XIV [200530]

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JungKook no camino mucho, realmente para el JiMin no pesaba nada era como una pluma, aun conservaba un poco de su fuerza y eso le hacía sentir feliz.

Otra cosa que JungKook pensaba, era la actitud que el estaba tomando con el menor, se sentía como si se conocieran de hace años cuando la realidad era que tenia como una semana o menos de haberse conocido.

Pero una cosa no negaba, el se sentía muy bien con JiMin. Este era una persona con un aura bastante positiva y alegre, el estaba seguro que cualquiera que conociera a JiMin se sentiría bien.

Algunos podían pensar que se encariñaba con el solo por que el era un lobo solitario y ahora que tiene a alguien con quien hablar se siente bien.

Pero la realidad era otra, JungKook siempre fue un lobo solitario, el iba sólo, no necesitaba de otros, en el pasado sólo había una ves en la que tuvo que establecer apoyo con el resto de su especie.

En la forma cariñosa o amorosa nunca había sido así, tal vez una vez con una persona pero eso era algo que nunca decía pero el caso es que el no era de decir "te extraño" o "te quiero" tampoco un "te amo" incluso un abrazo.

Pero justo ahorita tenía a JiMin sobre su espalda, acción que nunca había dejando que nadie hiciera, ni siquiera con los niños lobos. También estaba feliz por el detalle que hizo JiMin.

— ¿Aquí es muy bonito?. — Sus ojos brillaron ante lo que veían. — Me encanta el sonido que produce la cascada. —

— Qué bien que te guste porque es aquí. — Lo bajo con sumo cuidado, temió poder lastimarlo.

— Me gusta mucho. — Dijo cuando estuvo sobre el césped. — No imaginé que existieran cosas así de hermosas. — Respiro el aire del lugar.

— Yo tampoco. — Hablo mientras lo miraba.

— Ayúdame a destender la manta. — La alzó mostrando como era, una manta roja con rayas azul.

— Claro. — Se acercó hasta el menor para tomar un extremo de esta y estirarla.

— Siéntate, yo pondré la comida. — El mayor no dijo nada, solo acató la orden. — Eres tan obediente. — Río bajito.

— Soy un buen lobo ¿Acaso no lo recuerdas?. — Levantó la ceja derecha.

— Lo recuerdo. — Hablo mientras ponía dos platos y dos vasos sobre la manta. — Hablando de lobos. — Mencionó al paso que sacaba sólo dos tortas. — ¿Cuantos hermanos tuviste?. —

— Seis, y conmigo siete todos hombres pero yo era el menor. — Se señaló con sonrisa angelical.

— Oww seguro eras el consentido. —  Dijo como si le estuviera hablado a un bebé.

— Ojalá, nuestro padre siempre fue muy estricto con todos, quería formar "hombres-lobos de bien". — Hizo entrecomillas en la última oración con los dedos.

— ¿Por qué el "entrecomillas". — Volvió hacer la acción dicha. — Quiero decir que tu no eres malo. — Se sentó.

— Eso creo. — Tomó lentamente la torta.

— Tengo una duda. — También tomó la suya.

— ¿Cuál?. — Pregunto para después depositarle una mordida a su torta.

— ¿Por qué no estas con los demás lobos?. — Curioso.

— Me expulsaron de ahí. — Limpio su boca.

— ¿Qué hiciste para que te echaran?. — Despues de la pregunta procedió a morder su comida.

— Eso no importa. — Frunció el seño. — Sólo importa el presente. — Suavizó su mirada.

— Bueno, eso es verdad. —Río. — Pero basta de charla hay que saborear la comida no sólo tragarla. — Volvió a morder.

— Es verdad. — Empezó a reír por su comentario.

Ahora sólo se dedicaron a saborear la rica comida y disfrutar el precioso paisaje, definitivamente la naturaleza era algo digno de apreciar, cada parte de ella siendo tan única.

Pero para JungKook lo que veían hermoso a través de sus ojos no era exactamente el lindo paisaje.

En ti esta mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora