El Nuevo Clan Son

Amanecer

Sus ojos pesaban, pero extrañamente se sentía bien, algo cálido le invitaba a abrir sus ojos, mientras, el viento tocaba su piel. El suave peso de algo también le molestaba, por lo que con lentitud, una lentitud tan apremiante como relajada, sus ojos negros volvieron a ver la luz, al principio su mirada estaba nublada, pero lentamente fue adaptándose, dándose cuenta que estaba en un cuarto, cosa que le desconcertó completamente, elevo la mirada un poco encontrándose con varias personas observándole, con lagrimas en sus ojos le miraban, incluso una de esas personas era la siempre gruñona Hokage, cosa que le termino por confundir, lo último que recordaba era que había quedado recargado en el tronco de un árbol a varios metros de distancia de la entrada a la base subterránea de Raíz, después de que Danzo muriera por causa y efecto de él mismo.

-¿Dónde…?- hablo despacio, observando como aquellas personas no eran otras que sus esposas, que estaban felices de verle bien, así como su hijo Gohan y justo en frente estaban Mikoto y entre sus brazos ese pequeño bulto que había protegido la noche anterior con toda su vida.

-Gracias…- musito la Uchiha, sin evitar no derramar sus lágrimas, agachando su mirada y observando al pequeño bebé tan parecido a su padre. -¡Gracias, Gokú-kun!- elevo un poco su voz, acariciando una de las mejillas del pequeño, en completo agradecimiento por, por fin tener a su bebé entre sus brazos, así mismo Kushina, Mei y Jade no aguantaron mas y se arrojaron al "caído" Saiyajin que simplemente sonrió completamente contento de ver que su familia estaba bien y feliz.

-¡Gokú-kun!- -¡Son-kun!- Las voces de la pelirroja y de las dos castañas se escuchaban con claridad, abrazándose como podían del guerrero que no borraba su sonrisa y una débil pero alegre risa.

-jeje Cálmense, estoy bien jeje-

La Hokage, también quiso abrazarlo, pero con todas sus fuerzas se contuvo, pues sentía que si lo hacia se delataría frente a las demás mujeres y Gohan que como se había dicho también estaba presente mirando la escena. Mas los ojos de la líder rubia se cristalizaron, indicando llanto, el cual intentaba acallar también, pero una sonrisa sincera también se manifestó en su rostro al ver aquella escena tan conmovedora entre las esposas del Saiyajin y el mismo. -"Baka… ¿Por qué? ¿Por qué me preocupaste tanto? Pero no puedo evitar no sentirme feliz al ver esa boba sonrisa tuya"- pensaba la rubia, sin evitar no sentirse feliz de verlo bien. Cuando lo miro inconsciente pensó lo peor, con desespero lo curo y con la misma impaciencia le dio una semilla del ermitaño para acelerar su curación, en cuanto al veneno, este había desaparecido de su organismo durante las últimas horas, ya que estuvo dormido durante varias horas fruto de la intoxicación, claro hasta que se le dio una semilla del ermitaño para acelerar el proceso de desintoxicación de su organismo.

-"Abuelito, gracias a ti hoy vuelvo a ver la realidad… Gracias por siempre darme fuerzas, te prometo que nunca más dejare que dañen a mi nueva familia"-

Con ese pensamiento, Gokú se dejaba abrazar de sus esposas, que aun intentaban besarle el rostro y revisar que estuviera completamente bien, pues a pesar de saber que en efecto, ya estaba bien, su amor por él les dictaba sentirse preocupadas aun y a sabiendas de lo anterior.

-Papá, gracias por salvar a Nii-chan- Gohan le observo con una sonrisa muy de ellos dos, siendo que el Saiyajin mayor asintió en agradecimiento por sus palabras.

[Fin de OST anterior.]

Minutos después: Comedor.