En ti esta mi verdad

XXXIV [200808]

JiMin voló más rápido para poder llegar primero y explicar lo que estaba apunto de pasar en esos instantes.

Vio desde el cielo a su amada aldea y soltó una risa lleno de felicidad al verlos bailar y cantar, pero de pronto soltó una mirada llena de nostalgia que le hizo pensar como llegó hasta esto, el pensaba que si no hubiera conocido a su lobo JeonGguk esto jamás pasaría.

De pronto la gente noto que algo volaba y se dirigía a ellos, hubo varios gritos de pánico al ver a su jefe volar, este sólo se dirigió a aún punto en el que si habla todos podrías escuchar.

Al llegar ahí cerró sus alas, todos le miraban sorprendido y uno que otro con miedo.

— Tengo algo que confesarles. — Grito con un poco de timidez en sus palabras. — Hace muchos años, nuestros antepasados tuvieron una guerra contra los lobos. — La gente sonrió al pensar que el daría un discurso motivacional sobre aquella guerra. — Yo... — Miro hacia donde su padre se encontraba tenso y soltó un suspiro. — Yo tengo que decir algo relacionado con eso. — Pero no le importaba, el diría la verdad. — En aquella época había un lobo fuerte e imponente el cual se llamaba Gguk, pero fue vencido no por que nosotros hallamos sido más fuerte. — Negó con las manos. — El fue roto por alguien de mi familia, lo despedazo e hizo que no pudieran proteger más a sus lobos. — Bajo el rostro. — Pero no quiero que tomen odio a mi familia, ellos no sabían lo que causarían. — Volvió alzar el rostro. — A lo que en realidad quiero llegar... — Paro un momento para soltar un suspiro en el cual sus ojos se encendieron. — Hoy, yo el hijo de la luna. — Todos exclamaron con sorpresa ante la confesión. — Traigo a los lobos y a su rey para que ellos y nosotros nos volvamos uno, pongamos la paz en esta tensión que tiene tantos años separandonos y lastimados. — Después señaló a los lobos que ya se encontraban en la aldea.

La gente tembló ligeramente al ver a esos lobos cercas de ellos pero al ver al rey de ellos temblaron realmente pues este lobo se veía más imponente, soltaba algo en el que les hacia bajar la mirada.

JeonGguk se movió hasta la parte de atrás para poder transformarse en humano, vestirse rápido e ir hacia su pequeño ángel.

— El es JeonGguk. — Este se acercó a JiMin. — Ellos no son completamente lobos, ellos son hombres-lobo. — Sonrió. — Y el no sólo es mi aliado en esto. — Miro la mano del otro y sin pensarlo la tomo. — El es mi pareja. — Confesó. — No espero que lo entiendan, ya que no todos piensan que el amor entre hombres o mujeres esta bien pero al final de todo es amor. — Le miro a los ojos lo que ocasionó que al menor se le tornarán los ojos rojos y al otro se le encendieron. — No voy a renunciar a mis sentimientos. —

Esas palabras le tocaron el corazón a todo aquel que no se sintió feliz con esto, lo cual provocó que empezarán aplaudir y entre esos aplausos le decían cosas como; "Eres valiente" "Viva Park JiMin" "Estas haciendo un buen trabajo" "Serás alguien grande", lo cual le llenaba de felicidad a JiMin, y de orgullo a su familia presente.

— Gracias por su apoyo. — No contuvo sus lágrimas. — Prometo ser alguien bueno para ustedes. — Sonrió. — Por favor todos disfruten de este día. — JungKook se acercó a limpiarle las lágrima.

— Cuidaré bien de su jefe. — Prometió en una sonrisa.

Después de eso ambos se movieron hasta donde la familia Park se encontraba. HyunAh le abrazo feliz a su hijo.

— Estoy orgullosa de ti. — Le acarició el cabello.

— Yo también. — Su hermana se unió al abrazo, para después su padre les abrazara sin avisar a los tres.

— Ven JungKook. — Le llamo HyunAh. — Ya eres de la familia. — Sonrió.

— No debe mole... — Y no pudo terminar su frase pues su mano fue jalada por JiMin.

Así todos se unieron todos en un cálido abrazo familiar, realmente JiMin y JungKook se sentían llenos de nostalgia en este día, se sentían tan extraños, nunca pensaron que esto pasaría y pues se podría entender ya que fue en un abrir y cerrar de ojos momentáneo.

Poco después la familia se separo, JiMin y JungKook se tomaron de las manos y caminaron hasta encontrar un lugar con menos ruido. Cuando por fin lo encontraron buscaron donde sentarse.

— Pequeño ángel. — Le miro a los ojos. — Sin saber te estaba esperando. — Le tomo las manos. — No era nadie mas que tu, y solo tu. — Soltó un suspiro al momento en el que elevaba sus manos hasta su boca y depositarle un beso. — Me encantas. — Lo beso otra vez. — Me fascinas. — Dio otro beso. — Me enamoras. — Otro más.

— Kookie. — Bajo la mirada sonrosado.

— Amo cuando te sonrojas así. — Soltó una de sus manos para llevarla a su mejilla izquierda. — Tan hermoso. — Le acarició. — Te amo tanto. — Se acercó a el.

— Yo también te amo. — Sus ojos se tornaron rojos.

— Ya quiero que llegue la noche. — Susurro coqueto.

— Kookie. — Volvió a sonrojarse.

Dedicado a: ErikaCelisGutierrez