EUNSANG

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Su nombre era Lee Eunsang, era mi compañero de escuela,estoy segura que le gusta Junho, su mejor amigo, siempre los veo juntos entrando al baño de hombres y saliendo luego de varios minutos.

Su semblante siempre ha sido hostil, es un falso total, se comporta muy bien dentro de una multitud, pero si hablas con él a solas es un imbécil, jamás me ha tratado bien y esa es una de las principales razones de por qué nunca me ha caído bien. Mi instinto me dice que finge ser un chico malo para cubrir su homosexualidad, hay algo en él que me causa mucha curiosidad, es como si escondiera algo.

Es muy temprano para estar en la escuela hoy, solo son las 7:32 AM, no he comido nada y estoy muerta de sueño, muy bien Eunha. Entré en la sala y me senté en mi silla, me puse mis audífonos e ignoré mi alrededor por unos instantes, iba a cambiar de canción pero paré la música al  escuchar pasos, como si alguien viniera corriendo hacia mí, rápidamente tomé todas mis cosas y me escondí debajo del escritorio del profesor, cuando veo que un chico entra en la sala seguido de ¿Eunsang?.

-Te dije que no podrías huir por mucho más tiempo.

¿Quién podría escapar de Eunsang?, Es un pasivo total, no mataría ni una mosca.

-Bro, solo fue una broma- Escuché la voz de otro compañero de clases, si no mal recuerdo se llamaba Minhee.

-Una de muy mal gusto.

El chico estaba retrocediendo lentamente y Eunsang estaba muy enfadado, en mi vida lo había visto de esta forma, debo admitir que comienza a asustarme. De pronto veo que el puño de Eunsang aterrizó fuertemente en la cara del otro chico tumbándolo al suelo, el rubio trataba de defenderse pero le era inútil, Eunsang tenía una fuerza impresionante.

-Esto es para que te quede claro quién de los dos es el que manda, como te escuche decir de nuevo que soy una pasiva, te bajaré todos los dientes y de paso te romperé una costilla.

El chico salió corriendo como pudo, mientras yo seguía escondida rogándole a los dioses para que Eunsang no me viera ni escuchara, estaba demasiado enfadado, después de este día no lo volveré a mirar de la misma manera. Luego de unos segundos no lo escuchaba cerca, así que decidí salir, fue la peor idea que había tenido, o tal vez no.

Eunsang estaba de espaldas, maldiciendo y golpeando todas las mesas que se topaban con él.

-Gente de mierda, creen que solo por hacer aegyo o usar maquillaje ya eres gay, ¿qué clase de imbéciles son?

Intenté salir de ahí mientras él aún no me veía, estuve a tan solo unos pasos de salir de la sala cuando di un torpe paso hacia el lado, golpeando una mesa con el pie, lo que llamó inmediatamente la atención de Eunsang.

-¿Qué coño haces tú aquí?- dijo en un tono fuerte- ¿Acaso viste todo lo que ha pasado?

Solo me dediqué a mirarlo sin decir nada, la verdad estaba en shock por haber sido descubierta.

-¿Eres muda?-dijo perdiendo los nervios- ¡Contesta, maldita sea!

Me tomó de los hombros y comenzó a sacudirme fuertemente para que reaccionara.

- Sí, lo vi todo.

Se quedó callado observándome, bajó sus manos desde mis hombros hasta mis brazos, me empujó contra la pared y con furia me tomó de la mandíbula alzando mi rostro.

- Me estás lastimando- medio grité como pude.

- Repítelo.

Me quedé petrificada mirándolo, aproveche estos momentos de cercanía para inspeccionar su rostro, ¿Cómo es que nunca había notado lo hermoso que es este hombre?, Mi vista bajó hasta sus labios, eran carnosos, son bastante pigmentados y se veían muy apetecibles.

Eunsang empezaba a acercarse lentamente a mí.

-Eres una mocosa insolente, veamos si con esto logras callarte.

