April
Labios resecos y agrietados.
Pómulos hundidos.
Ojos rojos e hinchados de tanto llorar y bajo estos, ojeras.
Una pequeña herida cerca de la ceja izquierda.
Y piel pálida.
La chica que me devuelve la mirada por el espejo definitivamente no es la misma chica del día de mi cumpleaños.
Esta chica está apagada, sin fuerzas y sin vida.
La chica que lleva 15 días fuera de casa.
Sin sus padres, amigos y él.
La que ya no resiste un día más.
La que se está volviendo loca por cada segundo que pasa.
Suspiro rendida y dejo de verme por el espejo.
Me doy tanta lástima y pena.
Esta no soy yo.
¿Dónde quedo la antigua April?
¿En dónde quedé?
Agarro un cepillo y lo paso por la maraña de cabello que tengo.
Es la primera vez que lo peino.
Y es la primera vez que veo mi reflejo.
Estar encerrada en un sótano no me permitía darme ciertos lujos.
Apenas hace dos días me trajeron a esta habitación. Dos días durmiendo en una cama y no en el viejo y mugroso colchón del sótano.
13 días encerrada y encadenada.
Y el único bocado que podía probar al día eran tres panes y dos vasos con agua pura.
Y para no sentir hambre pasaba todo el día durmiendo.
Aunque las primeras noches no dormí nada.
El miedo de saber que él estaba a pocos metros de mí me aterraba.
Saber que de un momento a otro iba a llegar y hacer conmigo lo que se le diera en gana me asustaba.
Él me aterra y mucho.
El cuerpo se me paraliza cuando escucho los dos suaves golpes en la puerta.
Salgo del baño y me dirijo a la cama rápidamente, y me siento en ella con la vista fija en mis manos.
—¿Señorita? Voy a pasar.
La voz de Luz, la señora que asea la casa me tranquiliza.
Es la única a la que le tengo confianza. Gracias a ella, en dadas ocasiones podía comer otra cosa que no fuera pan.
Abre la puerta y pasa con la mirada hacia abajo, con la aspiradora y con un trapo en la mano.
Las miradas en los ojos están prohibidas.
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El imbécil de mi vecino
Teen FictionDylan era todo lo que estaba bien; guapo, pelinegro, ojos azules y alto. El chico que sueñas, deseas y te hace mojar las bragas... Pero también el que con un par de palabras te rompe el corazón. Ese era el imbécil de mi vecino... --- Esta es mi prim...