Cupido

4.7K 282 69
                                    

April

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

April

Imbécil, idiota, gilipollas, salvaje, hijo de...

—¿April? Te estoy hablando —volteo a ver a mi mejor amiga.

—¿Eh?

—Te estoy diciendo que ahí viene Diego —levanto la vista y efectivamente él va saliendo de la enfermería.

—Lo siento es que ando pensando.

—¿Dylan? —asiento—Todavía no entiendo porque se comportó de esa manera —habla— Se miraba diferente, como si...

—Fuera un animal rabioso —ruedo los ojos— ¿Ya te encuentras mejor? —le pregunto a mi amigo.

—Sí, solo fueron algunos golpes de suerte —trata de sonreír, pero solo le sale una mueca.

—¿Quieres irte a tu casa? Si quieres te llevo.

—No te preocupes pequeña, me iré solo. No quiero que faltes a clases, ya has hecho demasiado.

—De acuerdo —suspiro— ¿Cómo pasó?

Cam se despide diciendo que ya empieza su tercera clase.

—No es necesario que lo sepas —se rasca la parte trasera del cuello.

—Si tiene que ver conmigo quiero que seas sincero y me lo digas. ¿Él empezó?

—Es mejor que nos olvidemos de este tema —baja la mirada— Y esto no tuvo nada que ver contigo, simplemente desde que me tropecé con él ha estado metiéndose conmigo.

No sé porque no le creo, además, mi vecino no es tan salvaje ¿o sí?

—Está bien, te llevo al estacionamiento.

—Quiero que olvides esto, A (Ei) —me agarra de los hombros— Y que te alejes de ese animal que se hace pasar por tu vecino —me levanta la barbilla con sus dedos.

Escuchar lo último me hace fruncir el ceño. No me gustó que lo haya llamado de esa manera.

Sus ojos me observan preocupados esperando alguna respuesta de mi parte. Asiento, para restarle importancia al asunto.

—No te preocupes.

Caminamos en silencio hasta el estacionamiento, lo ayudo a meterse a su auto y me despido.

Camino rápido por los pasillos tratando de no perder más clases. Lo de la pelea no se me va a olvidar tan fácil, algo me dice que yo tenía que ver con ella, así que no tengo de otra que averiguarlo.

***

Estoy a punto de rendirme, he estado buscando a Santiago por más de diez minutos y nada, recuesto la cabeza en el casillero.

Necesito pedirle el número de Dylan, pero si no lo encuentro no me quedará de otra que ir a la casa de mi vecino, volteo a la izquierda y ¡Bingo! Veo a San guardando cosas en su casillero.

El imbécil de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora