SEUNGYOUN

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Me sentía tan caliente...

Sólo él me podía provocar estas altas temperaturas en mi cuerpo...

Que pena que solo es mi mejor amigo...


Ahora mismo se encontraba frente a mí mientras me contaba experiencias de sus salidas nocturnas, de cuánto había bebido y con cuantas chicas se había liado. Yo en ese momento solo tenía ojos para su cuello, ay, ese cuello tan sexy me provocaba bastante.

-¿Me estás escuchando, Minsu?- Rápidamente aparté la mirada de su cuello y la dirigí a sus ojos.

-¿Eh?, Ah sí.

-No, definitivamente no estabas escuchando- suspiré una vez más, su voz hacía que mi cuerpo se revolucionara.

Él siguió contándome y otra vez me perdí una vez más en su cuerpo, esta vez centrándome más en su abdomen, ese abdomen poco marcado pero a la vez bonito, que hace que quiera tocarlo hasta que mis dedos se entumezcan, mi mente es muy juguetona.

Seguí llevando mis ojos a otros lugares, exactamente a su tatuaje de pistola que se encontraba un poco descubierto, ese tatuaje que apuntaba a una zona que yo quería ver desde hace tiempo. No me di cuenta de que me estaba observando fijamente hasta que llevé mis ojos a su boca, y pude notar que él fijaba la mirada en la mía. Nos quedamos así por un largo rato, la tensión se notaba en el aire y aún así seguíamos sin pronunciar palabra alguna, solo nuestros ojos encontrándose. Me estaba excitando, nunca había recibido una mirada tan intensa de su parte y eso hacía que mi cuerpo se calentara.

-Bueno- carraspeó- voy un momento al baño, espérame en la cocina Minsu.

-Vale...

Se levantó dirigiéndose al cuarto de baño mientras yo todavía seguía sin creerme la situación que había vivido, mis mejillas se sentían calientes. Me levanté y bajé las escaleras hasta llegar a la cocina donde me senté sobre la encimera, la confianza es algo que ya teníamos desde hace años.

Sinceramente yo nunca había tenido sentimientos por Seungyoun, siempre fue mi mejor amigo y como un hermano por lo que no le veía sexualmente, pero esto cambió desde hace unos meses que empecé a verlo con otros ojos, exactamente desde que salíamos de fiesta juntos ya que el se veía tan sexy vestido con sus pantalones de cuero negro y su camisa blanca con algunos botones desprendidos, dejando ver su pecho. En un principio creí que fue reacción del alcohol, pero cuando me encontraba totalmente sobria seguía teniendo pensamientos impuros, por lo que descarté los efectos del alcohol.

Me puse a revisar mis redes sociales mientras Seungyoun llegaba. Llevaba rato sin venir, por lo que me preocupé y subí a ver que es lo que lo tenía tan entretenido.

-¿Seungyoun?- llamé a la puerta tres veces.

-¿Q-qué?- su voz se escuchaba entrecortada.

-Llevas ahí más de media hora, ¿qué te pasa?.

-N-no es nada, Ah...- no quería pensar mal.

-Voy... te espero en tu cuarto mejor...

-V-vale, Ugh, ahora voy.

Realmente no quería pensar otra cosa pero eso sonaba muy, MUY mal, sonaban como gemidos pero no quiero pensarlo. Volví a retomar mis redes sociales aunque no me dio tiempo ni a desbloquear el móvil cuando escuché la puerta del cuarto cerrarse junto a un ''click'', había cerrado el pestillo.

Frente a mí se encontraba un Seungyoun con el pelo revuelto y la pretina del pantalón desabrochada, haciéndose notar un leve bulto por debajo de este. Sus mejillas estaban rojas y sus ojos me miraban con la misma intensidad que antes mientras sonreía de lado, ah, esa sonrisa me estaba provocando muchas sensaciones en mi cuerpo.

-Se ve que eres muy curiosa Minsu...- se iba acercando lentamente hacia mí.

-Solo quería ver como estabas- puso su mano sobre mi mentón y levantó mi mirada, que segundos antes estaba en el suelo por el gran calor que me provocaba.

-¿De verdad quieres saber lo que estaba haciendo ahí?- miró mis labios, se relamió los suyos con su lengua haciendo una escena muy erótica para mi vista- Te voy a hacer una demostración de lo que me provocaste antes.

Lamió mis labios para después besarme fogosamente mientras apoyaba sus manos en mis mejillas, yo intentaba seguirle el ritmo del beso, pero era muy salvaje, así que sólo me dejé hacer. Jaló con sus dientes mi labio inferior para después romper el beso, me empujó hacia la cama haciendo que cayera en ella y por inercia me recosté mientras Seungyoun me cubría con su cuerpo. Comenzó a desabrocharse botón por botón mientras sonreía, haciendo que mojara un poco mi ropa interior.

-Tócame Minsu, quiero sentir tus manos sobre mí.

Obviamente no me iba a negar a tal oferta, directamente dirigí mis manos a su cuello acariciándolo un poco para después bajarlas, creando un recorrido por su pecho, hasta llegar a sus caderas, de donde sobresalía ese tatuaje que tan mal me ponía sexualmente, le agarré fuertemente y lo giré quedando yo arriba suyo, esto lo iba a manejar.

-Hoy mando yo, guapo.

No dejé que dijera nada ya que rápidamente callé con mis labios cualquier palabra que fuera a decirme, metí mi lengua recorriendo su cavidad bucal, enredaba mi lengua con la suya, mientras él se apoyaba de sus codos para profundizar más el beso. Se quitó su camisa quedando con el pecho descubierto, yo no me quedaba atrás ya que a la vez me sacaba mi camiseta mientras desabrochaba mi sujetador quedando totalmente descubierta.

Acercó su boca a uno de mis pezones, lamiéndolo y mordiendo mientras yo gemía fuertemente ya que esa zona era uno de mis puntos erógenos del cuerpo. Dirigió su otra mano a mi otro pecho acariciándolo y dándole leves apretones, calentándome más. De la excitación movía mi pelvis sin darme cuenta rozando su parte baja, haciendo que Seungyoun soltara leves jadeos del placer.

-Minsu, ah, creo que no puedo aguantar más...

-Empecemos entonces.

Me quité un momento de su regazo para que pudiera desnudarse de su parte baja, yo mientras hacía lo mismo, quedando los dos así totalmente desnudos. Claramente no era la primera vez de ninguno de los dos, por lo que no me avergonzaba de mi cuerpo ni él del suyo, nos veíamos como dos leones a punto de atacarse el uno al otro. Me volví a subir sobre su regazo, rozando nuestras intimidades, haciendo que los dos soltáramos un leve jadeo, le puse un condón de los que encontré en su cajón y alineé su miembro con mi entrada.

-Te tenía ganas desde hace tiempo Woodz...- le llamé por su apodo para provocarle más.

-A mí tampoco es que me faltaran, voy a meterlo.

Metió su miembro lentamente, pero no pude aguantarme por mucho más y bajé de golpe, haciendo que toda su hombría estuviera por completo en mí, gemí fuertemente mientras oía un jadeo fuerte cerca de mi oído.

-¡Ah! Seungyoun...

Mi gemido hizo que él acelerara por momentos sus movimientos mientras yo lo acompañaba subiendo y bajando mis caderas. Sus manos agarraron mi cintura haciendo que coordináramos nuestros movimientos, levantó sus caderas con fuerza en una de sus embestidas haciendo que viera las estrellas.

-¡Seungyoun, ahí, ahh!

Sus jadeos fueron en aumento al igual que sus embestidas, que daban una y otra vez en ese punto que me estaba volviendo loca. Llegué finalmente al clímax mientras él, después de unos cuantos empujones más también terminaba. 

Me recosté en su pecho, escuchando su respiración acelerada acompasada con la mía, él apoyó una mano en mi cadera mientras que la otra acariciaba mi cabello. Después de un rato me quité de encima y me recosté a su lado mientras el entrelazaba su mano con la mía.

-Podemos probar a hacer esto más seguido, para no aburrirnos digo- dijo Seungyoun. Yo asentí dándole la razón.

-¿Como una especie de mejores amigos con derecho a roce?- sonreí- Sí, estoy de acuerdo.

Fin.




ONE SHOT [X1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora