"Bella dama"

4.7K 243 175
                                    

Dylan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dylan

Una, dos, cuatro, seis, doce, ya ni se cuántas cervezas me he tomado. Necesito hablar y disculparme con April, pero la muy salvaje ni siquiera ha regresado a su casa. El carro esta parqueado afuera, pero ella ni señales de vida ha dado desde que salió de la universidad.

Camila al igual que Alejandra están muy preocupadas, le han estado marcando al celular, pero las manda directo al buzón. Y eso pone a todos más nerviosos.

—Es mejor que empiece a llamar a la policía ¿Qué tal si le pasó algo? —Santiago abraza a su novia y le pide que se calme.

No negaré que también estoy preocupado porque si lo estoy. Pero de nada sirve que me exalte si con ello no voy a hacer que aparezca.

Me paso las manos por el cabello tratando de calmar mi frustración, pero estamos hablando de la salvaje y con ella todo es diferente.

Juro que si no parece dentro de diez minutos iré a buscarla, ya está anocheciendo y eso solo hace que crezca más mi desesperación.

Cierro los ojos y una idea viene a mi mente.

¿Acaso estará con Diego? Tenso la mandíbula de solo imaginarlo.

¿Qué tal si ahorita se están enredando y por eso no contesta las llamadas? Mi cerebro manda una serie de imagines que me hacen enfurecer. No caería tan bajo para hacer algo así ¿cierto? De solo imaginármelos juntos la bilis se me sube a la garganta y hace que quiera vomitar todo lo que he bebido.

Me paro, la cabeza me está dando vueltas, necesito aire fresco para poderme calmar.

Estoy bajando el porche cuando veo a April y me doy cuenta de que no va sola, sino que va agarrada de la mano de un baboso. ¡Esto es el colmo! Él se acerca a su oído y le susurra no sé qué cosa haciendo que suelte una carcajada. Me cabreo más si eso es posible.

Se percata de mi presencia y no pone buena cara «No eres la única enojada vecina» pienso.

Como si yo no estuviera presente empiezan a platicar.

—¿Entonces vas a honrarme con tu presencia, bella dama? —ruedo los ojos.

Pasó de ser "pequeña" a "bella dama"

¿Y este fulano de dónde habrá salido?

—Ya le dije que sí mi lord —frunzo el ceño. Esto cada vez se parece a un circo, puras payasadas andan diciendo.

—¿Te recojo en la universidad o vengo a recogerte aquí?

—A la universidad está bien —sonríe tiernamente.

—De acuerdo, entonces te miro en unos días —la ve fijamente aumentando mi furia— Me despido bella dama. Espero y duerma bien en su castillo —intenta acercarse, pero se lo impido cruzándome en medio de los dos.

El imbécil de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora