¿En dónde estás salvaje?

3.1K 174 185
                                    

Dylan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dylan

La lluvia cae por montón, el frío se cuela en mis huesos haciéndome tiritar. Maldigo mil veces no haber traído una chaqueta.

Debido a lo que pasó he tomado la decisión de dejar la universidad por tiempo indefinido, ya que ahorita mi prioridad es encontrarla. Mi madre no estuvo de acuerdo conmigo, pero al final lo aceptó.

Esto nos tomó desprevenidos a todos y a cada uno le ha afectado de distinta forma.

Ale ha estado distante, cada que nos reunimos saca una excusa para no estar, y mayormente se encierra en la habitación de April para después empezar a sollozar.

Cam ha sido la más afectada, hace un par de horas la tuvieron que llevar al hospital, ya que mientras estaba recibiendo clases tuvo un desmayo. Supongo que por estrés y no dormir bien, pero hasta aquí no sé.

Le he estado marcando a mi amigo para ver cómo va todo por allá, pero no contesta.

Él y Diego son los que me han estado apoyando con todo este asunto.

A pesar de todas las indiferencias que tuve con Diego, debo de admitir que en este momento ha sabido ser un buen apoyo y un buen... amigo.

Ellos a pesar de todo siguen yendo a la universidad, quisieron salirse y así apoyarme en su totalidad, pero no se los permití. Ya que necesito ojos también ahí.

En este momento estoy en la comisaria de la ciudad esperando algo que nos lleve hacia ella. Creo que los oficiales ya están hartos de mí, a cada nada les ando preguntando si ya saben algo de April.

Pero siempre es la misma respuesta.

«No, es un caso complicado»

A la mierda lo complicado, ella tiene que aparecer y punto.

Fernando, su padre, se ha encargado de todo el papeleo que conlleva el caso. Regresó de su viaje dos días después de la desaparición.

Y pusimos la demanda hasta un día después, para así completar las 72 horas que ordena la ley.

En toda esta semana nada ni nadie ha sabido algo de mi salvaje, y eso me pone peor.

Me paseo de un lado a otro, nervioso.

De solo imaginarme lo que ella está pasando me pongo furioso.

Varias veces he perdido la compostura aquí adentro, y por eso mismo me han tenido que sacar. Y ahorita creo que estoy a punto de hacerlo.

Un oficial ve mi estado y me pide que me tranquilice, y que espere alguna notica que dé con su paradero o de lo contrario va a sacarme a la fuerza como las otras veces.

Le hago caso y me voy a sentar, pero inmediatamente mi pierna se empieza a mover de un lado a otro.

No puedo estar aquí sin hacer nada, necesito ir a buscarla hasta encontrarla, y reclamarle por no haberme dicho nada. Pero, sobre todo, besarla hasta convencerme de que está bien y a salvo.

El imbécil de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora