II [200429]

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Tal como había prometido JiMin se levantó a las tres y media de la mañana para alistarse un poco, después de eso salió de su casa sigilosamente, pudo apreciar el sonido de la noche, cerro los ojos para poder apreciar mejor aquel sonido.

Sonrió y entonces empezó a caminar hacia donde el bosque empezaba, al ver el oscuro bosque su piel se enchino y sintió miedo, dejó de lado esto, entro.

Empezó a caminar despacio, el sonido de los animales de la noche lo acompañaban al igual que el sonido de las ramas que aplastaba con cada paso que daba.

Llegó un momento en el que no supo donde estaba, ¿Como era posible que se estaba perdiendo?, si el conocía el camino a la perfección.

Paro de caminar para recargarse en un árbol y pensar como llegar hasta allí. Miro la tierra un momento y noto algo extraño, al agacharse pudo ver que era, eran huellas, no cualquiera, eran huellas de...lobo.

— No puede ser. — Susurro sorprendido.

Después de decir eso un sonido de movimiento se escuchó haciendo que a JiMin le temblará el cuerpo por completo.

— ¿Qué no puede ser?. — Y entonces una voz fría y gruesa apareció.

— ¿Qu-uien eres?. — Trato de buscar entre la oscuridad pero no halló nada.

— La pregunta es que haces tu aquí, estas muy al fondo, estas en mi territorio. — Gruño.

— ¿Tu territorio? Pero si este bosque es de mi padre. — Dijo con timidez.

— Uhm, un Park, como los odio. — Se acercó. — Sabias que tu familia nos destruyó. — Sus ojos se oscuresieron.

— Un lobo. — Susurro.

— Bingo diste en el blanco. — Y fue ahí donde se reveló enfrente de el.

— Yo... — Al verlo no pudo decir nada más.

— Mataría a otro como tu, o tu. — El lobo se acercó peligrosamente.

Pero al estar tan cerca del otro se detuvo por instinto, vio como el más pequeño tembló ante su presencia, aunque siendo sinceros no supo por que no lo atacó.

Al JiMin abrir los ojos observó detalladamente al lobo que tenia en frente, era grande e imponente, su pelaje era negro como la noche al igual que sus ojos oscuros.

— ¿Qué pasa?. — Pregunto mirándolo a los ojos.

— Nada, tienes suerte de que traiga una prenda. — Y entonces se alejo.

JiMin no entendió lo que dijo el otro, pero no tardó mucho para que volviese, pero esta vez era una forma diferente, era un humano.

Su cabello era igual que su pelaje, sus ojos también, miro su pecho y pudo apreciar lo bien trabajado que estaba, todo estaba marcado por fuertes músculos y lo acompañaba un tatuaje en su torso, el cual tenía: Un lobo con una persona abrazandolo pero este estaba dividido por una cortada el cual estaba como cicatriz.

Sintió poder haber visto ese tatuaje en otro lugar.

— ¿Puedes volverte humano?. — Lo miro sorprendido.

— Si, y si no guardas el secreto te mataré. — Amenazó.

— Yo no diré nada. — Paro. — ¿Por qué no me atacaste?. — Se acercó.

— No lo sé. — Evadio la mirada del pequeño. — ¿A propósito a donde ibas?. — Pregunto curioso. — ¿Qué haces tan profundo en el bosque?. — Volvió a mirarlo.

— ¿Vamos hacer amigos?. — Sonrió.

— Yo nunca dije eso. — Frunció el seño.

— Oh, yo pensé que si, ya que estas siendo amable conmigo.— Le sonrió aún más.

— ¿Por qué mierda sonries tanto?. — Miro demandante.

— Supongo que estoy feliz por que un lobo y un Park estan hablando sin matarse. — Sus ojitos brillaron.

— Ya veo. — Relamio sus labios. — Tu eres Park... —

— Me llamo JiMin, ¿Y tu?. — Se sentó en el pasto.

— JungKook. — Contestó. — Pero ya dime, ¿Qué hacías por aquí?. — Curioso.

— Vine a buscar una vestimenta y me perdí, la usaría hoy pues... — JungKook lo interrumpió.

— Se lo que es hoy. — Gruño. — Hoy es el día en que ustedes nos "ganaron". — Hizo un entrecomilla con los dedos.

— Realmente no quisiera estar ahí, es mi padre el que me obliga. — Hablo triste.

— Si no quieres estar ahí, no lo estés. — El enojo se le bajo y se sentó a lado de JiMin.

— Entonces me quedare hoy contigo. — Sonrió al verlo sentado a su lado.

— Yo no dije que podías. — Gruño.

— Eres un enojon. — Le hizo burla frunciendo el seño.

— No lo soy. — Cruzó los brazos.

— Entonces si vamos hacer amigos. — Sonrió al volver a ver que estaba sentado con el. — Ya se que vas a decir "No dije eso". — Se burló.

— ¿Cómo lo supiste?. — Hizo en pregunta irónica. — ¿Y porque no te gusta la celebración de tu padre?. — Pregunto curioso pues el debería estar feliz por su aldea.

— Es más burlarse de ustedes que celebrar algo, no me gusta. — Movió su nariz enojado.

— Cómo que me agradas. — Río.

— ¿Entonces si me puedo quedar contigo?. — Sus ojitos brillaron.

— Yo no dije eso. — Entre cerró los ojos.

— Bien, entonces me voy llendo. — Se levantó.

— Uhg, bien quédate. — Lo miro serio.

— ¡Si!. — Grito feliz.

JiMin se sentía feliz por está situación, ya que se estaba llevando bien con alguien que su padre ya hubiese matado o atacado, y quizás lo mismo pasaba con JungKook, probablemente otro lobo ya lo hubiera matado pero en cambio el no lo hizo, era un avance.

En ti esta mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora