VII [200506]

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Después de ese momento JungKook se quedo un poco pensativo por todo lo que acababa de pasar pero después de un rato dejo de tomarle importancia.

Se quedaron en un gran árbol donde no les diera tanto el sol ya que este era muy fuerte después de que salio por completo.

— Cuéntame de ti JungKook. — Se sentó alado del lobo.

— ¿Cómo que cosas?. — Para este tiempo el ya era "humano de nuevo y se preguntan por la ropa si la traía puesta.

— ¿Qué te gusta comer?. — Empezó a preguntar.

— Me gusta todo, no soy tan estricto como otros lobos. — Se acomodo en el gran árbol. — ¿Y a ti?. —

— ¡Pollo crujiente!. — Grito con una sonrisa. — Pero si hablamos de postres, amo la tarta de mora, ¿a ti cual tarta te gusta?. —

— Nunca he probado los postres. — Confesó con un toquesito de tristeza.

— ¿En serio?. — Se sorprendió. — Entonces si hoy al volver en la noche no muero por mi padre, mañana prometo traeré una. — Sonrió. — ¿Te parece?. — Lo miro a los ojos.

— ¿En serio lo harías?. — Sonrió.

— Por supuesto, ¿por que no lo haría?. — Frunció el seño divertido.

— No lo sé, apenas me conoces. —

— ¿Y que?. — Pregunto. — Te seguiré viendo, no creas que te libraras de la presencia del pequeño ángel. — Sonrió angelicalmente.

— Tu tampoco te libraras del gran lobo. — Sonrió hasta ver de nuevo la herida que le había provocado. — Otra vez, lo siento por lo que te hice en la mejilla. — Hablo triste.

— O no te preocupes, lo pasado pisado. — Le sonrió. — Además ya no duele. — Se tocó levemente.

— Antes pensaba que me odiarias. — Sonrió mientras sobaba su propia nuca nervioso.

— No lo haría, no es tu culpa, probablemente es algo que duele y por eso reaccionaste así. — Explicó.

— Gracias por entender. — Río. — Eres muy amable. — Halago.

— Agradece a mi madre, ella me enseñó hacer así. — Su madre era realmente alguien buena.

— Gracias mamá de JiMin. — Río.

— Se llama HyunAh. — Dijo el nombre con felicidad.

— Oh, gracias señora HyunAh. — Se corrigió.

— Probablemente si a ella le contará que conocí a un lobo se emocionaria. — Contó. — Ella siempre hablo bien de ustedes. —

— Me parece bien pero aun así no debes contarle a nadie de esto, ni a tu mejor amigo. — Hablo serio.

— No te preocupes, de esta boca no saldrá nada. — Hizo una seña como si estuviese cerrando su boca. — Eso me recuerda que mi mejor amigo quiso acompañarme a buscar el traje y le dije que no, probablemente este preocupado. — Contó triste.

— Tu mejor amigo te quiere mucho. — Sonrió.

— Por supuesto, el se llama TaeHyung y lo conozco desde que no decía ni una palabra. — Río.

— ¿Me pregunto como eras de pequeño?. — Curioso en una sonrisa.

— Me estoy preguntando lo mismo de ti. — Busco algo en su pantalón. — Mira esta es una foto. — Le dio la foto.

— ¿Cargas fotos tuyas de bebé?. — Pregunto burlón. — Qué sorpresa. — La observó. — Oww. — Hizo cara tierna.

— ¿Era tan lindo verdad?. — Presumió.

— No lo digo por ti, lo digo por la decoración de atrás es tan linda.  — Sonrió y JiMin hizo un puchero. — Bien, si lo digo por ti, eras tan tierno. — Volvió halagar.

— ¿Estas diciendo que ahora no lo soy?. — Entre cerró los ojos mientras cruzaba los brazos.

— Ahora eres molesto. — Dijo serio y el otro se quedo inmóvil haciéndose el dramático. — Bien bien, ahora también eres tierno.

— Ya lo sabía gran lobo. — Sonrió victorioso.

— Eres un tramposo. — Frunció el seño.

— No lo soy. — Volvió hacer otro puchero. — Oye JungKook. — Llamó.

— Dime. —

— ¿Qué se siente no envejecer?. — Pregunto curioso.

— Parece increíble pero es molesto si no sabes la razón del porqué te pasa. — Suspiro cansado.

—Tranquilo, algún día toda duda de aclarará. — Dio ánimos. — Yo también tengo dudas sobre unas cosas que me pasan pero se que en algún momento la verdad sale a la luz. — Hablo positivo.

En ti esta mi verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora