Sintiendo cosas raras

5.2K 301 113
                                    

April

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

April

Earned It de The Weeknd, está sonando por mis audífonos a volumen bajo. Estar acostada en la cama con los ojos cerrados y las piernas apoyadas en la pared se me está haciendo una tarea difícil.

¿Por qué? Porque hoy es el gran día...

Hoy es el gran día según las dos locas que tengo aquí adentro de mi cuarto. Sí, hoy es sábado, en pocas palabras la fiesta de Dylan. Cam y Ale están dando vueltas y desordenando todo mi closet disque tienen que ir bien arregladas porque nunca se sabe cuándo se va a encontrar el amor, patrañas, están así desde hace más de tres horas. No sé cuál es el afán, solo sé que me estoy mareando por tanto alboroto.

—¡A! Ya es hora de que te arregles —Cam no deja de fastidiar con lo mismo, así que solo la ignoro como las otras cuatro veces.

No entiendo porque tuve que aceptar el reto del idiota de Dylan, si no lo hubiera hecho ahorita seguramente estuviera con Diego viendo alguna película o estuviéramos comiendo, ¿o por qué no? Besándonos y toqueteándonos, me sonrojo al imaginármelo. Pero no, el imbécil de mi vecino tuvo que arruinarme el fin de semana.

Aunque debo de decir que no todo está mal, ya que después de que mi mejor amigo me dijera los planes que teníamos y yo lo rechazara explicándole el motivo del porqué no podía, lo invité a la fiesta.

—¡A! Es la última vez que te hablo.

Sigo ignorándolas, cuando escucho que salen de mi cuarto suspiro. Ya era hora de que dejaran de estar fastidiando, desde que Dylan me retó y yo acepté divisé mi atuendo para la ocasión. Él cree que va a salir ganando, pero lo que no sabe es que este juego es de dos jugadores y el más débil perderá y créanme que no voy a hacer yo, o no nene.

Estoy a punto de levantarme, pero en eso siento el contacto de un líquido frío con mi piel caliente, me levanto quitándome los audífonos y miro que las chicas se están muriendo de risa.

Las malditas me echaron agua fría.

—¿Qué les pasa? ¿Acaso se volvieron locas? —pregunto deshaciéndome de mi ropa.

—Es que nos has estado ignorando desde hace rato y lo mejor que se nos ocurrió fue echarte agua —responde mi prima.

—Esta vez sí se pasaron —digo con fingida molestia, paso a la par de ellas y me adentro al baño, pero antes de cerrar la puerta me carcajeo y ellas no tardan en unirse.

Cierro la puerta con pestillo y me meto a la ducha.

El agua fría cae por todo mi cuerpo haciéndome tiritar.

Desde ayer hay algo que me tiene inquieta y es que Dylan tenía un gran chupetón en el cuello la última vez que lo vi. ¿Acaso tiene novia? No lo creo, pero igual no lo he visto con ninguna chica.

A lo mejor alguien de la universidad se está revolcando con él. La piel se me pone chinita al imaginarlo.

«Descarado» Y aun así quiere llevarme a la cama. Está loco si piensa que lo va a lograr.

El imbécil de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora