ONE SHOT [X1]

EUNSANG (parte 1)

Yoojin se encontraba confundida.

Desde hace unos meses cada vez que estaba cerca de su amigo Eunsang se sentía nerviosa, cosa que antes no le pasaba y eso le estaba comenzando a molestar de sobremanera, ella quería sentirse a gusto cuando estaba con él pero se le hacía imposible.

Si el pelinegro se sentaba cerca al punto de rozar sus hombros ella reaccionaba de inmediato y se alejaba sobresaltada haciendo que Eunsang se extrañara por su acción, pero después pasaba de todo y seguía a lo suyo. Le molestaba de esto, porque ahora cada vez que estaba con su amigo no podía respirar con la misma tranquilidad que antes, sentía unas inmensas ganas de tocarlo y de que el pelinegro le tocara, algo nuevo para la rubia, ya que nunca había sentido algo así y menos por alguien cercano.

Y bueno, si hablamos de Eunsang, él ya era consciente de sus sentimientos hacia la menor desde hace un largo tiempo sólo que para el pelinegro es más fácil ocultar su nerviosismo y deseo, no solía ser tan expresivo a diferencia de su pequeña amiga.

Pero, hace unos días todo lo que estaba oculto en ellos salió a flote originando diferentes situaciones de las que ninguno de los chicos se arrepintió...

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*Yoojin*

Y otra vez la misma sensación de nervios, ya me encontraba harta de todo.

Es asfixiante cuando estás pasando el rato con tu mejor amigo y estar constantemente teniendo ganas de tocarlo todo el rato de una manera no muy sana. Y de verdad todavía no entiendo por qué me dan esas terribles ganas de besarle cada vez que me dedica una de sus tan únicas sonrisa que hacen que su cara se ilumine más y lo haga ver hermoso a mis ojos.

Hace no mucho tiempo los dos nos hicimos unos tatuajes a conjunto que representaba nuestra amistad y como encajábamos el uno con el otro a pesar de nuestras distintas personalidades.

Yo un Sol y el una Luna.

Nos viene como anillo al dedo, estos se sitúan en nuestros tobillos, él en el izquierdo y yo en el derecho. Al lado de mi pequeño tatuaje hay unas palabras en inglés que dice "Mi sombra" y al lado del suyo pone "Mi luz" 

Aunque para las personas se vea como algo insignificante para nosotros significa mucho, es como si hubiéramos grabado en nuestra piel un hechizo mágico imborrable que haga que nunca nos separemos.

Bien, tengo que relajarme, ahora mismo estoy con Eunsang, no puedo hacer que sospeche de mis intenciones, tiraría nuestra amistad al carajo. Pero, como contenerme si prácticamente estamos pegados mientras vemos un vídeo, que al parecer era gracioso, igualmente no me di cuenta porque estaba ocupada pensando en lo bello que se veía el mayor sonriéndole mostrando sus arruguitas en sus mejillas las cuales hacían que se viera más guapo de lo que ya es.

-¡Yoojin, mira, ese niño se acaba de partir la cara contra el suelo!- las risas del mayor inundaron la habitación.

-Sí, ya veo- respondí medio ido.

-Yoojin llevas distraída desde hace rato, me has respondido lo mismo más de 3 veces-.

-No es nada Eunsangie, vuelve a darle play al vídeo-.

-Bueno, si tú lo dices- dijo no muy convencido el pelinegro.

Mierda, casi me descubre, ¿tan evidente soy?.

Seguimos viendo el vídeo y esta vez me olvidé de mis pensamientos y me concentré en lo que estábamos viendo. En una de las veces que nos reímos accidentalmente posé mi mano cerca de su miembro, en su ingle. Nerviosa aparté la mano de ese lugar mientras apartaba mi mirada sonrojada de la suya, que me miraba muy sugerente.

Decidí hacer como si nada hubiera pasado y volví a bromear con él, pero se sentía diferente. Se instauró una sensación de incomodidad cuando choqué mis hombros con los de él al movernos o al reírnos.

Volvimos a conectar la mirada y esta vez sentí como me miraba de una manera diferente a la de antes, una que podía adentrarse dentro de mí y leer todos mis pensamientos. Se comenzó a notar la tensión sexual en esa habitación.

Empezó a acercarse a mí dándome a entender que es lo que desea. Avergonzada intenté alejarlo  pero me lo impidió colocando una mano en mi cintura deteniendo cualquier rastro de movimiento que fuera a realizar.

Le volví a mirar

Me agarró dulcemente de la cintura y empezó a dar leves caricias sobre la ropa con su pulgar. Mi corazón se aceleró y mi respiración se empezó a entrecortar por la intensidad, y sabía que ya no podíamos dar marcha atrás.

Porque los dos deseamos este momento

Lo esperamos con ansias...

PD: ¿queréis segunda parte? :333