Me tomó fuertemente la mandíbula y me besó, sus labios se sentían mucho mejor de lo que aparentaban, eran suaves y bastante gruesos, luego de unos minutos lamió mi labio inferior para introducir su lengua en mi boca, nunca me imaginé que Eunsang besara tan bien.

No sé cuándo tiempo estuvimos besándonos,pero de pronto él rompió el beso, se separó unos centímetros de mí para poder encajar sus labios en mi cuello comenzando a besarlo, era mi punto débil y no pudo evitar soltar un pequeño gemido.

-No te reprimas, me gusta oír tus gemidos.

No me quise quedar atrás así que susurré en su oído mientras succionaba y dejaba marcas en mi cuello.

-Parece que me tenías ganas desde hace tiempo- susurré.

Eunsang me beso los labios por última vez antes de darme la vuelta y ponerme contra la pared.

-La verdad es que sí, llevo tiempo observándote, Song Eunha.

Mi trasero quedó a la altura de su entrepierna, donde pude sentir algo rozar, algo duro.

-Sígueme...

Me besó cortamente los labios, me cogió en brazos y me llevó hasta el escritorio que estaba unos pasos más atrás de donde estábamos.

Apenas me recosté lo sentí agacharse, me abrió las piernas de par en par y comenzó a repartir besos por el interior de mis muslos, subió mi falda por completo y sacó poco a poco mi ropa interior, volviéndome loca.

-Ahh, no me hagas esperar- gemí.

Acercó su cara a mi vagina, luego lamió de abajo a arriba, lento y después rápido. Se podía sentir la excitación en el aire, podía sentir las manos de Eunsang tensas sobre la piel de mis muslos, los cuales apretaba con fuerza, podía notar su impaciencia.

Lo miré unos momentos hasta que nuestras miradas se encontraron, me sonrojé.

Sentí como él se bajaba los pantalones hasta quitárselos por completo, me acercó al borde del escritorio y me subió aún más la falda, no sin antes ponerse protección.

Me penetró lentamente, con mucha paciencia, como si fuera a romperme, al sentir su miembro dentro de mi arqueé mi espalda, sosteniéndome de ambos lados de la mesa, no aguante más y solté un fuerte gemido.

Eunsang me tomó del cuello al mismo tiempo que aceleraba sus movimientos, lo jalé acercándolo más a mí, mientras que mi otra mano descansaba sobre su hombro, apretándolo con fuerza por el placer que me estaba provocando.

En un movimiento me bajé de la mesa, empujando levemente al pelirrojo, lo besé en los labios mientras lo conducía hacia la pared, lo empujé contra esta y mirándolo a los ojos comencé a bajar por su cuerpo hasta llegar a su miembro.

Lo miré, como si estuviera pidiéndole permiso.

-Oh vamos, tu sabes como se hace esto- dijo ansioso.

Lamí su pene desde la base hasta la punta hasta que me lo metí todo en la boca, apenas cabía. Comencé a mover mi cabeza de atrás hacia delante, hasta que sentí como empezaba a tensarse, justo en ese momento dejé de hacer lo que estaba haciendo para darme la vuelta y ponerme en cuatro frente a él.

Eunsang no tardó en incorporarse en el suelo detrás de mí, sentí como ponía su pene en mi entrada, se hundió  de una sola estocada. Me agarró del cabello y lo jaló suavemente hacia atrás, dejando mi cabeza levantada y haciéndome gritar, me la metía tan bien que sentía muy cerca el orgasmo.

Ambos gemíamos muy alto, estábamos extasiados, perdidos el uno en el otro, sus penetraciones se volvieron suaves y lentas, hasta que ambos llegamos al clímax.

Eunsang salió de mi interior para luego tumbarse a mi lado. Cuando por fin recuperamos el aliento, el pelirrojo se levantó para ayudarme a ponerme de pie, fui corriendo a buscar mi ropa interior mientras escuchaba como me hablaba.

-Espero que con esto logres callarte.

Me besó una última vez antes de que sintiéramos como alguien entraba a la clase.

- Por favor chicos, sin muestras de amor en clases- justo iba entrando el profesor.

Eunsang y yo soltamos una leve risa.

ONE SHOT [X1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora