_ ¿Estás bien?_ me preguntó inclinandose para estar a mi nivel.
_ No me quejo._ dije cruzandome de hombros.
Observe por un instante la mirada asesina que Zack me daba, hasta que sentí un ardor en mi mejilla.
_ ¡Debes de dejar de hacer eso!_ le grité a Maddy que me había dado una cachetada, pero hizo caso omiso a mi comentario.
_ No vuelvas a dejarme de esa manera. _ dijo entre sollozos. _ No vuelvas a hacer que me preocupe por ti de nuevo, Enrique. _ me abrazó.
Le devolví el abrazo sintiéndome un tonto. Mientras yo estaba aquí, enojado con el mundo y con mi padre, ella no tenía idea de lo que pasaba y estaba preocupada por mi.
_ ¿Estabas preocupada por mi?_ pregunté con una risita sarcástica, me arrepentí tan pronto lo dije. Maddy me dio otra cachetada. _ En serio, debes dejar se hacer eso.
_ ¿Por quien más quieres que me preocupe? Eres mi novio, claro que me preocupo por ti._ dijo seria, ignorando de nuevo mi comentario. No lo pude resistir. Ahí ambos sentados en el césped. La tomé de la cintura y la acerqué más a mí, ignorando a Zack y al resto de los estudiantes que quedaban.
La besé, como lo había querido hacer desde hace horas o mejor. Ella no dudó en seguirme el beso, sus labios sabían a frambuesa. No soy fanático de la frambuesa pero desde ahora en adelante es mi fruta favorita.
Dicen que la felicidad del pobre dura poco, pero están equivocados, yo soy rico y mi felicidad fue interrumpida por la campana que indica que había terminado el almuerzo. Mi felicidad no duró más de tres segundos.
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_ ¡Muere mundano! ¡Los divergentes conquistaran al mundo! _ ceñí mi espada y la puse bajo la mandíbula de Michael, él solo me miraba sin comprender lo que decía.
_ ¿Pasas mucho tiempo con mi hermana? _ me pregunto. Yo había pensando que me preguntaría que significaban mis palabras, pero ese niño es más listo que Zack. Incluso es más listo que Ed.
_ No tanto como es debido. ¿Por qué lo preguntas?
_ Es que ella siempre vive diciendo cosas como esas._ quitó la espada de plástico de su cuello y comenzó a explicarme haciendo movimientos con sus manos._ Le grita a mamá cosas cómo ¡Soy divergente y no puedes controlarme! O cuando tomo sus cosas para jugar me dice ¡Mike hijo de Snow!
Comencé a reír como loco, Mike imitaba la voz de Mad cada vez que decía una de las frases y me parecía muy gracioso.
_ No eres un hijo de Snow. _ le animé.
_ ¿Quien es Snow?_ Melody apareció en la sala donde Mike y yo llevábamos horas jugando con las espadas.
Cuando salimos de la escuela Maddy me había pedido que la ayudara a cuidar a los pequeños, sabía perfectamente que no necesitaba mi ayuda, que sólo me lo pedía para pasar mas tiempo conmigo. Ella estaba haciendo la cena mientras yo entretenía al mas pequeño que sólo se estaba quejando de que tenía hambre.
Mel estaba en su cuarto, haciendo las cosas que hacen las niñas de siete y según ella casi ocho años.
_ Es el ser más malvado del mundo. _ dije con obviedad.
_ Entonces es como el señor Bomber. _ aclaró Mike.
_ ¿Y quien es ese?_ pregunté.
Mike se encogió de hombros. _ Mamá dice que el señor Bomber es el ser más malvado que ha visto.
-Entonces también se parece a mi padre- pensé.
_ ¡Está lista la cena!_ Maddy apareció con sándwiches de en un plato y una jarra de jugo. Me reí en cuanto la vi._ ¿Qué te causa tanta gracia?
_ Es que tardaré casi dos horas solo para hacer eso. _ señalé los sándwiches.
_ No tardé dos horas, la mitad del tiempo me la pase pensando que hacer y la otra mitad haciéndolo._ dijo como si fuera lo mas normal del mundo. _ Bien, cenemos.
Hicimos lo mismo de siempre, después de cenar vimos películas para niños. Al final Mike y Mel terminaron dormiendose, Mad y yo los tuvimos que llevar hasta sus cuartos.
Para mi parecía algo maravilloso. Era cómo si nosotros dos fuéramos los padres y ellos nuestros dos pequeños y hermosos hijos.
Maddy y yo nos quedamos sólos en la sala y pusimos una película de terror.
_ ¿Qué tal si salimos?_ pregunté de repente.
_ Ahora no podemos._ dijo ella sin siquiera mirarme, estaba muy atenta a la película.
_ No me refiero ahora._ la acerqué más a mi para llamar su atención, pero ella ni se inmutó. Comenzaba a creer que jamás lograría poner a Maddy nerviosa.
_ Eres cómo las sanguijuelas, pero si, podemos ir un día de éstos. _ dijo.
_ ¿Así es como me tratas? _ ella volteó a verme, su mirada era de diversión.
_ ¿Y cómo quieres que te trate?
Puse mis manos en su abdomen y comencé a hacerle cosquillas, ella empezó a reir como loca pero aun así su risa era perfecta. Me decía entre risas cosas como "para" "te voy a golpear", al final lo hizo y la deje descansar.
_ Me encantas cuando sonríes. _ susurré en su oído. Ella se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla._ Eso es injusto.
_ La vida es injusta._ dijo con una sonrisa burlona.
_ Eres cómo el señor Bomber, demasiado malvada.
_ ¿Y ese quien es?_ me miró extrañada.
_ No tengo ni la menor idea, pero creo que lo odio.
_Entonces me odias. _ puedo jurar que vi un indicio de miedo en sus ojos, no duro mucho, pero estaba ahí.
Volví a acercarla más a mi, sentía que sino la tenía cerca me rompería. Sentía que me falta algo, por eso no dude en decirle._ Te amo.
Maddy abrió sus ojos sorprendida, ella no esperaba esa declaración de mi parte y yo tampoco esperaba una respuesta. Sin razón alguna me acerqué a sus labios, pensaba besarla pero ella se me adelantó y me beso primero.
Nuestros labios se movían al compás y parecía que teníamos tanques de oxígeno porque éramos incapaces separarnos. Aun así después de un minuto Mad se separó de mi para decirme algo que recordaría para toda mi vida.
_ Yo también te amo.
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Un amor... que cayó del cielo
Teen FictionMaddy Jones es una chica aficionada a la lectura, sarcastica, orgullosa y prejuiciosa. A ella le a tocado vivir una vida limitada y madurar antes de lo debido. Conoce a Rick un chico engreído, orgulloso y que ademas de todo esconde secretos. Rick a...