hablo apretando los ojos.

— ¿Y que? Nosotros los lobos somos de palabra fiel, no nos andamos con rodeos y mentiras. — Gruño.

— Bien. — Se levantó sin abrir los ojos. — Confío en ti. — Abrió los ojos lentamente y pudo ver y sentir el viento junto con los grandes árboles que lo rodeaban.

— Si confías, entonces sujetate sin axfixiarme.— Y con eso dicho empezó a correr por el gran bosque.

Al principio JiMin sintió miedo, pero después pudo acostumbrarse a la velocidad en la que iba su compañero, aprecio como el viendo movía su pelo y el pelaje del gran lobo.

Los árboles se veían como si corrieran a gran velocidad aunque realmente era JungKook el que iba tal como un rayo.

Los lobos son rápidos.

Después de un tiempo JungKook paro en el filo de donde se suponía había un barranco pero del otro lado continuaba, su lado lobo lo dominó y sus ojos se hicieron más negros de lo normal en reacción a esto dio un gran aullido al sol que estaba por salir.

— Pensé que solo le aullaban a la luna. — Soltó JiMin con el corazón acelerado.

Y entonces JungKook volvió en si.

— Yo... — Se alejo del barranco. — Yo jamás había hecho eso. — Se acostó en el suelo directo al amanecer.

— ¿Sabes que no había hecho yo nunca?. — JungKook negó. — Ver el amanecer. — Sus pupilas se dilataron.

JungKook pudo sentir el corazón acelerado de JiMin y el solo se limitó a sonreír, acostó su hocico en sus patas, de pronto sintió como el cuerpo se recargo por completo sobre el suyo.

— Tome una buena decisión al no regresar. — Sonrió con mucha felicidad.

— ¿Por qué?. — Pregunto con curiosidad.

— Por qué si no probablemente no habría visto esto. — Señaló el sol. — No abría pasado esto contigo y saber que no eres malo, no como mi padre dice. — Y con sus brazos rodio el cuello de el lobo y lo abrazo junto con un pequeño beso que depósito en su cabeza.

— ¿Qué fue eso?. — Dijo refiriéndose al pequeño beso.

— Se llama afecto Mi gran lobo. — Río mientras recargaba su cabeza junto con la de su compañero.

— Pequeño ángel. — Susurro casi inaudible.

En ti esta mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora