Capitulo 42

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Narrador...

Ella volvió a tomar una de las pesadas cajas y la subió al ático. Le dolía tener que guardar todas sus pertenencias en un frío y oscuro lugar, pero ya no importaba, de todos modos había vendido la mayoría ya hace meses.

Suspiró cansada, de todas las cosas que habían pasado desde el día en que Richard tubo aquel accidente, esta, había sido la peor. Había sido muy tonta en aceptar a aquel chico. No parecía un mal chico, pero el hecho de ser hijo de Robert cambiaba toda su existencia y ahora por él, estaba empacando sus cosas para huir de su propia casa.

_ ¡Mamá ya estoy lista!_ escuchó como Melody subía corriendo las escaleras e inmediatamente ella emprendió camino hacia donde estaba su hija.

_ Eso es bueno cariño, ¿y que tal esta Mike?_ preguntó mirando con una sonrisa forzada a la pequeña niña que estaba parada junto al barandal de las escaleras.

_ El está en la sala jugando con tu teléfono celular._ dijo Melody y ella rodó los ojos.

_ Dile que se prepare, casi nos vamos.

Giró sobre sus talones para entrar a la habitación de Micheal y sacar las maletas, pero escuchó el timbre sonar y toda su piel se erizó. Bajo corriendo las escaleras empujando levemente a Melody, por temor a que Micheal abriera la puerta, pero era demasiada la pesadez de su cuerpo para llegar rápido a ella.

Cuando llegó abajo ya era demasiado tarde. Dos hombres estaban de pie junto a Mike, uno lo sostenía fuerte del brazo mientras Mike forcejaba y el otro se acercaba lentamente a ella.

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Rick's Pov

_ ¡Ya basta!_ volví a gritar con todas mis fuerzas, pero parecía como si nadie me escuchara. No podía diferenciar que era lo mas ruidoso en el lugar, entre el llanto de Melody y mis gritos, eran imposible saber cuales eran los mas fuertes. No podía diferenciar nada, esto era peor que torturarme con cuchillos, si sentía que una parte de mi se me escapaba de mis brazos._ ¡Por favor detente. Yo te diré lo que quieras saber o lo que sea, pero detente!_ sollocé entre gritos, no tenia idea que iba este tormento, pero Robert no actuaba sin una razón y algo tenia que hacer para detenerlo.

Vi como le hizo una señal al gorila que estaba golpeando a Maddy y este inmediatamente se alejó de ella.

_ ¿Que es lo que tienes para mi, Enrique?_ preguntó y lo miré con desprecio, no podía sentir nada mas por él que eso, desprecio. Tanto a él como a la mujer que estaba a su lado, de la cual nunca imaginé que me engañaría sobre lo de escapar de ese asesino, los odiaba, los odiaba como nunca podría llegar a odiar a una persona._ Oh, vamos. ¿No me digas que todavía sientes algo por esta chica?

Señalo a Maddy, quien intentaba mantenerse en pie a pesar de lo golpes. Eso es lo que amo de ella, a pesar de lo que Robert le hiciera, ella no le daría el gusto de verla caer, nunca. Nuestras miradas se cruzaron y ella me sonrió, diciéndome que todo estaría bien. No pude evitar responderle con una sonrisa, pero no era la habitual, era una triste, por mi culpa, otra vez estaba metida en esto.

_ Apuesto que ni siquiera sabes lo que es sentir._ espete con voz sombría._ No sientes absolutamente nada, no sientes la muerte de esas personas que compran tus productos falsos, no sientes la muerte del padre de Mad, no sientes el echo de que estas traumatizando a un par de niños de por vida y, sobre todo, ¡no lamentas que ahora te odie, que te odie con todas mis fuerzas!

Adelayda se estremeció tras él, pero Robert se mantuvo con la misma expresión, efectivamente no le importaba lo que yo pensara.

_ Ese ha sido un hermoso discurso, pero ya viene siendo hora de que me digas lo que sabes._ dijo serio, con voz ronca y nerviosa. Tal vez nadie mas lo notó, pero yo lo hice, estaba nervioso.

Un amor... que cayó del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora